La sucesión de Rajoy
El PP, entre el candidato "de consenso" y la competición en las urnas
El Partido Popular digirió como pudo el día después del anuncio de Rajoy de que se va. Lo que más les unió fueron las críticas a José María Aznar por ofrecerse a salvar el centroderecha horas después del anuncio de su antecesor en el partido. "Nos deja el marrón de la Gürtel y, encima, se permite ir dando lecciones Gürtel por ahí", se quejaba un dirigente nacional. También fue el día de las llamadas entre cargos del partido para tomar temperatura a la etapa precongresual que se inaugurará el lunes cuando la Junta Directiva Nacional convoque el cónclave del que saldrá elegido el sucesor de Rajoy.
En el partido se ha instalado la idea de que Génova, la dirección nacional, es partidaria de un candidato de "consenso". Es decir, que al cónclave llegue una sola persona que genere el máximo número de adhesiones.
Esta idea fue reforzada por unas declaraciones del coordinador general, Fernando Martínez-Maillo, en una entrevista concedida a Radio Nacional de España en las que consideró que "lo más deseable" es que al congreso extraordinario llegue un sólo candidato. Si el partido encuentra una persona "hombre o mujer, que aglutine sensibilidades y buen cartel electoral, e integre -como ha hecho Rajoy siempre-, pues mejor", diría. No obstante, defendió que "si hay que votar, se vota, no es ningún drama".
El PP está en estado de shock tras haber perdido el Gobierno y ver cómo su líder se marca fecha de salida. Y, en este contexto, cargos del partido temen que si al cónclave llega más de un candidato "las heridas no se cerrarán como se tienen que cerrar". Es decir: que se abrirá en falso la nueva etapa. Y que el clima de tensión no es el idóneo para encarar unas elecciones municipales, autonómicas y europeas como principal partido de la oposición en el Gobierno de España y con Ciudadanos a la cabeza de las encuestas.
"Desestabilizar el PP desde el PP"
"El partido ha de estar por encima de las personas. No creo que nadie se vaya a permitir el lujo de desestabilizar al PP desde el PP cuando lo que tenemos entre manos es recuperar la Presidencia del Gobierno", señala en conversación con infoLibre un veterano dirigente.
Pero también hay quienes creen que es un error plantear como "ideal" el escenario de un solo candidato. Porque en el partido sería "sano" un debate sobre los perfiles que deben liderarlo, una competición en las urnas. "Tenemos necesidad de un contraste de perfiles. Y, si tras todo el proceso, llegan al congreso dos candidatos, una vez se proclame a un ganador, pues todos a una", considera un diputado.
Ni José María Aznar ni Mariano Rajoy tuvieron rivales en los congresos en los que fueron elegidos. Pero tampoco estaba vigente el actual sistema de elección del presidente del PP. "Tiene que haber un candidato único sí o sí. La última vez que hubo dos candidatos [Hernández Mancha y Herrero de Miñón, 1987] tuvo que volver Fraga", bromea un líder regional.
Mientras, este miércoles fue el día de no aclarar nada por parte de quienes suenan en las encuestas. El PP es un partido disciplinado, insisten, y aunque los teléfonos empiecen a sonar intentando adivinar las intenciones de unos y otros, la opinión más extendida es que nadie dará un paso al frente hasta que el lunes se convoque el congreso de forma oficial.
Feijóo: "Cuando tenga algo que decir, lo diré"
El posible candidato mejor ubicado, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, mantuvo en un acto institucional en Ourense la incógnita sobre si entra en sus planes pelear por suceder a Rajoy. "Cuando tenga algo que decir, lo diré", dijo.
Por su parte, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tampoco dio pistas: "No es el día para hablar del tema". "Yo haré lo que sea mejor para mi partido", dijo.
En unas declaraciones que fueron interpretadas como una forma de no descartarse como candidata, indicó que tiene que tomar "decisiones personales" sobre "todo" y sobre cuál tiene que ser su "función" dentro del Partido Popular o fuera de él.
"Estoy en ese momento vitalmente, que es un momento importante. Por eso le digo con toda la humildad que la decisión va a depender solo de mi misma", declaró en Onda Cero, informa Europa Press.
Mientras, la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el tercer de los nombres que suenan con más fuerza, optó por el silencio.
Un proceso ya testado
Este congreso extraordinario se celebrará bajo los estatutos que han regido los congresos regionales y que fueron aprobados en el XVIII Congreso Nacional, celebrado en Madrid en febrero de 2017. Por primera vez, todas las bases del PP podrán votar para elegir en este proceso, en el que no va a existir el famoso "dedazo". Es un sistema de doble vuelta asimétrico si se tiene en cuenta que, en la primera vuelta pueden votar todos los afiliados. En la segunda, sólo los compromisarios.
"Quienes sean candidatos a la Presidencia deberán presentar su precandidatura ante la Comisión Organizadora correspondiente entre los siete y los quince días siguientes a la convocatoria del congreso conforme a lo que se señale en el acuerdo de convocatoria", figura en los estatutos.
Para ser proclamado precandidato, será necesario presentar el apoyo de, al menos, 100 afiliados, una cifra al alcance de cualquier aspirante. Si hay más de dos precandidatos, se fija un periodo de campaña. A partir de la convocatoria del Congreso se abre un plazo de 15 días para que cualquier afiliado del PP se pueda inscribir para participar en todo el proceso electoral. También pueden presentarse como compromisarios.
Previo al congreso, en las sedes, se elige a los compromisarios para participar en el cónclave y, al mismo tiempo, se vota en otra urna a los precandidatos a la presidencia del partido.
"Si alguno de los precandidatos obtuviese más del 50% del total de los votos válidos emitidos por los afiliados, hubiese logrado una diferencia igual o superior a 15 puntos sobre el resto de precandidatos y hubiera sido el más votado en la mitad de las circunscripciones será proclamado ante el Congreso como candidato único a la Presidencia del Partido", puede leerse en los estatutos. De lo contrario, van al congreso los dos precandidatos con más votos.
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Tras el XVIII Congreso Nacional del PP se celebraron los regionales con estas normas internas. En diez de ellos (Galicia, Asturias, País Vasco, Navarra, Aragón, Andalucía, Extremadura, Comunidad Valenciana, Canarias y Cataluña) sólo se presentó un único candidato. En cuatro (Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Murcia) hubo dos candidatos hasta el momento de las votaciones en las sedes, donde después uno de ellos se impuso al otro pasando como único al cónclave. Y en tres (Cantabria, La Rioja y Baleares) se decidió entre dos candidatos en el cónclave. ¿Seguirá esta tendencia el congreso extraordinario?
El candidato que salga elegido de este congreso no sólo sale como líder del Partido Popular, sino como cabeza de lista de la formación para las próximas elecciones generales.
Si nada se complica, la dirección nacional apuesta por dos fechas posibles: el fin de semana del 14 de julio o el del 21.