Griñán justifica su marcha del partido como la culminación del proceso de renovación en Andalucía

"Todo estaba escrito". El jueves pasado, en el debut de la presidenta de la Junta de Andalucía en Madrid, en el círculo más estrecho de José Antonio Griñán replicaban esta consigna a los periodistas de la capital. Una forma de decir que el relevo de Griñán, en el Ejecutivo autonómico y en el partido, estaba guionizado hace meses, años, y que a nadie podía sorprender. Pues bien, este lunes se despejó quizá una de las últimas incógnitas y de los últimos pasos que quedaban por dar para la completa entronización de Susana Díaz: la celebración inminente del congreso extraordinario del PSOE andaluz. Será a finales de de noviembre, justo después de la Conferencia Política del partido.

Como ya se había adelantado en las últimas horas, Griñán iba a hacer uso de la oportunidad del Comité Director del PSOE-A de este lunes –convocado con un único punto en el orden del día, elegir a los 108 de los 157 delegados andaluces al cónclave (los otros 49 son natos)– para anunciar su marcha también del partido y evitar una bicefaliatambién que a él, con Manuel Chaves, le supo mal. El secretario general cumplió las expectativas. Cuando el presidente del máximo órgano de dirección entre congresos le dio la palabra, se encaminó hacia el atril y sacó un folio.

No se entretuvo más que tres minutos de reloj

. Una intervención brevísima. "Es la primera vez que me dirijo a este Comité Director sin ser presidente de la Junta y va a ser la última en que lo haga como secretario general de los socialistas andaluces", comenzó. "Tengo el propósito de reunir el viernes [11 de octubre] al plenario de la ejecutiva regional para, según el artículo 27 de los estatutos del PSOE-A, convocar el congreso extraordinario en el que dejaré de ser secretario general", dijo de corrido desde el hotel Barceló Renacimiento de Sevilla, en la isla de la Cartuja. Griñán no precisó la fecha, pero fuentes de la dirección confirmaron a infoLibre que se celebrará los días 23 y 24 de noviembre, en Granada.

Apenas se explayó en las razones: ha empezado una "nueva etapa" en el socialismo andaluz, ya se ha culminado el proceso de renovación institucional y ahora "ha de completarse en lo orgánico". Es el "desenlace natural" de una estrategia que habrá de servir, señaló, para "recuperar la política como el mejor instrumento para construir una sociedad más justa y con más oportunidades desde liderazgo de una mujer que sé que es muy capaz de conseguirlo", Susana Díaz, su sucesora. Es el "todo estaba escrito" que se invocaba la semana pasada. O como también dijo Amparo Rubiales, la presidenta del partido, en el arranque del Comité Director de hoy: "Las estrategias se construyen, pero no se cuentan". 

Aplauso sostenido de dos minutos

Poco más. Subrayó que para él había sido "un honor, un estímulo intelectual y una pasión compartida" haber podido compartir el análisis de la realidad política y agradeció el apoyo de sus compañeros. "Y, sobre todo, sentiros a mi lado cuando en la soledad de la última decisión, te asaltan las dudas y la realidad te golpea y te impide culminar alguno de nuestros objetivos".

Sólo le quedaba a Griñán dirigirse a su heredera: "Gracias a todos y a todas. Y a Susana, porque lo estás haciendo tan bien que hasta tus perseverantes detractores hoy te miran con respeto". En el imaginario del partido ha quedado grabado el impacto de la conferencia de la presidenta la pasada semana en Madrid, donde deploró la estrategia de José Luis Rodríguez Zapatero con Cataluña, amonestó a Elena Salgado por anticipar los "brotes verdes" y criticó "la trampa del derecho a decidir", un doloroso pellizco al PSC, que lo defiende contra el criterio del PSOE. 

El plenario del Comité Director le correspondió con un largo aplauso de dos minutos en pie, arropando al dimisionario líder y a la segura próxima secretaria general, que subió al escenario para fundirse en un cariñoso abrazo con su valedor. A puerta cerrada, Griñán elogió la valía de su delfín: la defendió frente a quienes la critican por ser una "esponja" una mujer sin criterio propio que se deja llevar por lo que le asesoran en su entorno. "He aprendido más de ella que ella de mí", agasajó, elocuente.

Por lo demás, el Comité Director transcurrió con tranquilidad y duró apenas dos horas. Al final, se eligió por unanimidad a los 108 delegados propuestos al Comité Director. A ellos hay que sumar los otros 49 andaluces que pertenecen a los órganos federales y a otros 12 alcaldes, que se integran en el grupo de 50 regidores representativos por tramo de población. En total, 169 dirigentes. 

Griñán dejó la Junta en septiembre, renunció a su acta de diputado autonómico esta mañana y dejará el liderazgo del PSOE andaluz en noviembre, apenas 15 días después de la Conferencia Política, pero no está previsto que ceda la presidencia federal del PSOE, cargo desde el que ha apuntalado a Alfredo Pérez Rubalcaba en un tiempo de fuerte convulsión interna. Mantendrá, lógicamente, su escaño en el Senado, en el que apenas lleva sentado un mes. 

Primera mujer al frente del PSOE-A

Fue en un congreso extraordinario del PSOE-A, el 12 de marzo de 2010, cuando Griñán asumió las riendas del partido con el 99,8% de los votos, y será en otro congreso extraordinario en el que ceda el bastón de mando a Díaz. Griñán había accedido 11 meses antes a la Presidencia de la Junta tras la marcha de Chaves al Gobierno central, llamado por Zapatero para ocupar la Vicepresidencia Tercera y el Ministerio de Política Territorial. Se ponía fin a una bicefalia inédita desde 1990-1994, cuando Carlos Sanjuán era el secretario general del PSOE-A y Chaves el jefe del Ejecutivo autonómico. Antes que Sanjuán (1988-1994), Chaves (1994-2010) y Griñán (2010-2013), ocupó la secretaría general José Rodríguez de la Barbolla (1977-1988). 

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Cuando llegó a la cúpula del partido, Griñán no había ejercido cargos de responsabilidad en el partido. Sí en el ámbito institucional, ya que había sido ministro, vicepresidente segundo y consejero de la Junta y diputado en el Congreso y en el Parlamento andaluz. El perfil de Díaz es el opuesto: ha hecho su carrera en el PSOE andaluz, donde asumió la secretaría de Organización del partido en Sevilla en 2004 y la del PSOE andaluz en 2010. En 2012 Griñán la nombró consejera de Presidencia de la Junta y, el pasado junio, la lanzó a la carrera por la candidatura, que ganó sin obstáculos. 

Díaz se convirtió en la primera mujer presidenta de la Junta el pasado 7 de septiembre y será la primera mujer que dirija el PSOE-A. Su ascenso le obligará a dejar la secretaría general del PSOE sevillano, que tenía en sus manos desde julio de 2012. Su relevo se producirá en un congreso provincial extraordinario.