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Junqueras niega reproches en su primer encuentro con Puigdemont desde 2017 pero evitan comparecer juntos

Oriol Junqueras y Carles Puigdemont antes del inicio de su reunión en Waterloo.

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El expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, y el exvicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras, se han reencontrado este miércoles en la vivienda del eurodiputado en Waterloo, en la primera cita entre ambos desde que el primero huyera de España en 2017, según informa Europa Press.

Tras una reunión de dos horas en la casa de Puigdemont en Waterloo, Junqueras ha calificado el reencuentro de "emotivo" y ha negado que hubiera reproches, después de verse las caras por primera vez desde octubre de 2017, aunque han limitado su presencia juntos y han evitado comparecer conjuntamente. El líder de Esquerra ha hecho declaraciones en solitario en las que ha asegurado que el reencuentro con Puigdemont ha sido "agradable" y "familiar" y lo ha limitado a un acercamiento personal.

El almuerzo no ha servido para profundizar en el rumbo del proyecto independentista, según ha indicado Junqueras. "Hemos hablado de la situación personal y de las familias, así como del compromiso compartido de luchar contra la represión", ha declarado en su comparecencia ante periodistas.

Sobre las posibles discrepancias con Puigdemont en el primer encuentro desde que huyera de España tras la declaración unilateral de independencia, el líder de ERC ha negado que hubiera reproches y ha dicho que ambos coinciden en la denuncia de la represión y en hacer frente común por la amnistia. "No tengo por costumbre reprochar nada a nadie, y en sentido contrario tampoco. Ningún reproche y sí un compromiso explícito de luchar por la represión que todos sufrimos y sufre el conjunto de la sociedad", ha señalado sobre los detalles del encuentro.

Según Junqueras, dentro de la vivienda sí ha habido varios abrazos con el expresidente, pese a que frente a los periodistas solo han compartido espacio en la foto de familia junto a la expresidenta del Parlament Carmen Forcadell, y los exconsellers Raül Romeva, Dolors Bassa y Meritxell Serret, que han acompañado a Junqueras.

En todo momento, el dirigente de ERC ha limitado el alcance del encuentro a un acercamiento personal y para intercambiar experiencias tanto de quienes han estado en prisión como de los que se encuentran fuera de España. "Es un placer reencontrarme con los compañeros y con los amigos", ha zanjado.

Sobre las fianzas exigidas por el Tribunal de Cuentas a funcionarios, exaltos cargos y cargos de la Generalitat por la acción exterior del Govern, el líder republicano ha cargado contra la "represión económica" que, a su juicio, ejerce la institución y ha asegurado que es un órgano "político, formado por políticos y de designación política". "Está caducado y no se renueva simplemente porque el PP no quiere perder la mayoría que tiene para continuar ejerciendo una represión económica en contra de la disidencia política en lugar de investigar los casos de corrupción escandalosos que afectan al PP", ha argumentado, añadiendo que su partido al contrario que los 'populares' no tiene casos de corrupción.

El de este miércoles ha sido el primer encuentro entre los máximos líderes independentistas en casi cuatro años, un tiempo en el que han exhibido sus diferencias y los partidos que dirigen han chocado constantemente por el rumbo del proyecto independentista. La cita ha tenido lugar en la residencia de Puigdemont a las afueras de Bruselas, después de que el expresidente evitara el encuentro en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo a la que acudió Junqueras este martes.

Junqueras ha llegado pasadas las 14.00 horas a la ciudad a las afueras de Bruselas junto a Forcadell, y los exconsellers Romeva, Bassa y Serret. El último trecho hasta la casa de Puigdemont lo han hecho a pie, momento en el que han saludado a media docena de simpatizantes independentistas que les han recibido al grito de Unidad y con banderas esteladas, bajo los flashes de las cámaras de la treintena de periodistas que había congregados.

En un primer momento, el líder de ERC ha subido la escalinata de la casa sin que nadie le haya salido a recibir, aunque minutos después Puigdemont ha escenificado el reencuentro independentista con una foto de familia a la entrada de su residencia junto a los que fueron miembros de su Govern, a la que se han unido el eurodiputado y exconseller Toni Comín, y el rapero Josep Miquel Arenas, conocido como Valtonyc.

Primera cita en casi cuatro años

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Se trata de la primera cita entre ambos en casi cuatro años, un tiempo en el que han exhibido sus diferencias y los partidos que lideran han chocado constantemente por el rumbo del proyecto independentista.

De hecho, el reencuentro se produce en la residencia de Puigdemont, después de que el expresident evitara el encuentro en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo a la que acudió Junqueras este martes. Tras la reunión en Waterloo, no habrá declaraciones conjuntas y se espera que solo sea el líder republicano quien atienda a la prensa.

A finales de octubre de 2017, tras la declaración unilateral de independencia, Puigdemont huyó a Bélgica para evitar la acción de la justicia, mientras que Junqueras sí que fue a declarar ante la Audiencia Nacional y entró en prisión en noviembre. Desde que obtuvieron los indultos, los presos del 1-O han comenzado a reencontrarse con los dirigentes independentistas en el extranjero: la semana pasada los excarcelados de ERC visitaron a la secretaria general del partido, Marta Rovira, que está en Ginebra.

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