Crisis del coronavirus
El Gobierno aprobará este domingo el estado de alarma ante la avalancha de peticiones de las comunidades
Primero fue el País Vasco. Y luego se sumaron Asturias, Navarra, La Rioja, Extremadura, Cataluña, Castilla-La Mancha, Cantabria y Melilla. A lo largo de este viernes se produjo un goteo de regiones anunciando que solicitarán al Gobierno que se decrete el estado de alarma para dar cobertura legal a restricciones en el marco de la contención de la pandemia del covid-19. Este sábado, lo hizo la Comunitat Valenciana.
Estas reacciones se produjeron justo después de que el presidente del Gobierno compareciera en la Moncloa para ofrecer un declaración institucional [Aquí, en PDF] en la que admitió la situación es "grave", pidió "disciplina social" y dejó la adopción de medidas en manos de los gobiernos regionales.
Este sábado Moncloa ha confirmado que el domingo un Consejo de Ministros extraordinario aprobará el estado de alarma. Concretamente, la reunión se celebrará a partir de las 10 de la mañana. Hace dos semanas el jefe del Ejecutivo delegó en su vicepresidenta primera, Carmen Calvo, la declaración del estado de alarma "territorializado" para restringir la movilidad en la Comunidad de Madrid. Fue ella la que presidió un Consejo de Ministros extraordinario. En esta ocasión, y tras su reunión este sábado con el papa Francisco en Roma, sí estará presente.
El Partido Popular no ha aclarado si estaría dispuesto a refrendarlo, pero después de que este viernes Inés Arrimadas (Ciudadanos) ofreciera al Gobierno sus diez escaños, Sánchez no tendría dificultades a la hora de lograr una prórroga de esta medida excepcional en el Congreso.
El País Vasco da el primer paso
El primer anuncio formal llegó desde Euskadi. El lehendakari Iñigo Urkullu trasladó formalmente Sánchez la petición de que declare el estado de alarma en todo el Estado y que sean los presidentes de las comunidades autónomas quienes lo gestionen. A su juicio, hay una "alta probabilidad de que sea necesario adoptar estas próximas semanas nuevas medidas, más restrictivas e intensas". El presidente del Gobierno vasco señaló que son varias las razones que motivan su petición, como "la escalada de casos positivos que se está produciendo estos últimos días" y las "limitaciones de actuación con que se encuentra el Gobierno vasco desde el punto de vista jurídico", después de que el TSJPV no haya autorizado en varias ocasiones prohibiciones que pretendía establecer, al considerar que "vulneran derechos fundamentales", informa Europa Press.
El Partido Socialista gobierna en coalición con el PNV en Euskadi.
Poco después, se sumaron Asturias, Navarra y La Rioja. El presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón (PSOE), avanzó que iba solicitar al Gobierno central la aplicación del estado de alarma en su comunidad para restringir la movilidad nocturna.
Por su parte, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara (PSOE) hizo un anuncio similar. "Lo lógico sería que fuera para todo el territorio nacional", señaló en una rueda de prensa.
Melilla (Ciudadanos) pidió por escrito al Gobierno el estado de alarma porque "la ciudad está a punto del colapso" sanitario. En rueda de prensa, el presidente Eduardo de Castro informó de que había pedido para Melilla el confinamiento nocturno desde las 22.00 horas hasta las 06.00 horas, en aplicación del artículo 11 de la ley que regula el estado de alarma, "para impedir botellones, fiestas privadas en domicilios, garajes, etc".
De forma paralela, el Govern celebró una reunión en que decidió pedir al Gobierno central que decrete el estado de alarma ante el aumento de contagios de coronavirus.
La última comunidad en sumarse fue Castilla-La Mancha, gobernada por el socialista Emiliano García-Page. El Ejecutivo de Castilla-La Mancha celebrará este sábado un Consejo de Gobierno extraordinario para solicitar al Ejecutivo central la aplicación del estado de alarma.
"Creo que hay consenso entre las autonomías y necesitamos una sensación general y de protección. Vamos a medir a lo largo de la semana que viene la concreciones. Me interesan parámetros homogéneos y unidad de mensaje para que España no sea un puzzle y tengamos un patrón", indicó en un acto en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
"Volveremos a lograrlo"
"Ahora es el momento de establecer distancias; necesitamos hacer un paréntesis para salvar vidas, para defender la salud de todos y de todas". Este fue el eje de la declaración institucional ofrecida este viernes a las 13.00 por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sin anuncio concreto, el jefe del Ejecutivo advirtió de que la situación sanitaria es "grave" y que para hacerla frente es necesaria "disciplina social", espíritu de equipo" y "moral de victoria". También "unidad" social y política.
El jefe del Ejecutivo no hizo ningún anuncio concreto ni planteó medidas. La adopción de estas, dijo, está en manos de las comunidades.
"Estoy seguro de que volveremos a lograrlo si permanecemos unidos. Ganaremos todos", mantuvo en su intervención de más de veinte minutos de duración.
El presidente del Gobierno planteó vencer al virus como un "reto colectivo".
"España hoy sufre una incidencia acumulada, según los datos que conocimos ayer [por el jueves], de 348 casos por cada 100.000 habitantes, recordemos que el estado de mayor riesgo era por encima de 250 casos por cada 100.000 habitantes, España tiene, en términos agregados, 348 casos por cada 100.000 habitantes. Debemos lograr una incidencia acumulada por debajo de los 25 casos por 100.000 habitantes. Esto es, tenemos mucho camino por recorrer", subrayó.
En todo caso, defendió que la situación "no es comparable a la del 14 de marzo", cuando "nos vimos obligados a decretar un confinamiento domiciliario general". "Lo que queremos evitar justamente es llegar a ese punto por las consecuencias que tiene esa medida sobre la vida social y el impacto económico", añadió.
A juicio del presidente, pese a que no puede negarse ahora que "nuestras defensas sociales están más bajas y acusamos el cansancio de una emergencia sanitaria que dura ya demasiado" tampoco puede negarse que España afronte la segunda ola con una serie de "fortalezas". Una: "Hacemos muchas más pruebas y eso nos permite identificar a la mayoría de las personas infectadas y en consecuencia, prevenir nuevos contagios". Dos: "Nuestro sistema sanitario se ha aprovisionado con amplitud de equipos de protección y de instrumental médico". Y tres: "Nuestra sociedad tiene un mayor conocimiento sobre las vías de transmisión".
Sobre el cómo, dejó claro que serás las comunidades autónomas las que vayan dando los pasos: "La decisión sobre las medidas a adoptar y el momento de su adopción será tomada por las comunidades autónomas y se pondrá en conocimiento del Ministerio de Sanidad antes de su implantación. Que es lo que estamos viendo a lo largo y ancho de nuestro país en el día de hoy".
Veinticuatro horas antes, el Consejo Interterritorial de Salud había acordado un plan conjunto de actuación para hacer frente al avance del coronavirus en España. Un documento que, en base a más de media docena de indicadores principales y otra veintena complementarios, fija cuatro niveles de alerta y una serie de actuaciones de respuesta para cada uno de ellos. Votaron a favor todos los territorios. Los únicos que se abstuvieron fueron Madrid y País Vasco. Del cónclave, sin embargo, no salió la implantación de un toque de queda, otra de las medidas que varias regiones habían puesto sobre la mesa. La decisión se aplazó. "Hemos apreciado que no hay un consenso amplio todavía al respecto", explicó el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Fue el lunes, después de que el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero pusiera sobre la mesa la posibilidad de solicitar un toque de queda para la región, cuando el Ejecutivo cogió el guante y señaló que lo iba a estudiar. Eso sí, advirtiendo al Partido Popular de que una inciativa de este tipo requería la declaración del estado de alarma como soporte legal y que era conveniente que Pablo Casado se pronunciase sobre su disposición a aprobar prórrogas en el Congreso de los Diputados.