Crisis del coronavirus
Mayores de 80 años y personas sin vacunar copan el centenar de muertos diarios por covid-19
Los titulares que diariamente informan de la evolución de la pandemia en España han sido similares durante todo el mes de agosto. La incidencia baja, pero el número de fallecidos parece tener un mínimo difícil de atravesar. Desde el pasado 16 de agosto, y según los datos que ofrece el Ministerio de Sanidad, ha habido más de un centenar de muertes diarias por covid-19, un número demasiado elevado que muestra el impacto de una quinta ola iniciada con contagios entre jóvenes y que, sin embargo, ha sido menos letal que las anteriores. Pero, ¿por qué aun así continúa habiendo tantos fallecimientos? ¿Quiénes son las personas que siguen muriendo a causa de la infección por coronavirus? Según los expertos consultados por infoLibre, la respuesta es clara: aquellos que no tienen la pauta vacunal completa y, una vez más, los mayores.
Puede parecer paradójico. Al final, quienes siguen engrosando las listas de fallecidos por covid son dos grupos de personas que se encuentran en las dos caras opuestas de una misma moneda: los que no han sido inmunizados y los que sí. Pero tiene explicación. El epidemiólogo Pedro Gullón aclara que, aunque el porcentaje de vacunación de los mayores de 80 años es del 100%, no se puede olvidar que son estos los que más peligro tienen de sufrir consecuencias graves por la infección. Al final, lamenta, una persona de 80 años vacunada tiene más probabilidades de fallecer por el virus que una de 20 que todavía no ha sido inmunizada.
José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, lo comparte. "Lo normal es que las personas que siguen falleciendo sean mayores porque tienen un deterioro generalizado de su estado de salud", explica. "La vacuna protege, pero no esteriliza. A una persona de 80 años con problemas de inmunidad se le puede complicar la enfermedad y aunque aparezcan como fallecidos por covid la realidad es que han muerto por una complicación de las patologías que ya tenían", añade. No obstante, critica que el Ministerio de Sanidad no certifique esta afirmación a través de los datos y pide, como ya lo hizo con la incidencia acumulada, que las cifras se desglosen por grupos de edad. Así, sostiene, se puede luchar contra el virus con más datos en la mesa y, por ende, más efectividad.
Aun así, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) sí ofrece un panel con datos más específicos sobre el impacto del covid en España. Detalla, por ejemplo, si los fallecidos eran hombres o mujeres, en qué provincia vivían y qué edad tenían —aunque son cifras generalmente inferiores a las ofrecidas por el departamento de Carolina Darias porque este último añade casos anteriores que a veces engordan los datos, dice Gullón—. Acercando la lupa a esos informes, lo afirmado por ambos epidemiólogos se confirma. Todos los días, el mayor número de muertes se produce entre los mayores de 80 años.
Por ejemplo, el pasado 16 de agosto, de los 75 muertos que aparecen en los datos del ISCIII, 43 (el 57,3%), tenían más de 80 años. El día siguiente, el 57%. Y al siguiente, el 60%. El esquema se repite siempre de esa forma: a medida que la edad crece, el número de fallecidos hace lo propio.
Ocurrió lo mismo durante el mismo periodo de 2020, en el que, además, se observa que la mortalidad era menor. Pero eso también tiene una explicación, dice Gullón, y poco tiene que ver con que la vacuna no sea efectiva. Entonces la incidencia acumulada a 14 días (los casos entre 100.000 habitantes) era muy inferior a la de ahora. "La incidencia de ahora no tiene nada que ver con la de agosto del año pasado, que ahora consideraríamos mínima. En aquel momento hablábamos de un comienzo de una segunda ola", pero ahora estamos inmersos en la quinta, argumenta.
Aun así, asegura él y Martínez Olmos, la letalidad ha disminuido muchísimo. ¿Qué quiere decir esto? Que las vacunas han conseguido que para un mismo número de casos los fallecimientos sean menores. "Lo que hay que tener en cuenta es que con la incidencia tan alta que tenemos ahora y sin vacunas, las cifras de muertes serían muchísimo más altas", dice Gullón. "Un centenar de muertes al día impacta a nivel psicológico porque con la vacunación pensábamos que estábamos ya al final del túnel, que la vacuna protegía del todo, pero lo cierto es que la mortalidad, el número de fallecidos entre los contagios, ha bajado muchísimo", añade Martínez Olmos.
No vacunados, el otro perfil en peligro
Pero no son solo los mayores. Según los dos expertos consultados, el otro perfil de ciudadanos que forman parte del centenar de fallecidos diarios por covid-19 son los que todavía no han recibido la pauta completa de vacunación. Y no son pocos. Según el informe publicado por el Ministerio de Sanidad este jueves —el último disponible antes de cerrar esta información—, hay alrededor de un 10% de la población diana que todavía no ha recibido la pauta completa. Si tienen que recibirla algo más de 27 millones de españoles, lo han hecho menos de 25, el 91,7%, según la información del departamento de Carolina Darias, que muestra que Melilla es el lugar donde peor ritmo de vacunación se lleva: hasta este jueves solo habían recibido las dos dosis de la vacuna el 82,2% de los mayores de 12 años. Extremadura, con el 96,6%, se encuentra en el lado opuesto de la lista.
Por grupos de edad, es el de 12 a 19 años el que menor porcentaje de vacunados acumula. Es, concretamente, del 20,4%, algo que podría complicar la inminente vuelta al cole. Tras ellos, tan solo el 52,2% de los jóvenes entre 20 y 29 años han recibido las dos dosis de la vacuna. Los expertos recuerdan que estos grupos tienen menos posibilidades de sufrir las consecuencias graves del covid-19 y que la enfermedad les llegue a provocar la muerte, pero también señalan que, aun así, el riesgo está ahí. Además, entre las personas más mayores, exceptuando el grupo de mayores de 80 años, la vacunación no ha alcanzado el 100%. Así, por ejemplo, entre los que tienen 70 y 79 años han recibido la pauta completa el 98,4% y entre los de 60 y 69, el 95,1%.
¿Y una tercera dosis?
La situación se produce al mismo tiempo que ya se ha abierto el debate de administrar una tercera dosis de la vacuna, algo que quizás aumenta su sentido teniendo en cuenta el hecho de que los mayores de 80 años, a pesar de tener la pauta completa, fallecen. La ministra de Sanidad aseguró a este respecto este miércoles que España está "preparada" para inocularla y que el grupo de expertos en vacunas, que se encuentra trabajando en la posibilidad, podría llegar a una conclusión la semana que viene. "Esperemos que la próxima [semana] tengamos una posible propuesta donde pueda determinarse cuándo y, en cualquier caso, a qué colectivo vacunamos con la tercera dosis", dijo en rueda de prensa tras la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
La incidencia baja hasta los 360 casos y Sanidad notifica 12.445 casos y 121 muertos
Ver más
No obstante, también ha recordado que se continúa a la espera de la posición de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) sobre la conveniencia o no de ampliar la pauta de vacunación. "El pronunciamiento de la EMA siempre es importante, igual que saber el resultado de los ensayos clínicos, pero la decisión va a depender de las autoridades sanitarias de Salud Pública", aseguró la ministra. Sin embargo, los expertos consultados rechazan radicalmente que la decisión de esas autoridades se produzca antes de la de la EMA.
"La decisión de ponerla, a la población en general o a grupos específicos, tiene que tener el aval de las agencias de medicamentos. Y esa decisión todavía no está", dice Martínez Olmos, que cree que el aval para que la reciban personas con problemas de inmunidad (como pacientes trasplantados, por ejemplo) llegará pronto, algo que también intuye Gullón. "Para inmunodepresivos, llegará pronto", dice. Ahora bien, para la población de tercera edad no está tan claro.
"A día de hoy la evidencia dice que la inmunidad de la vacuna es duradera, y cuando no es necesario no se tiene porqué administrar otro medicamento", dice Martínez Olmos, que también destaca el hecho de que aprobar terceras dosis limitaría el acceso a las vacunas de países más pobres, algo que no es para nada recomendable. "Si no conseguimos el acceso universal a las vacunas pueden generarse nuevas variantes que podrían hacer inútiles las vacunas actuales", advierte. De momento, toca esperar.