La Palma
La lava del volcán de La Palma arrasa 866 hectáreas y destruye 2.185 edificaciones
La lava que expulsa el volcán ha arrasado ya 866,1 hectáreas de superficie en La Palma —54,3 más en las últimas 48 horas— y ha destruido 2.185 edificaciones —229 más, según la última actualización del programa espacial Copernicus de la Unión Europea.
Ante la cercanía de la lava, en la noche de este miércoles se ordenó la evacuación de los vecinos de los barrios de Las Martelas (Los Llanos de Aridane), Marina Alta, Marina Baja, La Condesa y Cuesta Zapata (Tazacorte), en total, casi medio centenar de viviendas. A partir de las 20.30 horas las personas afectadas por esta orden de evacuación abandonaron sus viviendas, con sus pertenencias y animales domésticos, y se dirigieron "a los puntos de reunión ubicados", explicó el Pevolca.
Por otro lado, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado en la noche de este miércoles —desde las 22.00 horas— más de 50 terremotos al sur de Cumbre Vieja. El más intenso, sentido por la población, ha sido en Mazo y ha tenido una magnitud 4,3 a las 02.14 horas y una profundidad de 37 kilómetros.
La erupción provoca grandes penachos de dióxido de azufre en África, Europa y Caribe
Por otro lado, según se desprende de la monitorización que los científicos del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus, el volcán ya ha provocado que grandes penachos de dióxido de azufre se hayan desplazado por el norte de África, Europa y el Atlántico hasta el Caribe. La monitorización realizada sobre la evolución de la columna total de dióxido de azufre (SO2) se inició a las 00.00 horas del 19 de octubre y se basan en observaciones satelitales de las columnas totales de SO2 (esto es el número de moléculas de SO2 existentes por unidad de superficie en una columna formada desde la superficie hasta la capa superior de la atmósfera).
Los científicos del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) llevan haciendo un "estrecho seguimiento" del impacto sobre la composición atmosférica del volcán desde que entró por primera vez en erupción el 19 de septiembre de 2021, lo que incluye el desplazamiento de grandes penachos de dióxido de azufre (SO2) a lo largo de miles de kilómetros. Este volcán, que ha entrado en erupción por primera vez en 50 años, tiene múltiples coladas de lava que "han causado estragos, sin dar señales de remitir después de casi un mes".
Los científicos apuntan que cuando el volcán entró en erupción el 19 de septiembre de 2021 los penachos recorrieron principalmente el norte de África y los países del sur de Europa, entre ellos España y Portugal, y posteriormente alcanzaron el norte y el oeste de Europa. Sin embargo, la dirección del viento cambió a principios de octubre y el CAMS rastreó los penachos de SO2 que recorrieron una distancia aproximada de 5.000 kilómetros hasta el Caribe. Además de información sobre el SO2, también se aportan datos sobre materia particulada atmosférica, tanto en términos de concentración como de profundidad óptica (AOD, por sus siglas en inglés).
El cono del volcán tiene unos 200 metros
La formación del cono del volcán tiene en la actualidad unos 200 metros y la altura final dependerá de la duración del fenómeno o el tipo de material expulsado. Según ha informado Meteored, un volcán puede crecer mucho en altura, alcanzando incluso miles de metros, pero estas altitudes se consiguen con mucho tiempo gracias a la estratificación de nuevas erupciones sobre las más antiguas.
En este sentido, destaca el pico del Teide que tiene 3.718 metros sobre el nivel del mar, mientras que para hacer una hipótesis sobre la posible altura futura del cono de La Palma habría que considerar muchos parámetros, como la duración de la erupción o el tipo de materiales emitidos.
Se derrumba parte del cono principal del volcán de La Palma
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En cuanto a la forma del volcán, dependiendo de la composición química de la lava, y de la explosividad, se pueden generar volcanes con laderas poco inclinadas u otros con laderas muy inclinadas. En este último caso se genera un cono, que se forma por la alternancia de coladas de lava solidificadas y material piroclástico que ha caído.
Por su parte, el geólogo de Meteored (tiempo.com), Lorenzo Pasqualini, ha señalado que lava que emite el volcán es un aspecto a considerar cuando se evalúa el peligro, ya que cuando alcanza un centro habitado, "la destrucción es máxima y prácticamente irreversible". Además, este material tardará siglos en ser erosionado y volver a tener una morfología habitable, durante mucho tiempo se quedará un territorio de "malpaís".
En el caso de La Palma, la lava ha tenido características distintas a lo largo de este primer mes de erupción. Al principio era de tipo viscoso, y así las coladas se caracterizaban por ser lentas, pero luego se han observado coladas lávicas bastante más rápidas, debido al aporte de lava más fluida. También hay que considerar que, a medida que la lava va alejándose de la boca eruptiva, se va enfriando y se vuelve más viscosa y lenta. Asimismo, la parte más superficial de una colada de lava puede solidificarse por el contacto con el aire más frío y, mientras tanto, en profundidad continuar fluyendo, formándose los denominados "túneles de lava", que en ocasiones pueden alcanzar varios kilómetros de longitud.