A Alberto Núñez Feijóo se le multiplican las voces que, dentro del Partido Popular, rompen el discurso de unidad con el que quiere pedir la investidura en el Congreso. Si su disposición inicial a hablar con Junts dejó en evidencia la estrategia defendida por el PP catalán en los últimos años hasta el punto de motivar una respuesta pública de su presidente en Cataluña, Alejandro Fernández, y de la influyente diputada por Barcelona Cayetana Álvarez de Toledo, ahora es nada menos que el influyente barón andaluz el que pide paso.
En plena apelación a la “igualdad entre todos los españoles”, con la que Feijóo trata de poner en evidencia las reivindicaciones de los gobiernos de Cataluña y el País Vasco y la disposición del PSOE a abordar cambios en el modelo territorial, el presidente de Andalucía, Juanma Moreno (PP), citará a partir de este viernes en la sede de su gobierno a los líderes de todos los partidos para proponerles reivindicar conjuntamente “la singularidad” de Andalucía.
Moreno iza así la bandera andaluza en medio del debate territorial, en una estrategia que busca movilizar a los votantes en la idea de que el PSOE favorece a los territorios del norte y presentarse a sí mismo como el defensor de Andalucía.
Fuentes próximas a Juanma Moreno ya han traslado su intención de entregar a los portavoces de los demás grupos “una propuesta de diálogo en defensa de los intereses de Andalucía”. Lo que el presidente andaluz les va a plantear es la necesidad de alcanzar un gran acuerdo de todos los partidos para defender ante la Unión Europea el reconocimiento de una ‘singularidad’ para Andalucía”.
Debate territorial
El argumento para presentar esa demanda es que se trata del territorio de la Unión Europea “más expuesto al cambio climático y la sequía”, pero Moreno no oculta que busca un consenso con las demás fuerzas políticas en materia de financiación autonómica y “debate territorial” que definitivamente pondrá a Andalucía en el mapa de la discusión que quieren abrir los partidos soberanistas vascos y catalanes.
El objetivo de Juanma Moreno es demandar el reconocimiento de esa “singularidad” ante la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a la que ya ha pedido audiencia. La apelación a la diferencia no es original. Otros territorios como Canarias e Illes Balears han hecho de ella —en su caso se trata de la insularidad— uno de los ejes sobre los que cimentar sus reivindicaciones económicas e incluso su identidad.
Las reuniones se desarrollarán a partir de las 9:30 horas en el Palacio de San Telmo de Sevilla con los representantes de los grupos, de mayor a menor, de manera que el primero en reunirse con el presidente será el portavoz del PP andaluz, Toni Martín. Seguirán, el presidente del Grupo Socialista y secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas; el portavoz de Vox, Manuel Gavira; la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, y el portavoz de Grupo Mixto-Adelante Andalucía, José Ignacio García.
Juanma Moreno, uno de los pocos barones del PP que no dependen de Vox o de otros partidos para decidir el rumbo de su territorio, ya se distinguió de sus compañeros cuando se abrió, la semana pasada, a considerar la propuesta del lehendakari Iñigo Urkullu para avanzar en el modelo territorial sin tener que modificar la Constitución.
El ‘plan Urkullu’
Entonces reivindicó el lugar de Andalucía en ese debate, porque “conquistó su autonomía por la misma vía que el resto de las comunidades históricas y eso hay que respetarlo. Está bien dialogar para avanzar en autogobierno, como plantea Urkullu, pero sin relegar a nadie y siempre dentro de la Constitución”.
El domingo, en el acto del PP de apertura del curso político, fue más enfático: “Algunos pretenden que haya una España privilegiada y otra sumisa… Plantaremos cara. Mientras sea presidente de todos los andaluces, no voy a permitir que se pisoteen los intereses de Andalucía. Defenderé con uñas y dientes nuestra autonomía y la igualdad entre los españoles”.
El movimiento de Juanma Moreno tiene lugar apenas unas horas después de que Feijóo haya reconocido que el “encaje” de Cataluña en España constituye un “problema” al que hay que dar solución, un hecho sin precedentes en un presidente del Partido Popular. Ni José María Aznar, ni Mariano Rajoy, ni Pablo Casado admitieron nunca que hiciese falta modificar nada para solucionar el conflicto político en Cataluña e invocaron siempre la validez del modelo territorial vigente sin necesidad de impulsar ningún cambio.
Este mismo jueves el presidente del PP se reafirmó en sus palabras, aunque insistió en que lo que propone es una solución que en todo caso estaría dentro de la Constitución.
El PNV presiona
El Plan Urkullu, sobre el que Moreno dijo estar dispuesto a hablar, plantea una “interpretación constitucional específica que, sin necesidad de modificación previa de la Constitución, hiciese posible un avance sustancial en el carácter plurinacional del Estado”. En particular en las comunidades “que contaban con un modelo de autogobierno previo a la Constitución de 1978” (Galicia, Euskadi, Cataluña y Navarra). Es decir, sin hacer referencia a Andalucía.
De negar a reconocer el problema: Feijóo admite que Cataluña necesita "encaje" en España pero no dice cómo
El PNV, cuyos cinco votos en el Congreso son decisivos también para una investidura de Pedro Sánchez, insiste en este planteamiento. Su presidente, Andoni Ortuzar, confirmó el martes que sobre la mesa de negociaciones con el PSOE “va a estar, sí o sí”, el “encaje nacional de Euskadi” en el “nuevo marco estatal”.
Hablar de “la cuestión territorial”, declaró, es “ya inevitable”. “Antes era aconsejable, pero ya en este momento político y con la situación política que ha salido del 23 de julio, no tiene mucho sentido que los partidos que se dicen progresistas del Estado español dependan de los partidos nacionalistas vascos y catalanes y no quieran hablar de la cuestión nacional de Euskadi y Cataluña“, aseguró en los micrófonos de Onda Vasca.
“No llamemos a las cosas con eufemismos”, precisó. Hay que hablar “del encaje nacional de Euskadi y Cataluña, y en su caso Galicia si quisiera”. “Hay una gran oportunidad histórica para consolidar un nuevo modelo de Estado, respetuoso con los hechos nacionales”.
A Alberto Núñez Feijóo se le multiplican las voces que, dentro del Partido Popular, rompen el discurso de unidad con el que quiere pedir la investidura en el Congreso. Si su disposición inicial a hablar con Junts dejó en evidencia la estrategia defendida por el PP catalán en los últimos años hasta el punto de motivar una respuesta pública de su presidente en Cataluña, Alejandro Fernández, y de la influyente diputada por Barcelona Cayetana Álvarez de Toledo, ahora es nada menos que el influyente barón andaluz el que pide paso.