La financiación de los partidos
PP y Cs se comparan con Bildu y Al Capone en una riña en el Senado a cuenta de la financiación de sus partidos
La relación entre PP y Ciudadanos no vive su mejor momento. La comparecencia del secretario de Finanzas del partido de Albert Rivera, Carlos Cuadrado, en el Senado terminó este jueves antes de tiempo después de que el portavoz del PP, Luis Aznar, renunciase a continuar el interrogatorio al que estaba sometiendo al dirigente de Cs a la vista de que las voces y la agresividad creciente de los presentes en la sala de la Cámara alta en la que se estaba celebrando la sesión. El intercambio de reproches entre ambos interlocutores a cuenta de la financiación de sus respectivos partidos, coreado por los asistentes del PP y de Cs, concluyó sin dar ocasión a que el compareciente aclarase las dudas que plantean las salvedades detectadas por el Tribunal de Cuentas en la contabilidad de Ciudadanos de 2014 y de 2015.
Aznar acusó a Cuadrado de ir “por mal camino”, “negar la realidad”, intentar disfrazarla y tratar de montar “un show” en la comisión. “Tranquilícese. Si no tiene agua se la proporcionaremos”, le dijo. Cuadrado replicó acusando al PP de ocultar al Tribunal de Cuentas 25 millones de euros en fondos de sus grupos institucionales.
El tesorero de Cs aprovechó su denuncia sobre la falta de transparencia para anunciar una propuesta de reforma legislativa, que detallarán este viernes en el Congreso, para obligar a todos los partidos a tener que consolidar sus cuentas o, lo que es lo mismo, incluir en su contabilidad todo el dinero que manejan sus grupos institucionales en las Cortes, las asambleas autonómicas, las diputaciones provinciales y los ayuntamientos.
En un momento dado, Aznar comparó a Ciudadanos con Bildu, cuyas cuentas de 2015 tampoco han superado el examen del Tribunal de Cuentas, y uno de los representantes de Cs presentes en la sala —estaban los diputados Miguel Gutiérrez y Toni Cantó y el senador Francisco Javier Alegre, además de Cuadrado— replicó comparando al PP con Al Capone.
En plena escalada de expresiones verbales, Aznar acusó a Cuadrado de o bien estar riéndose de los senadores o de tener “un cacao mental que mejor se dedique a otra cosa”, una gran “empanada mental” que le incapacita para realizar sus funciones. A lo que el responsable de Finanzas de Cs respondió acusando al PP de intentar “ensuciar” la imagen de Ciudadanos. “Si mantiene eso, a partir de ahora...”, comenzó a decir entonces Aznar. “¿Me está amenazando?”, interrumpió inmediatamente Cuadrado.
Ambos interlocutores convirtieron los últimos compases de la comisión en un intercambio de golpes verbales. El portavoz del PP anunció que pedirá por escrito todo los datos que quiere conocer sobre la financiación de Ciudadanos, especialmente los relacionados con la entrega de dinero de los grupos institucionales al partido, y el tesorero de Cs respondió diciéndole que se los harán llegar en un disco duro. “Pero protéjanlo bien, no lo vayan a romper a martillazos”, añadió con sarcasmo en referencia a la destrucción de los discos duros de Luis Bárcenas por cuya desaparición el PP ha sido procesado.
En pleno toma y daca, la presidenta de la comisión, Rosa Vindel (PP), no dudó en tomar partido por su compañero de filas. Primero dando a entender que el representante de Cs no estaba respondiendo a las preguntas —“Yo responderé lo que quiera”, se defendió el aludido— y después, cuando el secretario de Finanzas del partido de Rivera aseguraba que enviaría los datos solicitados en un disco duro, afirmando textualmente: “Como si lo trae un hombre a caballo”.
Levantada la sesión, el PP anunció que probablemente pida la comparecencia del secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, para que explique lo que, desde su punto de vista, no ha aclarado el secretario de Finanzas.
Un “circo”
Lo cierto es que la comisión no sirvió para arrojar más luz sobre las salvedades que el Tribunal de Cuentas ha observado en la contabilidad de Ciudadanos. Aznar se limitó a ignorar las respuestas de Cuadrado, al que acusó de no decir la verdad y de querer dar lecciones a los demás cuando es a su partido a quien el Tribunal de Cuentas ha puesto “un cero”. “Estamos mucho más preocupados que al principio”, declaró el portavoz del PP, porque el responsable de Finanzas de Cs confunde ingresos privados y públicos “y dudamos que pueda llevar a buen término cualquier otra cosa”. Con ese nivel, subrayó, “nos quieren dar lecciones” y convertir el Senado en “un circo o una comedia”.
Toni Cantó le dio la réplica aseguranndo que la sesión no fue sino un capítulo más “del show del PP en su chiriguinto particular”, la comisión del Senado que ha montado en el Senado para tratar de sembrar dudas sobre la fianciación de todos los partidos y contrarrestar así la investigación sobre el Partido Popular que se está llevando a cabo en el Congreso. El partido de los centenares de imputados, acusó, de los SMS a Bárcenas ,intenta ahora “embarrar” el terreno de juego poniendo en duda las finanzas de Ciudadanos. “No salimos de nuestro asombro”, concluyó Cantó.
¿Acudirá Villegas a dar explicaciones al Senado si el PP se lo pide? Naturalmente, respondió Cantó. “Estará encantado de venir; a él no hay que sacarlo de la cárcel como a los del PP”.
Pese a las constantes interrupciones y el precipitado final de la sesión, Caros Cuadrado ha tenido tiempo de explicar su versión de por qué el Tribunal de Cuentas concluyó que la contabilidad de Ciudadanos no refleja su situación patrimonial y financiera. El problema, explicó, fue no haber aplicado a las cuentas de 2015 las subvenciones electorales de ese año, que no cobró hasta el 2016. Unas subvenciones lo suficientemente abultadas, explicó, que al haber sido mal contabilizadas provocaron el desajuste que termino por llevar al Tribunal de Cuentas a informar desfavorablemente sus cuentas.
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Cuadrado admitió que la formación naranja cometió un error al aplicar el criterio de caja (apuntar solo el dinero recibido) y no el de devengo (anotar las partidas cuando se consignan en vez de cuando se reciben), y trató de justificarse diciendo que fue “por prudencia”.
Las cuentas de otros partidos más grandes también presentaban “un montón” de salvedades, razonó Cuadrado, pero sí recibieron una evaluación favorable del Tribunal de Cuentas porque proporcionalmente a sus ingresos resultaban de una cuantía inferior.
En cuanto a los 860.000 euros que el partido recibió del grupo de Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña en 2014 y que figuran como “servicios de asesoría”, el secretario de Finanzas aseguró que lo registraron así en las cuentas porque el plan contable utilizado ese año no permitía especificar que en realidad se trataba de “aportaciones del grupo al partido”.