Encuestas electorales
IU también denuncia la cocina del CIS
Hace poco más de una semana, a las puertas de la Conferencia Política del PSOE, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicó su último barómetro, de octubre de 2013, que dejó un titular diáfano: el PP ampliaba su ventaja sobre los socialistas. Ya entonces Alfredo Pérez Rubalcaba denunció que el organismo público se había pasado con la "sal y la pimienta", con la cocina. Este lunes, Izquierda Unida también acusó al CIS de excederse, de "fabricar titulares" y de no hacer un "gesto de transparencia elemental": elaborar una proyección de voto mecánica, sin cocina, y explotando al máximo los datos provincia a provincia. Obrando así, y es lo que IU ha hecho, resultaría que el PP obtendría 125 escaños y el PSOE, 138. E IU lograría 35 diputados, por los 11 de los que dispone hoy. La participación estimada es del 69%.
Cayo Lara y su secretario federal de Acción Política y Electoral, Ramón Luque, acudieron este lunes a la rueda de prensa con un largo estudio entre las manos [ver aquí en PDF], con la intención de denunciar cómo a los ciudadanos "se le secuestran los verdaderos datos del CIS", aquellos que reflejan una fotografía "acabada" de la opinión pública. El documento tiene como base los cinco barómetros del CIS que median entre julio de 2012 y julio de 2013. Pero se analizan no los avances de resultados –aquellos que primero lanza el organismo, los que dan los titulares–, sino los microdatos, los números que se obtienen provincia a provincia y que el CIS cuelga en su web alrededor de dos meses después. El texto de IU, pues, no tiene en cuenta las cifras del sondeo de octubre de 2013, ya que aún no se han publicado esos microdatos.
Explotar los números de cinco encuestas consecutivas tiene la ventaja, para IU, de que permite tener datos abundantes de cada distrito. Y así resulta, en la práctica, una macroencuesta con una muestra de 12.409 entrevistados, tantos como suman los cinco barómetros. La federación escrutó por tanto los datos de todas las provincias, aproximó las respuestas de "no votaría a ningún partido" y los "no sabe/no contesta" a la abstención, y después procedió a asignar los escaños siguiendo el método D'Hondt, la Ley Electoral vigente. Se hace así una extrapolación lineal de resultados, teniendo en cuenta la intención directa de voto, el recuerdo de voto y la simpatía.
En total, hasta julio de 2013, el PSOE tendría una proyección de voto del 30%, el PP, del 26%, IU-ICV-CHA, del 12% y UPyD, del 7%. La traducción a escaños es la siguiente: 138 para el PSOE y 125 para el PP ("empate técnico", adujo Luque), 35 para IU y 15 para UPyD. El reparto de diputados, según las elecciones generales de 2011, fue de 186 actas para el PP, 110 para los socialistas, 11 para IU y 5 para la formación de Rosa Díez. Por detrás, según el análisis de la federación, quedarían CiU (11 parlamentarios, por los 16 de hoy), Amaiur (5, por los 7 de 2011), PNV (7, hace dos años, 5), ERC (9, por los 3 que tiene ahora), BNG y CC (1, perderían el segundo escaño), Compromís-Equo (1, igual que ahora) y Geroa Bai (2, uno más).
IU en todo momento habla de proyección "mecánica" de votos haciendo uso de las tres variables citadas: intención directa, recuerdo y simpatía. No alude a la estimación, que es el término que el CIS y otros institutos demoscópicos emplean para referirse a la asignación orientativa real de voto, al resultado tras la cocina. En su análisis, IU usa y se fija en los datos sin cocina.
Contra el mensaje de la "necesidad del bipartidismo"
Se trata, enfatizó Luque, de un ejercicio "sin precedentes" en España, del uso de datos que el Gobierno tiene en sus manos, "pagados por los contribuyentes" y que han permanecido "opacos a la opinión pública", tanto con Ejecutivos del PSOE como del PP. El dirigente reiteró que el CIS, que depende del Ministerio de la Presidencia, genera unos titulares con sus avances de resultados que responden a la "necesidad del bipartidismo" de dejar "incrustado" en los ciudadanos el mensaje de que ese es el "único escenario posible", cuando ya no es así. El estudio promovido por IU refleja una "caída espectacular" de las dos grandes fuerzas pese a los beneficios del sistema D'Hondt, "irreversible", y, en particular, un derrumbe del PP, que hace pensar que su derrota se vislumbre como factible. Luque reprobó al CIS por prever, con su cocina, que "las ovejas vuelvan al redil", por propalar la teoría de que los que hoy están indecisos vuelvan a apostar por los dos grandes en los próximos comicios.
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Los datos también reflejan una importante derivada: si se sumase la proyección de escaños de PSOE e IU, el total da 173 diputados, a tres de la mayoría absoluta. La federación no quiere hablar de escenarios de coaliciones futuras con los socialistas. Sólo de que será una "pieza fundamental" en el Estado y "en el conjunto de las comunidades autónomas". Y eso tomando los barómetros del CIS como base, que "de lejos no es la mejor encuesta para IU", pues sus predicciones son más conservadoras que las de los institutos privados –el CIS le otorga una estimación del 11,3%, cuando otros sondeos la sitúan en torno al 14%–. "Estamos muy lejos de los procesos electorales", recordó Lara. Ahora su formación está inmersa en una "política clara de alianzas" con sus socios tradicionales (ICV, por ejemplo) y otros nuevos (como Chunta o Anova), y articulando el bloque social y político. Y de ahí no se moverá por ahora. El PSOE, criticó, "no se lava la cara sólo con la imagen" sino cambiando su estructura, línea programática y acciones. "No me importan los actores, me interesan los hechos concretos", insistió el coordinador antes de censura el comportamiento de los socialistas en Asturias, donde "dieron marcha atrás" para reformar la ley electoral.
Otra cosa es la experiencia de cogobierno en Andalucía, donde los ciudadanos "valoran de forma más positiva" las aportaciones de IU, como el decreto antidesahucios o la promesa de que no faltará la calefacción y el agua a las familias sin recursos.