El final de ETA
Francia detiene al jefe de ETA
La detención del máximo dirigente de ETA, Mikel Irastorza, agrava aún más el estado de la banda terrorista cinco años después de que esta anunciara el cese de la violencia, que según fuentes policialesapenas mantiene un máximo de veinte miembros inexpertos.
El número uno de ETA ha sido detenido en una operación llevada a cabo por agentes de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) de Francia, en colaboración con la Guardia Civil, en un domicilio de la localidad francesa de Ascain, en la frontera franco-navarra. La operación continúa abierta y no de descartan nuevas detenciones, según ha informado el Ministerio del Interior.
El detenido se incorporó a la banda terrorista como un desconocido en la estructura etarra, sin causas pendientes con la justicia ni experiencia terrorista, tras ser portavoz del Foro de Debate Nacional, una plataforma impulsada por Batasuna y Eusko Alkartasuna (EA).
La irrelevancia de la actual cúpula la mide el hecho de que hace tiempo que no se difunden listados con los más buscados por las fuerzas de seguridad. Pero que no atente no quiere decir que no haya causas pendientes con la Justicia. "Cualquier miembro de ETA con cuentas pendientes con la Justicia tiene la espada de Damocles encima", avisaban hace un mes las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por Europa Press, "vamos a ir a por ellos con todos los instrumentos del Estado de Derecho".
La situación actual de la banda terrorista la reduce a una veintena de miembros y 355 presos que siguen bajo su disciplina pero ignorados por las autoridades españolas y francesas.
El pasado 20 de octubre se cumplieron cinco años desde que, asfixiada por las fuerzas de seguridad, oficializara su renuncia a continuar con los asesinatos, extorsiones y coacciones. Deja atrás más de 800 víctimas mortales, miles de heridos y, según la Fundación de Víctimas del Terrorismo, unos 314 asesinatos sin autor conocido.
Al arsenal de hasta tres toneladas de explosivo y 300 armas con los que contaba hay que restar las 145 pistolas intervenidas en Francia el pasado mes de octubre en un zulo a unos cien kilómetros al noreste de París en el que ETA escondía también munición y dos fusiles de asalto enterrados en bidones en un parque forestal en el término municipal de Carlepont.
"ETA no va a volver a matar, no hay vuelta atrás. No quiere decir que esté inactiva porque tiene que gestionar su defunción y la entrega del arsenal. Pero sólo tiene dos salidas: o entrega las armas o se las quitamos nosotros", explicaban entonces semana a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.
La presión policial no se ha atenuado ni tras el anuncio del cese de la violencia en 2011 ni tras los sucesivos comunicados de ETA, el último este 27 de septiembre coincidiendo con el Gudari Eguna. La banda se reafirmó en su cese definitivo de la violencia y censuró que en los cinco años transcurridos no haya sido posible un desenlace como el logrado por las FARC y el Gobierno de Colombia.
Desde el cese de la violencia de ETA las fuerzas de seguridad han detenido a 141 personas relacionadas con la actividad de la organización terrorista, unos arrestos que se han practicado, además de en España y Francia, en países como México e Italia.
Mientras tanto, la Audiencia Nacional apenas concede permisos a históricos dirigentes. En la actualidad, hay 355 presos de ETA: 274 presos en las cárceles españolas --sólo tres dentro del País Vasco--, 79 en Francia, uno en Portugal y uno en Suiza.
Los últimos jefes de ETA con galones fueron Iratxe Sorzábal y David Pla. Cayeron el 22 de septiembre de 2015 en Francia después de que se descabezaran sucesivas cúpulas. Fueron los autores de los últimos comunicados.
El último detenido con cierto renombre de la nómina de los terroristas fue Egoitz Urrutikoetxea, hijo de Josu Urrutikoetxea Bengoetxea, el histórico etarra conocido como Josu Ternera. La detención se practicó en París en octubre de 2015. "Quizás era el único con algo de pedigrí que pudiera ser reclamado para gestionar lo poco que le queda de la organización terrorista", señaló entonces Fernández Díaz.