La situación en el PP

El número dos de Aguirre acusa a Cifuentes de promover un congreso "exprés" para cortar el paso a otras candidaturas

Henríquez de Luna junto a Aguirre

El XVIII Congreso Nacional del PPPP, salvo cuestiones puntuales, se espera muy tranquilo. Algo menos tranquilo de lo que se espera el de Madrid, formación regional pendiente de resolver la situación de interinidad de Cristina Cifuentes, líder de la gestora desde que Esperanza Aguirre dejó la presidencia del partido el pasado año en plena avalancha judicial de la Operación Púnica. Una muestra de que la batalla, a la que Cifuentes no ha aclarado todavía si va a concurrir, viene en forma de enmienda a la ponencia de estatutos del PP. La firma el portavoz adjunto del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Íñigo Henríquez de Luna, y pretende que entre el congreso nacional y los regionales transcurran más de 30 días. El pasado lunes, el Comité Ejecutivo Nacional del PP convocó este cónclave para los días 17, 18 y 19 de marzo.

Henríquez de Luna, mano derecha de Esperanza Aguirre, en el Ayuntamiento de Madrid, demanda a Cifuentes que sea "coherente" con sus posicionamientos a favor de la democracia interna en el partido y no promueva un "congreso exprés, trampa". Que no se cierre el paso a que quienes quieran presentarse lo puedan hacer. En todo caso, aclara que su intención no es la de presentarse como candidato. "No estoy en esa historia", señala. "Las primarias no son un paraguas", añade.

Sobre la elección de la fecha concreta, a Henríquez de Luna le produce "incredulidad e indignación" que la fecha elegida haya sido el puente del mes de mayo. Una "falta de respeto", considera, a unos militantes a los que se les ha vendido "un congreso abierto".

El malestar por esta forma de manejar los plazos se extiende a otros cuadros del PP de Madrid. Henríquez de Luna no ha hablado sobre este asunto con Cifuentes, pero sí lo ha comentado con otros integrantes de su gestora.

La disposición transitoria segunda de la ponencia de estatutos refleja lo siguiente: "Excepcionalmente, el plazo mínimo que habrá de mediar entre la convocatoria de los congresos regionales inmediatamente posteriores a la celebración del XVIII Congreso Nacional del Partido Popular y la celebración de los mismos podrá ser de 30 días". El portavoz adjunto del PP en el Ayuntamiento de Madrid reclama en su enmienda que se regrese a los 45 días.

"No tiene sentido que se aplique la excepcionalidad en los plazos de la eventual convocatoria de los congresos regionales, sino que, por un principio de seguridad jurídica, las normas han de mantenerse invariables", dice en su enmienda en la que reclama que no se acorten los plazos.

Respuesta de Cifuentes

En respuesta, la presidenta de la Comunidad y de la Gestora del PP de Madrid,preguntó este jueves dónde está el problema para presentarse a presidir el PP de Madrid "si todos los candidatos van a tener el mismo tiempo" y destacó que el grado de conocimiento del portavoz adjunto del PP del Ayuntamiento de Madrid, Íñigo Henríquez de Luna, por parte de la militancia es "muy alto".

Cifuentes, que preguntada al respecto afirmó no saber si este concejal está hablando en nombre de alguien, se mostró "convencida" de que si se hubiera escogido un fin de semana posterior para celebrar el congreso, habría gente que "lo criticaría" alegando que dando más tiempo estaban buscando que la dirección se afianzara cuando ellos están intentado hacer las cosas, ha asegurado, "de la mejor manera posible".

La dirigente conservadora explicó que la fecha de los congresos regionales la marca el Comité Ejecutivo Nacional, que ha determinado tres fines de semana seguidos y Madrid ha optado por el primero por un "doble motivo".

En primer lugar, porque "hubo en su momento" un grupo de personas, entre las que estaba Henríquez de Luna, "que reclamaban que este congreso se celebrara lo antes posibles" argumentando que la Gestora provocaba una situación de interinidad.

"Lo que valía entonces vale ahora y se llegó a pedir que se celebrara incluso antes del congreso nacional. O soplar o sorber o antes o después, dos al tiempo, no", remarcó.

La segunda razón que puso sobre la mesa es que ella misma "desde el minuto cero" se comprometió a que iban a garantizar que este congreso se celebrara "lo antes posible para acabar con la interinidad que nadie quiere".

Además, dijo que están en las mismas condiciones que otras comunidades como Andalucía, Murcia o Canarias. "¿Qué se está queriendo cuestionar? La legitimidad de esos congresos? No tiene ninguna razón", añadió, según informa Europa Press. 

Integrar a los perdedores

Henríquez de Luna ha presentado otras enmiendas. Una de las principales novedades del texto que ha trasladado a los ponentes de la reforma de los Estatutos del PP dentro de su tradicional enmienda demandando primarias -es su apuesta desde el congreso de 2008- tiene que ver con la plasmación en las normas de funcionamiento interno del partido de la obligación del candidato ganador de los congresos de integrar en la nueva dirección a miembros de las candidaturas perdedoras.

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"La democracia interna no se puede convertir en una excusa para laminar a los compañeros de partido", defiende Henríquez de Luna, presidente del PP del madrileño distrito de Salamanca, uno de los principales caladeros de votos de los conservadores en la capital.

Así, plantea que las listas perdedoras que obtengan al menos un 10% de los votos en primera vuelta, tengan derecho a estar representadas en los comités ejecutivos nacional y regional. Un sistema, señala, en el que "se primaría la integración de las candidaturas perdedoras, dando voz a todas las sensibilidades del partido en el órgano de dirección, mejorando la calidad democrática del partido y potenciando la unidad".

En la práctica, propone que, a nivel nacional, el Comité Ejecutivo pase de 35 a 45 miembros. 25 serían de la candidatura ganadora, 10 elegidos por los compromisarios y otros 10 repartidos de forma proporcional entre las candidaturas perdedoras que hubieran obtenido, al menos, el 10% de los votos en la primera vuelta. En los regionales, en número desciende a cinco.

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