La 'fuga' de Aguirre
El giro en el ‘caso Aguirre’ complica su futuro político
Una de las decisiones más importantes y delicadas que tiene Mariano Rajoy puertas adentro del Partido Popular, la formación que lidera, es la de designar en los próximos meses a los candidatos a las municipales y autonómicas del mes de mayo. En este proceso, hay algunos territorios hacia los que se dirigen todas las miradas, bien porque el escenario no está despejado, o bien porque las encuestas ponen en riesgo tradicionales feudos de los conservadores. Madrid es uno de ellos. Y Esperanza Aguirre, uno de los principales actores por figurar en todas las encuestas al Ayuntamiento de Madrid. El giro que recibió este viernes el caso de su fuga de una patrulla de agentes de Movilidad mientras la multaban por haber aparcado en el carril bus en pleno centro de Madrid –la Audiencia pide que se instruya como delito, no como falta– que se instruya como delito,no es la mejor noticia para quienes esperan que la expresidenta de la Comunidad dé un paso al frente y reconozca que quiere optar a ocupar el puesto que hoy ocupa Ana Botella. “No ayuda. A ver en qué queda”, admitía uno de los dirigentes consultados. En este caso, los tiempos de la Justicia se van a cruzar con los tiempos políticos y es muy posible que Rajoy tenga que tomar esta decisión casi de forma paralela a que ella tenga que declarar ante juez.
Pocos en el PP esperaban este desenlace. De hecho, cuando Aguirre se dio a la fuga el pasado 3 de abril y la noticia saltó rápidamente a los medios de comunicación, los suyos pensaron que iba a ser cosa de pocos días, que el asunto iba a quedar en nada y que tras el bache inicial, sus posibilidades de optar a la Alcaldía de Madrid iban a permanecer intactas. Esta opinión se vio reforzada cuando pocas semanas después el titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Plaza Castilla, Carlos Valle, y la Fiscalía coincidieran en que su huida de los agentes, el hecho de que tirase la moto de uno de ellos y el de que no parase hasta llegar a su garaje del barrio de Malasaña conformaba una desobediencia leve, una falta y no un delito. A efectos de castigo, la falta leve conlleva una multa de 10 a 60 días y la desobediencia grave, de seis meses a un año de cárcel.
En la resolución [consulta el auto en PDF] de este viernes, los magistrados estiman de forma parcial el recurso presentado por la asociación Transparencia y Justicia, personada en la causa como acción popular, contra el auto del juez Carlos Valle. Y consideran que Aguirre, cuando protagonizó su incidente de tráfico, hizo que incurriera en una desobediencia "tenaz, contumaz, rebelde, decidida y terminante" que estuvo representada por múltiples actos concretos. Además, añaden que la desobediencia vendría acompañada "incluso de expresiones de menosprecio hacía los citados agentes en el ejercicio de sus funciones, por lo que los hechos revisten provisionalmente caracteres de un delito de desobediencia del artículo 556 del Código Penal". "¿Qué, multita y bronquita, eh?", llegó a decirles según narrarían después los trabajadores de movilidad del Ayuntamiento de Madrid.
Pleno proceso de candidaturas
El nuevo escenario supone que Aguirre podría tener que personarse para prestar declaración junto a otros testigos del incidente en un par de meses. Y ello puede pillar al PP en pleno proceso de configuración de candidaturas. Y, si Rajoy decide apostar por ella, poner en bandeja las críticas de la oposición.
Nadie conoce de forma exacta qué plazos maneja Rajoy. Pero teniendo en cuenta que en esta ocasión el partido no quiere apulrar tanto la designación de candidatos como se hizo con Miguel Arias Cañete, en la formación consideran que esto ocurrirá en otoño.
Fuentes del PP de Madrid consultadas por este diario remiten al mensaje difundido por la presidenta del PP de Madrid a través de su perfil en la red social Twitter: “El auto no dice, ni mucho menos, que el incidente del coche sea delito. Soy una ciudadana más que acude encantada a que el juez escuche la verdad”.
Mientras, dirigentes de la formación regional coinciden en que este episodio pertenece a la esfera privada de su presidenta, a su faceta como ciudadana y recuerdan que pidió perdón en su día.
Es cierto que pidió perdón. Pero también es cierto que el día del incidente y los siguientes, mantuvo una importante presencia en los medios de comunicación negando que se había fugado y criticando a los agentes de haber actuado por "machismo puro".
Cita con Rajoy
Los avances judiciales en este caso llegan en la misma semana en la que se ha conocido que Aguirre y Rajoy mantuvieron hace unas semanas una reunión informal en la que ambos habrían abordado la situación del PP de Madrid de cara al nuevo curso político. Las fuentes del partido consultadas mantienen que no se habló de candidaturas concretas y circunscriben el encuentro en la normalidad. "Este tipo de reuniones entre un líder de un partido y un líder regional del mismo partido no son nada extraordinarias", precisan.
Este lunes, Mariano Rajoy ha convocado al Comité Ejecutivo Nacional de su partido para marcar los objetivos del nuevo curso político. Será el primer acto público de Aguirre, que integra este órgano del PP, desde que el caso que le afecta diese este giro. Y también será su primera oportunidad, tras el verano, de reclamar en una reunión interna de partido que comience ya la designación de candidatos. Se trata de una demanda clásica de la formación regional que preside desde el pasado mayo, cuando transcurrieron las europeas.
Aguirre pierde puntos
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Este mismo lunes, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, fue preguntada en una entrevista en Antena 3 si el partido había vetado a Esperanza Aguirre como candidata. Respondió que no. Que todo el que en el PP quiere ser candidato tiene que dar el paso frente y comunicarlo. Sus palabras fueron interpretadas como un reto a la presidenta del PP de Madrid puertas adentro de la formación conservadora.
Las otras opciones
Mientras el resto de nombres en las quinielas –Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y la alcaldesa, Ana Botella– se mantienen cautas en sus declaraciones, Ignacio González lleva meses insistiendo en que él, si el partido así lo decide, quiere ser el cabeza de lista a la Comunidad. De hecho, este lunes, recogió el guante que le lanzó Cospedal y aseguró que él daba ese paso al frente y que quiere ser candidato. Pocas horas antes, la mano derecha de Rajoy en el Gobierno era entrevistada en Onda Cero. El tema también estuvo entre las preguntas. Y respondió que ella estará a lo que le digan los órganos de partido. Hay en el PP quien vio en estas palabras una señal de que la idea le apetece.