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El PP gana por la mínima y queda a merced de Vox para revalidar la Junta de Castilla y León

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El PP ganó este domingo las elecciones que el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, decidió anticipar en diciembre siguiendo los deseos del líder del partido, Pablo Casado. Pero en vez de alcanzar una soñada mayoría absoluta o al menos una muy holgada mayoría parlamentaria, que era lo que le anunciaban entonces los estudios de opinión, el resultado se queda muy por debajo de sus deseos y obligará a Mañueco a gobernar con Vox, que entra con mucha fuerza en las Cortes regionales y mantiene vivo su desafío al PP por la hegemonía del espacio político de la derecha.

La apuesta por el PP era tener más escaños que la suma de la izquierda, de manera que en la investidura no dependiera de Vox. Pero el PP tendrá que buscar y negociar no sólo las abstención de los ultras sino la de los grupos minoritarios: Soria Ya, UPL, Ciudadanos y Por Ávila. Con el 99,32% escrutado ha obtenido 31 diputados, solo dos más de los que consiguió en 2019. Y con menos votos que en las elecciones anteriores (una caída del 0,06%), lo que significa que su triunfo es más el resultado del retroceso del PSOE que mérito propio.

El resultado de las elecciones pone en entredicho la estrategia diseñada en Génova para neutralizar a Ayuso e impulsar la carrera de Pablo Casado a la Moncloa. El intento de repetir la victoria de la presidenta de Madrid, que hace casi un año rozó el 45% de los votos y neutralizó el crecimiento de Vox dejando a los ultras en poco más de un 9%, ha acabado en fracaso. Mañueco no ha sido capaz de pasar del 31,4%.

Con este porcentaje de escrutinio el PP sólo ha ganado en cuatro de las provincias: Ávila, Salamanca, Segovia y Zamora. En Soria se impuso la España Vaciada de Soria Ya, y en Burgos, León, Palencia y Valladolid ha ganado el PSOE.

Mañueco tendrá que cambiar un partido de centroderecha como Ciudadanos por la derecha extrema de Vox, que tienen ante sí la oportunidad de forzar por primer vez su entrada en un Gobierno. Y saldrá de las elecciones mucho más debilitado que cuando entró.

Las primeras reacciones de los dirigentes del PP trataron de obviar que el resultado está muy lejos de lo esperado y pasaron por alto que han quedado en manos de Vox y que la estrategia de Génova ha sido un fracaso.

El propio Pablo Casado, que no hizo acto de presencia, se limitó a tuitear: “¡El Partido Popular ha ganado las elecciones en Castilla y León! Enhorabuena a Alfonso Fernández Mañueco y muchas gracias por la confianza a los castellanos y leoneses. El cambio de ciclo en España es imparable”.

El candidato y desde hoy presidente en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, celebró la victoria y la consideró un mandato de los ciudadanos para que gobierne el PP. 

“Nos han dado el mandato mayoritario y es claro: gobierno del PP con diálogo y acuerdo”. Para poder hacerlo, Mañueco anunció que en los próximos días iniciará “un dialogo con todas las fuerzas políticas” empezando por el PSOE y Vox. 

“Voy a dialogar con todos para formar un gobierno de todos y para todos. Quiero acuerdos para formar un gobierno eficaz, estable, sin la amenaza constante y permanente de mociones de censura”.

Mañueco no lo concretó, pero en el pasado su jefe de filas ya anunció que si el PP ganaba las elecciones reclamaría el derecho a gobernar aunque fuera en minoría y que pediría al resto de los partidos que facilitasen la investidura de su candidato.

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En rueda de prenda desde la calle Génova, Teodoro García Egea, el número dos de Casado, se esforzó en justificar el adelanto electoral que tan magros resultados ha dado a su partido diciendo que no tuvieron “más remedio” que anticipar la convocatoria porque en marzo el PSOE “podría” presentar una moción de censura.

Y aunque el PP ha ganado por la mínima, con sólo dos diputados más y con un porcentaje de votos menor, Egea trató de mostrarse satisfecho: “Misión cumplida”, proclamó. “El PP suma más votos que PSOE y Podemos y triplica a Vox”, lo que significa, según él, que Castilla y León “ha decidido que debe gobernar el PP.”

El número dos de Casado dejó sin respuesta las dos preguntas que le hicieron los periodistas para saber si el PP está dispuesto a dar entrada en el Gobierno a Vox o si descarta esa posibilidad. Según él, hablar de eso sólo interesa a Pedro Sánchez, porque el PP lo que quiere es formar “un gobierno sin ataduras para llevar adelante nuestro programa, proyecto e ideas”.

El PP ganó este domingo las elecciones que el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, decidió anticipar en diciembre siguiendo los deseos del líder del partido, Pablo Casado. Pero en vez de alcanzar una soñada mayoría absoluta o al menos una muy holgada mayoría parlamentaria, que era lo que le anunciaban entonces los estudios de opinión, el resultado se queda muy por debajo de sus deseos y obligará a Mañueco a gobernar con Vox, que entra con mucha fuerza en las Cortes regionales y mantiene vivo su desafío al PP por la hegemonía del espacio político de la derecha.

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