Muere a los 100 años Virgilio Fernández, el último brigadista español que luchó por la II República

Luchó por la IIRepública hace más de 80 años, pasó por un campo de concentración francés, se exilió a México y se mantuvo fiel a sus convicciones comunistas hasta el final. Virgilio Fernández del Real, el último español en combatir en las Brigadas Internacionales, fallecía este martes a las 6 de la mañana en Guanajuato, hora mexicana, a los 100 años de edad.

Nacido en la provincia de Larache, en el protectorado español de Marruecos, Virgilio Fernández creció en Sevilla, donde estudió y se relacionó con intelectuales de la generación del 27. El estallido de la Guerra Civil lo sorprendió en Madrid: Virigilio, que entonces tenía 18 años –y llevaba casi cuatro militando en las juventudes comunistas-, trabajaba como practicante (lo que hoy equivaldría a auxiliar de enfermería) en el hospital madrileño de La Princesa y se alistó como voluntario para defender en el frente sus ideales republicanos.

Recaló como sanitario en un batallón de las Brigadas Internacionales; en concreto, en la columna Dombrowski, constituida en su mayoría por obreros polacos que acudieron a España para combatir el fascismo. El brigadista estuvo presente en distintas batallas, como las de Brunete, Guadalajara y Ebro; esta última, la más sangrienta de la contienda. Como tantos otros españoles, emprendió el camino hacia el exilio y cruzó los Pirineos y la frontera con Francia en una furgoneta robada.

A México logró llegar después de unos meses de penurias internado en el campo de concentración de Saint Cyprien, uno de los muchos donde Francia aprisionó a los republicanos exiliados. En el país centroamericano, donde ya se hallaba uno de sus hermanos, Virgilio estudió Medicina para ejercer como cirujano y conoció a su primera esposa, la artista canadiense Gene Byron, cuya Casa Museo dirigió el excombatiente hasta sus últimos días.

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Su profundo compromiso político lo llevó a postergar su regreso a España hasta la muerte de Franco, pero, a excepción de unos años, no abandonó México. En sus últimas visitas al país por el que luchó, el brigadista, acompañado por Estela Cordero, su segunda esposa, fue homenajeado por diferentes colectivos memorialistas y se reunió con políticos como el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Tanto Garzón como Iglesias han lamentado a través de Twitter su pérdida.

 

Ya centenario, y muy activo en redes sociales como Facebook, Virgilio, siempre lúcido, no cejó en su empeño de denunciar las injusticias desde su casa en Guanajuato. En uno de los últimos vídeos que grabó antes de morir, Virgilio seguía defendiendo las convicciones que llevó por bandera durante toda su vida: “Soy comunista desde que tengo 14 años y medio. Y no soy ningún bandido”. El 26 de diciembre habría cumplido 101 años.