Las primeras elecciones de ámbito estatal desde que Mariano Rajoy llegó a la Moncloa lanzan un mensaje claro: los españoles tienen un enorme cabreo con el PP... y un poco mayor aún con el PSOE. El partido de Rajoy ha logrado 16 eurodiputados –8 menos de los que tenía hasta ahora– y la formación de Alfredo Pérez Rubalcaba ha bajado hasta 14 escaños –un descenso de 9 respecto a 2009.
El varapalo para el bipartidismo es tremendo. Hace cinco años sumaban entre ambos 47 de los 54 diputados, es decir, el 87% del total. Ahora se han quedado en 30 escaños, lo que supone el 55,5%.
El descalabro de los dos grandes partidos se refleja de forma rotunda en el porcentaje de votos que han obtenido. El PP ha bajado desde el 42,12% en 2009 hasta el 26,06%, mientras que el PSOE ha pasado del 38,78% al 23,00%. Entre ambos suman el 49,06% del electorado, su peor resultado desde las primeras elecciones de 1977.
Con la victoria de ayer, Rajoy gana de forma consecutiva las cuartas elecciones de ámbito estatal, todas las celebradas tras las generales de 2008. Y lo hace con una ventaja de tres puntos y 477.000 votos sobre el PSOE, Y a esta victoria se aferró María Dolores de Cospedal para no admitir que el resultado de su partido era malo.
El número total de votos conseguidos también muestra el hundimiento de ambos partidos. Los socialistas han obtenido el peor resultado de su historia, por debajo de los 3,6 millones de votos. Rubalcaba no salió a dar explicaciones y la candidata, Elena Valenciano, admitió que era un "mal resultado" y anunció que la dirección del PSOE se reunirá mañana para tomar las decisiones oportunas.
El PP, por su parte, superó por poco los cuatro millones de votos. También es el peor resultado desde que el partido fue refundado en 1990 en el congreso de Sevilla.
Podemos, el gran triunfador
La otra cara del desplome del bipartidismo es el ascenso de los pequeños partidos. La gran sorpresa de la noche electoral ha sido Podemos, que ha logrado cinco escaños, superando con creces las previsiones más optimistas de los sondeos que le pronosticaban dos eurodiputados. Podemos, liderado por Pablo Iglesias, ha sido creado hace poco más de cuatro meses. Jamás un partido tan joven había obtenido un apoyo tan grande. Algunas cifras hablan por sí solas: ha conseguido más de 1,2 millones de votos y se ha convertido en la cuarta fuerza, por delante de UPyD. Y en Madrid es incluso la tercera, tras PSOE y PP.
El ascenso de Podemos ha limitado el crecimiento de Izquierda Unidaha limitado el crecimiento de Izquierda Unida, que no obstante ha obtenido 6 escaños, el triple que en 2009. IU roza el 10% del electorado, con más de 1,5 millones de votos.
También es muy importante el crecimiento de UPyD, que pasa de 1 a 4 escaños y supera el millón de votos. Su gran agujero negro sigue siendo Cataluña, donde sólo obtuvo el apoyo del 1,29% de los electores y poco más de 32.000 sufragios.
Además, logran representación en el Parlamento Europeo otras cinco formaciones: Coalición por Europa (que agrupa a CiU, PNV y Coalición Canaria), con 3 escaños; L'Esquerra pel Dret a Decidir (ERC), con 2 diputados; Ciutadans, con 2 escaños; Los Pueblos Deciden (EH-Bildu y BNG), con 1 eurodiputado y Primavera Europea (Compromís-Equo), con 1 escaño.
En el Parlamento europeo habrá por tanto diez formaciones españolas, cuatro más que hace cinco años.
No han logrado representación los siguientes partidos: Vox (244.406 votos), Pacma (175.912), Escaños en Blanco (115.129), Movimiento Red (105.003) y Partido X (99.848). Vox, la escisión ultraderechista del PP, se ha quedado a menos de 2.600 votos de lograr un escaño, a costa de Ciutadans.
La clave catalana
Las elecciones europeas tienen una evidente lectura catalana en pleno proceso soberanista. Los grandes titulares son los siguientes: por primera vez desde la recuperación de la democracia la fuerza más votada ha sido ERC, los tres partidos que defienden la consulta crecen de forma clara y el PSC se desploma.
Los tres partidos soberanistas –CiU, ERC e ICV– obtuvieron hace cinco años 742.778 votos, que representaron el 37,7% del total. Ahora logran 1.401.421 papeletas y el 55,8% del total del electorado, 18,1 puntos más que en 2009.
La derrota del PSC es rotunda. Los socialistas catalanes habían ganado cinco de las seis elecciones europeas celebradas hasta ahora; sólo en 1994 se había impuesto CiU. En 2009 habían logrado la victoria con 708.888 apoyos, un 36,0% del total. Este domingo se han quedado como tercera fuerza, con poco más de 358.000 votos, que suponen el 14,28% del electorado catalán.
El gran beneficiado de la debacle del PSC no es el PP, que pierde 108.000 votos en Cataluña, sino Ciutadans. En 2009, el partido que lidera Albert Rivera había obtenido unos resultados testimoniales, al presentarse integrado en la coalición Libertas que encabezaba Miguel Durán. En aquella ocasión se quedó en 6.999 votos, el 0,36% del total de Cataluña, y ahora ha acumulado 157.873 papeletas, lo que equivale al 6,28% del electorado catalán.
La distribución territorial del voto
Por comunidades autónomas, el PP se impuso en 12 comunidades, el PSOE en tres –Andalucía, Asturias y Extremadura–, el PNV en Euskadi y ERC en Cataluña. Pero hay un dato muy significativo: ningún partido ha logrado el 40% del voto en una comunidad, otra muestra de la fragmentación del electorado.
La principal victoria del PSOE se ha producido en su feudo histórico de Andalucía, donde Susana Díaz tenía su primera revalida electoral desde qu es presidenta de la Junta. Ha logrado el 35,13% de las papeletas, una ventaja de 9,24% sobre el PP de Juan Manuel Moreno. Los socialistas andaluces consiguieron 937.116 sufragios, lo que representa el 26,05% de todo el PSOE.
Los socialistas también lograron imponerse en Extremadura, al igual que en las seis europeas anteriores. En este caso, la ventaja sobre el PP fue de 3,1 puntos (38,72% frente a 35,54%). En Asturias el PSOE se impuso con una ventaja de dos puntos sobre el PP.
En Euskadi, el batacazo del PSE ha sido tremendo. Se ha quedado en 104.515 papeletas, poco más de la mitad de las 202.885 que logró hace cinco años. El partido más votado ha sido el PNV y como segunda fuerza ha quedado EH-Bildu. La izquierda abertzale regresa al Parlamento Europeo después de diez años, y ha sido el partido más votado en Gipuzkoa y (sorprendentemente) en Álava.
El descalabro del PP también ha sido general, pero es especialmente llamativo en Madrid y la Comunidad Valenciana, dos territorios donde la derecha teme perder el poder en las autonómicas del próximo año después de casi 20 años. En ambos territorios, aunque ha sido la fuerza más votada, no ha llegado al 30% de los sufragios. El desplome ha sido de 23,1 puntos en la Comunidad Valenciana y de 18,7 puntos en Madrid.
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La abstención
Las cifras de participación han sido muy bajas, pero no se ha batido el récord de abstención, como auguraban muchos políticos y expertos electorales que temían que la asistencia a las urnas quedase por debajo del 40%. Finalmente la participación ha sido del 45,84%, un par de puntos más que en las elecciones europeas de 2004 y 2009 (45,14% y 44,90%, respectivamente). De las 27 elecciones de ámbito estatal celebradas desde la recuperación de la democracia en 1977, el 25-M ha registrado la tercera abstención más alta.
Claro que el hecho de que la abstención no haya batido su récord se debe a la importante movilización en Cataluña. Es cierto que hace cinco años la participación había tocado fondo, ya que sólo acudieron a las urnas el 36,94% de los catalanes. Ahora, ese porcentaje ha subido en más de diez puntos, situándose en el 47,63%.
Las primeras elecciones de ámbito estatal desde que Mariano Rajoy llegó a la Moncloa lanzan un mensaje claro: los españoles tienen un enorme cabreo con el PP... y un poco mayor aún con el PSOE. El partido de Rajoy ha logrado 16 eurodiputados –8 menos de los que tenía hasta ahora– y la formación de Alfredo Pérez Rubalcaba ha bajado hasta 14 escaños –un descenso de 9 respecto a 2009.