El futuro del PSOE
Gómez presiona a Rubalcaba para que las primarias se celebren en febrero de 2014
Muchos ojos y oídos estaban pendientes de lo que fuera a decir este viernes Tomás Gómez en un desayuno informativo en Madrid, y presentado por Carme Chacón. Muchas expectativas puestas. Y no defraudó a la audiencia. El secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM) puso fecha a las primarias abiertas que debe celebrar su partido para elegir al candidato a la Moncloa, a su referente electoral: febrero de 2014.
La rotundidad con la que Gómez se expresó supone un nuevo y abierto cuestionamiento a los planes de Ferraz. Alfredo Pérez Rubalcaba siempre ha sostenido que lo lógico es que la elección del candidato presidencial debe hacerse en fecha próxima a las generales. Pero el debate en el PSOE lleva meses desbordado, con más intensidad si cabe en estas semanas. La última concesión hecha por la dirección federal es que el calendario se pacte y se fije en el Comité Federal que siga a la Conferencia Política, que se celebrará en 15 días en la capital. Es decir, Ferraz apostó por que la eterna discusión de la fecha se sujetara hasta el Comité de diciembre-enero, Es más, siempre había advertido de que la hoja de ruta no podía salir de la Conferencia Política, porque esta se ha programado para discutir sobre el proyecto, la renovación ideológica del PSOE,
Pero Gómez empujó hoy a favor de acelerar los plazos. Ya en su discurso inicial [ver aquí el PDF], antes incluso de las preguntas de los periodistas. La Conferencia Política de noviembre, señaló, "debe servir para establecer el proyecto ideológico y político" del PSOE, "pero también para decidir entre todos el comienzo del proceso democrático" que culmine en la elección del candidato. "Entonces habrá llegado el momento de que el PSOE deje de debatir sobre quién no va a ser candidato y sí sobre quién sí va a ser. De dejar de señalar sólo los defectos de unos y otros para empezar a hablar de las virtudes de los unos y de los otros [...]. No hacen falta muchos [nombres] para empezar, pero hace falta empezar", abundó. Es decir, que las primarias no se pueden aplazar más.
Ya en el coloquio, Gómez hiló más fino. Subrayó que la Conferencia tiene "dos objetivos", la renovación del proyecto y la fijación de "plazos y fechas", y si alguno de los dos compromisos no se cierra, sería "no cumplir con todas las expectativas" puestas en el PSOE. No apostó por ningún nombre, ni siquiera por Chacón, a quien apoyó en el congreso de 2012 en Sevilla frente a Rubalcaba. Porque eso "no toca" todavía. Ni siquiera aclaró si él mismo intentará concurrir. "Una vez abierto el plazo, les aseguro que van a saber lo que pienso y lo que haré". Preguntado si será el aspirante socialista a presidente de la Comunidad de Madrid, se agarró a su disposición actual: "En este momento, sí".
Pero al asegurar que la propuesta que él haga de calendario al secretario general será que las primarias se hagan "en febrero de 2014", porque es una "fecha muy oportuna", rompía muchas costuras internas. Hasta ahora, sólo el manchego Emiliano García-Page, presente en el desayuno, había defendido abiertamente que la elección del candidato a la Moncloa se celebrase antes de las europeas del próximo mayo, pero ningún otro barón se había situado públicamente de su lado. Ahora está Gómez, jefe de la tercera federación más importante, tras Andalucía y Valencia (y dejando fuera al PSC). La toma de posición es importante por cuanto se estaba aquilatando la idea de que la mejor fecha era otoño de 2014.
Ni Rubalcaba ni el aparato en el desayuno
Chacón, por su parte, no puso fechas en la presentación que trenzó de Gómez. Había volado desde EEUU, donde marchó para ejercer como docente en el Miami Dade College, para mostrar su apoyo al líder del PSM. Y regresará para la Conferencia Política. La exministra y ex diputada por Barcelona centró su discurso en el debate soberanista. Pidió diálogo y "claridad" para solucionar la crisis entre Cataluña y España. Pero también defendió la llegada de una "nueva tripulación". Chacón evitó deliberadamente de ligar ese deseo con el relevo en la cúpula del PSOE, pero el auditorio entendió lo obvio, que hacía referencia a la marcha de Rubalcaba.
"Hay dos visiones muy distintas sobre la realidad que vivimos. Quienes creen que simplemente estamos atravesando una zona de turbulencias y que los problemas se superarán con el paso del tiempo. Su reacción consiste en aferrarse bien a los mandos y en recomendar 'abróchense los cinturones y permanezcan atentos a la señal luminosa'. Hay sin embargo quienes pensamos que el avión tiene problemas, en el motor, en el fuselaje, y que necesita pasar cuanto antes por el hangar para someterse a reformas serias. Y necesita también, con apremio, una nueva tripulación de refresco", explicó, de forma metafórica.
Luego la exministra de Defensa le puso tareas a ese nuevo equipo: "Esa nueva tripulación debe hablar otro lenguaje. Es urgente arrinconar cuanto antes el lenguaje del odio y del miedo, porque esa nueva tripulación debe dibujar un nuevo proyecto basado en la esperanza, movilizando emociones, la de avanzar juntos, la de convivir en el respeto de la diferencia, la de la concordia, la de la unión y la suma, las lenguas, los lazos familiares... entre catalanes y el resto de españoles. La ilusión de un nuevo proyecto común, la de edificar un país plural y decente, rico en diferencias y comprometido con la igualdad de derechos de todos los ciudadanos. Eso se llama para nosotros federalismo. Y sé que Tomás formará parte de esa nueva tripulación que tomará el rumbo". Chacón emboscaba así, dentro de su mensaje, su repetido apremio a que la renovación en el PSOE llegue "cuanto antes".
El secretario general allí no estaba. Hoy se veía con Artur Mas y el líder del PSC, Pere Navarro, en Barcelona. La dirección federal había enviado al desayuno a dos representantes de segundo nivel, Purificación Causapié y Rafael Simancas, el predecesor de Gómez en la jefatura del PSM. No había nadie del núcleo duro. Ni la número dos, Elena Valenciano (hospitalizada en Benidorm por una neumonía), ni Óscar López, el secretario de Organización, que tenía agenda de trabajo en Alicante. Dirigentes del PSM consideraban que la reunión de Rubalcaba con el president era una "contraprogramación", una afrenta casi a Gómez, además de una "torpeza" política. Desde Ferraz, la explicación era otra: ya se venía hablando de que el secretario general le explicaría directamente a Mas la propuesta federal del PSOE que se sustanció con la Declaración de Granada, y la cita se cerró el pasado miércoles, cuando se vieron Navarro y el líder del Govern. Para entonces ya se conocía que Chacón sería la encargada de presentar a Gómez en el desayuno informativo organizado por el Fórum Europa en el hotel Ritz de Madrid.
Los ecos del discurso del jefe del PSM llegaron a Barcelona. Pero él se centró en comentar su reunión con Mas y su oferta de reforma constitucional a cambio de que el president se olvide de la consulta. "Hoy estamos en otros temas. No estamos en temas internos del PSOE", respondió. La réplica más política la dio López en Alicante: "He escuchado esa opinión, pero también otras diferentes, todas ellas respetables. La decisión la tomaremos donde corresponde", que es en un "Comité Federal del Partido Socialista, y entre todos". No en la Conferencia Política, zanjó.
El desayuno en Madrid estaba poblado de cargos del PSM –encabezados por la número dos, Maru Menéndez y el presidente, Juan Barranco–, de parlamentarios y de dirigentes socialistas de otras federaciones: el portavoz en el Ayuntamiento, Jaime Lissavetzky; Amparo Rubiales (presidenta del PSOE andaluz y amiga personal de Chacón), el exministro José Blanco, el valenciano Ciprià Ciscar, la exconsejera andaluza Mar Moreno, el expresidente manchego José María Barreda, José Andrés Torres Mora, Gertrudis Alcázar (exsecretaria de José Luis Rodríguez Zapatero y miembro de la ejecutiva regional), los dirigentes de IU Madrid Gregorio Gordo y Antero Ruiz...
"La independencia no es deseable"
Chacón, como telonera de la conferencia, no se limitó a esbozar una semblanza elogiosa del líder del PSM. Como ella misma afirmó al comienzo de su intervención, cuando Gómez se lo ofreció, supo que tenía que volar a Madrid porque él quería así lanzar un "mensaje muy claro", que las ideas "son un lazo de unión más poderoso que la geografía o la partida de nacimiento". Y ahí enjaretó su rechazo al órdago de Mas. La crisis soberanista, dijo, es la "más urgente" de atajar, porque es la que "alimenta la espiral de enemistad entre Cataluña y el resto de España, que algunos llevan incubando desde hace tiempo y que está empezando a afectar de forma peligrosa a nuestra convivencia".
Aunque asumió que "todos" han cometido "errores" –también los socialistas, por tanto–, recordó que su partido no ha incitado el "odio" ni hzo del "enfrentamiento" el eje de la política. Combatió la visión nacionalista de una Cataluña que reniega de una "España parasitaria" y que "expolia", y también la de los españolistas que pintan una Cataluña "egoísta". Ambas percepciones son "falaces y tramposas". No hay recetas ni soluciones "infalibles", sí equivocadas, como el cruzarse de brazos, hacer el juego a Mas o lanzarse "a un pueril duelo de egos y disputas protocolarias", como las vistas en las últimas semanas. Por eso, señaló, es un "gesto de cordura" la entrevista de Rubalcaba y Navarro con Mas, porque "sin diálogo no hay solución".
Pero aquí venía la advertencia: el diálogo debe "basarse en la claridad", en lo que se entendió como una crítica al PSC por defender el derecho a decidir, con el que ella discrepa: "No basta con decir para una socialista que la independencia no es posible. Lo importante es que la independencia no es deseable. La ruptura no es deseable, porque entrañaría numerosos perjuicios para unos y para otros. El separatismo no quiere sólo que Cataluña salga de España. Quiere más: que España salga de Cataluña, que se rompa una parte de su ser, que se ampute una parte de sí misma".
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Chacón no habló expresamente de la consulta. Pero sí lo hizo Gómez que, justo al inicio de su discurso ante unos salones del Ritz atestados de dirigentes, empresarios y periodistas, abordó largo y tendido el conflicto territorial. Y, empleando la misma expresión que la nueva presidenta de la Junta, Susana Díaz, en el mismo foro, y a principios de mes, subrayó que el derecho a decidir "es una trampa". "¿Qué nos pasa a los socialistas? ¿Cómo es posible que los mayores fabricantes de conflictos territoriales vengan a darnos lecciones de amor a España? ¿Es que la quieren más aquellos que boicoteaban los productos de Cataluña?", inquirió. "La respuesta de los socialistas es el federalismo. Pero nadie debe confundirse: federar es unir, unir de manera más respetuosa con la identidad cultural de cada comunidad".
En ese punto, Gómez abordó la crisis económica, en la "promiscuidad obscena" del PP con el sector privado, la privatización de la sanidad pública hoy en suspenso y que el PSM promete revertir, la apuesta por una reforma fiscal "integral", las críticas a la ley Wert. Hasta entró en el coloquio la doctrina Parot –dio "afecto y calor" a las víctimas pero pidió "respeto al Estado de derecho– y en Eurovegas. Y también en las quinielas en la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. Dijo no haber hablado con el exministro de Defensa José Bono sobre una eventual candidatura a la alcaldía. ¿Y Lissavetzky? El líder del PSM no lo mencionó, pero sí previno a Ferraz: "El PSOE apuesta siempre por la democracia. La democracia nos hace más fuertes y más eficaces. Sería imposible que yo pueda promover a ningún candidato". Una forma de decir que rechaza los dedazos, las interfencias o un posible pacto (como se especula) por el que Rubalcaba cedería a Gómez el liderazgo de la lista a la Comunidad a cambio de que Lissavetzky haga lo propio en el Consistorio. En la cúpula regional traducían: el señalado por Gómez es Antonio Miguel Carmona, y si Ferraz se empeña en colocar al portavoz municipal, se forzarán primarias.