CASO KOLDO
“Ni 'in' ni 'out'”: las comisiones sobre la pandemia arrancan sin rasguños para el Gobierno
Las Cortes Generales están enfrascadas en una batalla de comisiones sin precedentes. En el centro, el caso Koldo y los contratos durante la pandemia. El Partido Popular ha confiado en este escenario para desgastar al Ejecutivo de Pedro Sánchez en una ofensiva diseñada para tratar de hacer caer al Gobierno con la idea de convertirlo en un supuesto caso Sánchez. Y en su punto de mira había dos grandes objetivos que podían hacer supuestamente tambalear todo: el propio Koldo García y el exministro Salvador Illa.
El lunes era la gran prueba de fuego con los dos viajando hasta Madrid para comparecer ante los parlamentarios. El exasesor de José Luis Ábalos era la pieza clave en la Cámara Alta, dominada por los populares, mientras que Illa iba al Congreso, a petición del PSOE anticipándose a su cita también en el Senado el próximo miércoles. Todo ello a cuatro días de que arranque la campaña de las catalanas y con las elecciones europeas ya a la vuelta de la esquina el próximo 9 de junio.
Pero el guion escrito por los populares no se cumplió ni en la sala Clara Campoamor del Senado ni en la sala Prim del Congreso. No hubo ni una gran revelación ni ningún gran titular en contra del Ejecutivo. Y a pesar del intento de arrinconar a Illa en la esquina del cuadrilátero, el ex ministro salió indemne del duelo con Elías Bendodo, quien trató en todo momento de vincularlo directamente con la trama de las mascarillas: “La Justicia le pisa los talones”.
"No se compró nada"
Elías Bendodo, el portavoz del PP en la comisión, esperaba a Illa con frases del sumario, como la conversación entre algunos de los integrantes de la trama: “Nos acaban de avisar que el ministro ha dado el ok. Estamos in”. A lo que el líder del PSC en el cara a cara parlamentario le replicaba: “Ni in ni out”. Y es que el dirigente socialista repitió en varias ocasiones que no salió “ni un euro” del Ministerio de Sanidad para la empresa del exasesor de Ábalos. Y relató así la situación: “Me vi una única vez con Koldo, le dirigí a los técnicos y el resultado es que no se compró nada”.
Illa llevaba muy preparada su comparecencia en el Congreso, como le confesó al propio diputado Carlos Flores, de Vox. Hasta entró con un dossier de 32 páginas sobre el proceso de contrataciones por parte de Sanidad en los momentos más duros de la pandemia, que hizo llegar a todos los grupos parlamentarios. Defendió la actuación "correcta" del departamento y argumentó que fueron eficaces en un momento durísimo donde había que acudir al mercado internacional, especialmente a proveedores de China. Llegó a relatar la sensación que había tenido apenas horas antes había pasado por el paseo del Prado, donde estaba su despacho, de camino al Congreso tras su viaje desde Sants. Aquel Madrid vacío que hoy está lleno de vida en sus calles de abril. Y rechazó criticar a las comunidades.
Olor a 12M
A Illa no sólo le tenía ganas del Partido Popular, sino que también subía el tono el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, en plena batalla en los sondeos en Cataluña, donde el PSC va en primera posición mientras que los republicanos luchan con fuerza contra Junts por el segundo puesto. “¿Cómo está usted?”, arrancaba irónico el republicano, “muy bien” respondía el socialista. Llegaba la munición sacando incluso su pasado como alcalde de La Roca y hacía esta comparación: “Usted pasaba por allí como Iñaki Urdangarin”. “Me ha decepcionado”, terminaba en un turno en el que hubo continuas interrupciones. “Si le timan tres veces, es que aquí hay tomate”, indicaba Rufián. “Viene por exmnistro no por candidato”, continuaba la pugna, con el consiguiente suspiro de Illa: “No he venido por voluntad propia”. El exministro también confesaba que no le había sorprendido el diputado y, además, negaba haber llevado a cabo un recentralización durante la pandemia. En ese tema también intentó más tarde hincar diente Míriam Nogueras (Junts), que pidió que fuera en catalán el intercambio. Todo con olor a 12M.
Mientras Salvador Illa comparecía, en el Senado también lo hacía el que fuera su jefe de gabinete, Víctor Francos, que reconoció que se había reunido hasta en tres ocasiones con Koldo García y que una vez el exministro le dijo que le llamaría el exasesor. Pero indicó que en ningún momento García le pidió algún “atajos” y que su departamento no contrató nada con la empresa Soluciones de Gestión.
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Francos llegó al Senado en plena resaca de la comisión tras el paso del propio Koldo por la mañana, que apareció con corbata roja y con su abogado a su lado. El exasesor de José Luis Ábalos prefirió guardar silencio en casi toda la sesión, que duró poco más de una hora. “Me acojo a mi derecho a no declarar”, repitió hasta en más de diez ocasiones cuando los diputados le formulaban preguntas. Él guarda sus palabras para el procedimiento judicial y para el magistrado que instruye la causa.
Pero eso no hizo que estallara en algún momento. “¿Tiene la conciencia tranquila?”.“Mucho”, dejaba como titular al responder a María Caballero, de UPN. Pero se animó al final cuando el PP, a través de Luis Santamaría, le reprochaba un comportamiento miserable. “Cree el ladrón que todos son de su condición”, le espetó al parlamentario popular, además de hacer un relato victimista de su vida actual: “Me han crucificado mediáticamente”. “¿Me van a llamar todos ustedes cuando me declaren inocente?”, lanzaba al vuelo en la sala Clara Campoamor.
Un lunes de alto voltaje en pleno ciclo electoral y con una jornada maratoniana de horas de comparecencias. Pero en el Palacio de La Moncloa y en Ferraz respiran tranquilos y creen que incluso se le ha vuelto en contra al PP como un bumerán. Fuentes socialistas sostienen que se está evidenciando que la comisión del Senado creada por los populares es “un despropósito”, donde solo ellos hablan de "maletas" o de la mujer del presidente. Además, consideran que Illa ha estado “solvente” ante Bendodo, de quien que creen que ha “pinchado” al no haberse “estudiado” ni el tema.