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El debate sobre la necesidad de aislar a la extrema derecha, sobre aplicar un "cordón sanitario" a Vox lleva ya bastante tiempo en la esfera política. Este lunes, a menos de una semana de la cita con las urnas, volvió a primer plano de la mano del candidato socialista, Ángel Gabilondo. En el contexto de cartas amenazantes a ministros del Gobierno de Pedro Sánchez, al exvicepresidente y candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y a la directora de la Guardia Civil, Gabilondo pidió "que se condene explícitamente cada caso por parte de todos los que se dicen y son demócratas". Mantuvo que el Partido Socialista establece un "cordón sanitario" y, al mismo tiempo, animó "a todos los partidos" a que sigan el ejemplo. Partido Popular y Ciudadanos, formaciones que se entienden con Vox a nivel autonómico y local, no recogieron el guante. La candidata de los conservadores asegura que su intención es gobernar en solitario, sin socios. Pero, a día de hoy, ninguna de las encuestas publicadas otorga al PP mayoría absoluta.
"No se puede ni se debe gobernar con Vox. Todos los demócratas debemos hacerle el cordón sanitario a Vox. Tenemos que aislarlo, no podemos blanquear el fascismo [...] ¿Qué va a hacer el PP? ¿Hará un cordón sanitario a Vox? ¿sí o no? Esto es lo que queremos saber". Cuando Ángel Gabilondo pronunciaba estas palabras en un acto sobre diversidad en la sede socialista de la madrileña calle de Ferraz hacía pocos minutos que había saltado la noticia de que la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, había recibido en el ministerio un sobre que contenía, junto a una serie de documentos grapados, una navaja aparentemente manchada de sangre.
A juicio del candidato socialista, "Madrid entra en una encrucijada muy peligrosa para la democracia" si el gobierno regional acaba dependiendo del partido de Rocío Monasterio. Vox, dijo, "no respeta nuestra democracia" y que eso tiene consecuencias institucionales", sobre la opinión, pero también "cívicas", pues "los ciudadanos tenemos el deber de aislar posiciones que son veneno para la convivencia".
La portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Adriana Lastra, que le había precedido en el uso de la palabra, subrayó que amenazas como esta se producen por los "discurso de odio" como los de Vox, y avisó al PP de que la "indiferencia es criminal".
Pocas horas después, laSexta informaba de que la Policía había identificado al autor del envío de la navaja, un vecino de la localidad madrileña de El Escorial que padece un trastorno mental. Sobre las otras cartas amenazantes continúan las investigaciones.
La identificación con Vox no es un tema en el que el Partido Popular se encuentre cómodo. Pablo Casado dibujó una especie de línea roja en el debate de la moción de censura a Pedro Sánchez que iba en la dirección de un giro al centro y el debate sobre la moción de censura en Murcia y el futuro Gobierno de Madrid la ponen en cuarentena.
Este lunes, en un acto de campaña, la presidenta en funciones, Isabel Díaz Ayuso, rechazó hablar de Vox como socio preferente. Pero, al mismo tiempo, recordó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decía hace mes y medio "que Vox demostraba tener más sentido de Estado que el PP". "Y ahora resulta que hay que aplicarle un cordón sanitario", añadió.
Para Ayuso, Gabilondo es "el candidato desconocido", que dice "una cosa y la contraria". La candidata se quejó de que el socialista hable "de la moderación y la centralidad" pero a la vez "está excluyendo a partidos políticos".
Uno de los ejes de la campaña de los conservadores es la de negarse a anticipar pactos y apuntar a que no quiere socios de gobierno, sino manos libres: "Ya los he tenido y ahora lo que necesito es que mi gobierno tenga la misma sintonía, cabeza, corazón y boca para que un gobierno ejecute reformas necesarias para Madrid en los próximos dos años", mantuvo.
Almeida prefiere a Vox ante que a Bildu
Por su parte, el portavoz nacional del PP y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, negó que la Comunidad de Madrid se encuentre ahora en una disyuntiva entre fascismo o democracia y defendió que Vox es "muchísimo mejor que Bildu". "Vox me parece muchísimo mejor que Bildu. Soy alcalde con un programa de Gobierno con Vox, y no ha pasado nada; los madrileños no están asustados. Esto no es fascismo o democracia, sino 'sanchismo' o libertad, esto es lo que nos jugamos", declaró a los medios de comunicación desde el invernadero de Madrid Río, según informa Europa Press.
Vox ha permitido un Gobierno PP-Cs en la Comunidad de Madrid. Y lo mantiene en otras instituciones como la Junta de Andalucía o el Ayuntamiento de Madrid.
Ciudadanos, por su parte y pese a lo que dicen las encuestas, sigue planteándose como alternativa a Vox, como la formación a la que el PP debe mirar a partir del 4 de mayo para gobernar dejando a un lado a Monasterio. En todo caso, Edmundo Bal no es partidarios de cordones sanitarios. "Yo no soy en absoluto partidario de cordones sanitarios", mantuvo en una entrevista concedida a Onda Cero. "Si en el 78 hubiese habido cordones sanitarios no tendríamos la Constitución española", completó.
¿Un cara a cara Bal-Monasterio?
El portavoz de la Ejecutiva de Ciudadanos y candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid propuso este lunes a su rival de Vox mantener un cara a cara para que los madrileños puedan decidir si prefieren que el futuro gobierno autonómico esté condicionado por Vox o por Cs.
La principal aludida del día, Rocío Monasterio, consideró que la izquierda está "muy nerviosa", a lo que achaca el "brutal" discurso contra Vox. A la líder de Vox en Madrid no le gusta que se quiera hacer un cordón sanitario contra su formación y "sacar de la política" a cuatro millones de españoles. "Esto es lo contrario a la democracia", consideró.
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UP: "No se puede tolerar el racismo ni el machismo ni el fascismo"
Fuentes de Unidas Podemos consultadas por infoLibre destacan que es muy importante entender "que la democracia no puede ser tolerante con la intolerancia, que no se puede tolerar el racismo ni el machismo ni el fascismo".
"Hace falta, además de una respuesta judicial, una respuesta masiva democrática en las urnas. No puede haber fascistas en las instituciones españolas", apuntan las mismas fuentes.
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