Juan Carlos firma la abdicación y cede la silla a su heredero

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A las 18.13 horas el rey Juan Carlos sancionaba su última ley. La de su abdicación, la que pone punto final a casi 39 años de reinado. No hubo palabras, como se preveía, pero se sabía que habría un gesto. Y lo hubo: le cedió el sitio de honor a su hijo Felipe, como imagen del relevo en la Corona. A medianoche, el príncipe se convertirá en el nuevo rey, y mañana será proclamado como tal en el Palacio del Congreso.

La Zarzuela había diseñado un acto "solemne" y corto para visualizar el epílogo del reinado de Juan Carlos I. Cursó invitaciones para unas 160 personas –poderes del Estado, presidentes de comunidades autónomas, los tres padres vivos de la Constitución...– y las reunió en el Salón de Columnas del Palacio Real. A las seis de la tarde, y recibidos por aplausos, entraron en la sala Juan Carlos y Sofía, los todavía príncipes, Felipe y Letizia, y sus hijas, Leonor y Sofía. El himno de España sonó por primera vez

El punto clave de la ceremonia, que al final se prolongó 15 minutos, fue la sanción y promulgación de la Ley de Abdicación. Tras la lectura de la norma, Juan Carlos se levantó de su sillón y, trabajosamente, se dirigió con bastón hacia la Mesa de las Esfinges, esquinada hacia la derecha. Ligeramente agachado sobre ella, estampó su firma. A continuación, Mariano Rajoy la refrendó, con la misma pluma estilográfica. El monarca se dirigió después a su sitio, de nuevo con el apoyo. Tras detenerse un segundo y besar fríamente a la reina, abrazó con calidez y largamente a su hijo. Entonces, le empujó para que ocupase su sillón, el central, el que simbolizaba la Corona. Él pasó a ocupar la butaca de al lado, la que hasta ese momento tenía su hijo, y se quedó junto a Letizia, algo tambaleante. A ella no la besó. La sala prorrumpió en una larga ovación hacia Juan Carlos. Su esposa y los todavía príncipes, también. 

Las cámaras captaron a un rey con los ojos vidriosos, emocionado, cerca del lloro. Felipe, mientras seguía el aplauso, llamó a su lado a sus dos hijas, y enseguida hizo lo mismo su padre. La mayor, Leonor, de 8 años, que a medianoche se convertirá en princesa de Asturias, le abrazó con tanto ímpetu que le derribó en su silla. Juan Carlos se levantó de inmediato y besó a sus dos nietas. Ambas luego se dirigieron a su abuela, quien también las abrazó con ternura. El himno nacional sonó de nuevo.  

La sanción de Juan Carlos llegó tras la lectura de dos textos. Gabriel Sistiaga, jefe de protocolo adjunto, recordó el escrito que el monarca trasladó a Rajoy el pasado 2 de junio, por el que le señalaba la voluntad de abdicar la Corona. Después, Jaime Pérez Renovales, subsecretario del Ministerio de la Presidencia, leyó la ley orgánica 3/2014, la Ley de Abdicación, que incluye como preámbulo el mensaje televisado de despedida de Juan Carlos. En esos momentos, se sucedieron los gestos, las miradas cómplices y el intercambio de confidencias entre el rey y Felipe, entre la próxima reina Letizia y sus hijas... 

El rey Juan Carlos recibe un prologado aplauso

El Salón de Columnas tenía tres focos de atención. La fila de Juan Carlos, Sofía, Felipe y Letizia, en el lugar preeminente, en el centro. A la derecha, la bancada con Leonor y Sofía, la infanta Elena –no Cristina ni su marido, Iñaki Urdangarin, desterrados de la agenda oficial desde el estallido del caso Nóos y excluidos por completo de todos los actos de sucesión de la Corona– y las hermanas del monarca saliente, Pilar y Margarita. A la izquierda, la mesa en la que el jefe del Estado y el presidente del Gobierno rubricaron la ley, y una bancada con las principales autoridades del Estado: Rajoy y su mujer, Elvira Fernández, los presidentes del Congreso y del Senado, Jesús Posada y Pío García-Escudero, y los del Tribunal Constitucional y del Supremo, Francisco Pérez de los Cobos y Carlos Lesmes. 

Todos los presidentes, menos Mas y Urkullu

Entre los invitados, en primera fila, se sentaba el primogénito de Elena, Felipe Juan Froilán. También se congregó el Gobierno en pleno, además de los expresidentes Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero y todos los presidentes autonómicos, con la excepción del catalán, Artur Mas, y el lehendakari, Iñigo Urkullu. El president de la Generalitat envió a su número dos, Joana Ortega. Del PNV y del Gobierno vasco no acudió ningún representante, informa Europa Press. 

A la ceremonia acudieron los diputados del PP Alfonso Alonso, Rafael Hernando, Teófilo de Luis, Beatriz Rodríguez-Salmones y Celia Villalobos. Por parte del PSOE, su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, y los portavoces de Congreso y Senado Soraya Rodríguez y Marcelino Iglesias, así como el portavoz de la Entesa, el expresident José Montilla. CiU estuvo representada por Josep Antoni Duran i Lleida, Josep Sánchez Llibre, Pere Macías y el senador Josep Lluís Cleries. También estuvo Rosa Díez, líder de UPyD. 

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La lista se alargaba hasta los más de 160 invitados. El nuncio de la Santa Sede en España, Renzo Frattini, en representación del cuerpo diplomático; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, representantes de la patronal y los sindicatos, los exjefes de la Casa del Rey Alberto Aza y Fernando Almansa, los tres ponentes de la Constitución que están vivos (Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez Llorca y Miquel Roca), la defensora del Pueblo, el fiscal general del Estado, los presidentes de las Reales Academias y de las Reales Maestranzas, y el decano de la Diputación Permanente del Consejo de la Grandeza, Alfonso Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, duque de Híjar.

A medianoche, se publicará la Ley de Abdicación y Felipe se convertirá en rey, y su primogénita, en princesa de Asturias. Mañana, la jornada comenzará con la imposición de Juan Carlos a su hijo del fajín de capitán general en la Zarzuela, a las 9.30. A las 10.30, la proclamación en sesión conjunta de las Cortes. Luego, el recorrido por el centro de Madrid, el saludo en el balcón del Palacio Real y la recepción ante 2.000 invitados. Al relevo en el trono le quedan horas. 

Juan Carlos I abdica la Corona con la sanción de la ley

A las 18.13 horas el rey Juan Carlos sancionaba su última ley. La de su abdicación, la que pone punto final a casi 39 años de reinado. No hubo palabras, como se preveía, pero se sabía que habría un gesto. Y lo hubo: le cedió el sitio de honor a su hijo Felipe, como imagen del relevo en la Corona. A medianoche, el príncipe se convertirá en el nuevo rey, y mañana será proclamado como tal en el Palacio del Congreso.

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