PSC
Navarro deja las riendas del PSC y carga contra las críticas públicas de la minoría
Otra grieta, y muy profunda, en el mapa socialista. Pere Navarro, el primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), el segundo territorio más importante tras Andalucía, se va. Dimite porque cree que es "la mejor solución" para el partido, para que afronte todos los cambios que necesita después de la absoluta debacle de las europeas, en la que perdió la mitad de los votos conquistados en 2009 (de 708.888 a 358.539) y se quedó contraído a un escuálido 14,28%, casi 22 puntos de caída. Los malos resultados, la enorme herida dejada por el desafío soberanista y la contestación en sus propias filas (no sólo del sector soberanista, sino incluso de capitanes próximos a él), precipitaron su salida.
Navarro convocó esta tarde una rueda de prensa en la sede del PSC, en la calle de Nicaragua de Barcelona, para anunciar su decisión. Contó que, tras el 25-M, había conversado con muchos dirigentes, responsables institucionales y personalidades relevantes de la sociedad civil, y tras esa ronda de contactos concluyó que no tenía otra salida que marcharse. De momento, permanecerá como primer secretario hasta el próximo sábado, 14 de junio, fecha en la que está convocado el Consell Nacional, el máximo órgano de dirección. Allí se decidirá la creación de una gestora que dirija el partido hasta el siguiente congreso extraordinario, que podría celebrarse antes del verano, aunque las fechas están "muy justas", por el cónclave del PSOE (26 y 27 de julio), o después. Navarro no quiso hacer pronósticos: la decisión del calendario y la composición de la gestora se abordará "colectivamente" el sábado.
El primer secretario recordó que, desde que asumió las riendas del PSC en diciembre de 2011, intentó tomar las decisiones de forma "dialogada", siempre dejando atrás sus "intereses personales". Y prueba de ello, subrayó, es la implantación de una mayor democracia interna –en el próximo congreso los militantes elegirán de forma directa a su líder y se arbitraron los procesos de primarias abiertas– y la puesta en pie de una ejecutiva y unas listas electorales "de integración", en la que todos los sectores críticos estaban representados. Sin embargo, "algunos se aprovecharon" de ese "carácter plural" de la dirección para "subrayar de forma permanente y pública" sus "diferencias de criterio" y "vulnerar los acuerdos tomados de forma democrática tras intensos debates". Un dardo en toda regla a los grupos soberanistas del PSC, que en los últimos años han aireado frecuentamente sus discrepancias con Navarro, lo que trasladó la impresión de un partido en permanente crisis interna, a lo que acompañaron los pésimos resultados electorales.
La propuesta de reforma federal
Navarro repasó los hitos de su gestión: un acuerdo de estabilidad a Artur Mas que el president rechazó, consenso en un amplio pacto fiscal justo para Cataluña, defensa de las políticas sociales, el compromiso de sacar adelante una Ley Electoral catalana... y en el centro de todos ellos, la propuesta de reforma federal de la Constitución, una vía "que nació" en el PSC y que fue asumido por el conjunto del PSOE en Granada, en julio del año pasado. Una solución que está convencido sigue siendo "la mejor" para Cataluña y para España.
"Después de los resultados de las europeas hay que dar una señal fuerte a la sociedad catalana: que el PSC es consciente de la necesidad de introducir cambios y, después de hablar y escuchar a mucha gente, he llegado a la conclusión de que la mejor manera de contribuir a estos cambios es renunciar a la Primera Secretaría del partido durante la reunión del próximo Consell Nacional", solemnizó. El PSC debe emprender, añadió, "un proceso sólido, de cambios profundos que se han de producir en un clima de libertad, radicalidad democrática y responsabilidad".
Navarro explicó que tomó la decisión de dimitir desde hace días, tras escuchar a muchos compañeros, si bien ninguno le pidió "de forma tajante" que se fuera. Hoy se la comunicó al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, la persona en la que se ha venido apoyando en este tiempo tan convulso para el PSC. Dijo que a partir de ahora será la nueva dirección la que decida cuál es su "papel en el futuro", tanto en el Parlament como en el seno del partido. "Seguiré estando al servicio del partido y de Cataluña, y me pondré al servicio de la nueva dirección".
Incógnita del futuro
Pese a su sorpresiva decisión, no hizo autocrítica. Apuntó a los desastrosos resultados de las europeas, pero no detalló los errores de su gestión: "Ya habrá quien señalará errores, en toda la gestión hay cosas positivas y negativas, hoy permítanme que destaque las positivas". También señaló a los sectores críticos, minoritarios pero muy ruidosos en los últimos años, ya que discrepaban de la hoja de ruta de la cúpula y, sobre todo, contestaron la decisión del Consell Nacional de bajarse del tren soberanista. Las voces de estos, dijo, no motivaron su renuncia. Aunque siempre tuvo la voluntad de que "todos participaran, que fuera una ejecutiva y un grupo parlamentario plural", estos grupos "deberían haber respondido mejor" a esa voluntad.
Navarro no dio pistas de quién podrá sucederle. "Seguro que muchas personas" pueden asumir el liderazgo, dijo, escurriendo el bulto. "Quizás ahora no las conocemos, pero seguro que saldrán y garantizarán que la línea política se pueda mantener". Eso parece claro porque el sector que hasta ahora sustentaba al primer secretario, de sesgo menos soberanista, es mayoritario en el PSC.
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Apoyo de Rubalcaba
Navarro se suma a las dimisiones de Rubalcaba en el PSOE, de Patxi López en el PSE y de Roberto Jiménez en Navarra. Pero, a diferencia de estos, el líder catalán cede el mando a una gestora, por lo que será esta la que controle el proceso hasta el congreso extraordinario.
A los pocos minutos, fuentes cercanas a Rubalcaba confirmaron que, en efecto, el líder supo hoy la decisión de Navarro "a mediodía". "La dirección lo respeta y quiere destacar que el hasta ahora primer secretario del PSC ha sido un dirigente político consecuente con sus principios y valores, que se ha esforzado siempre en buscar una salida dialogada y consensuada a la crisis territorial que se vive entre Cataluña y el resto de España", señalaron estas fuentes.