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Elecciones primarias

Primarias del PSC de Barcelona: ganan Collboni y Andrés, pierden los soberanistas

La cúpula del Partit del Socialistes de Catalunya (PSC), encabezada por Pere Navarro, puede respirar tranquila. Los dos candidatos que pasaron hoy la primera vuelta de las primarias abiertas en Barcelona son los dos más cercanos a las tesis de la dirección, el exdiputado Jaume Collboni y la concejala en el Ayuntamiento de la capital catalana Carmen Andrés. De las elecciones, que arrojaron una baja participación, salieron como perdedores los dos rivales con perfil más soberanista y díscolo –el jefe del Grupo Municipal Socialista, Jordi Martí, y la exparlamentaria Laia Bonet–, y la diputada Rocío Martínez-Sampere, la candidata de síntesis. 

Las quinielas se confirmaron. Collboni, que hasta embarcarse en el proceso de las primarias era el portavoz del PSC, partía como favorito. Y lo fue. Obtuvo 2.539 votos, el 34,02%. Carmen Andrés, que desplegó una campaña muy pegada al terreno y a su barrio, el popular (y fiel al partido) Nou Barris, se anotó 1.702 (22,8%). Ella fue la auténtica sorpresa, porque la dirección barcelona esperaba que pasaran el corte Collboni y Bonet. No fue así. Al final, Martí logró 1.515 (20,3%); Bonet, 1.102 (14,77%) y Martínez-Sampere, la más descolgada, 589 (7,89%)

La participación final fue de 7.463 votos. Se registraron 12 blancos y 4 nulos. De los 7.463 sufragios, 1.462 (el 19,59%) procedieron de militantes; 797 (el 10,68%), de simpatizantes; y 5.204 (el 69,73%) de ciudadanos de a pie, de la calle. Las cifras, sin embargo, tienen un regusto negativo. Los 7.463 votos se quedaron lejos del teórico censo de 21.000 personas, sumando las fichas recogidas por los candidatos (más de 11.000), los militantes (3.000) y los simpatizantes (8.000). El intento del PSC de reconectar con los barceloneses pareció frustrarse. La capital catalana, sin embargo, es fundamental para el partido: la gobernó durante 32 años ininterrumpidos, de 1979 a 2011, cuando cayó en manos de CiU. 

La cúpula de los socialistas barceloneses no se sentía muy alarmada por la baja participación. Comparaba el proceso con el de 2011, cuando se enfrentaron en primarias (internas, sólo entre militantes) Jordi Hereu y Montserrat Tura. Participaron 4.000 personas. "Que la gente se apunte luego no quiere decir que vaya a votar. Quizá la participación ha sido baja en los militantes [de los 3.062, votaron 1.462, el 47,74%], pero también es verdad que esta campaña se ha volcado mucho hacia el exterior, hacia la gente de fuera". Si se compara con las primarias del PSPV, en toda la Comunitat Valenciana, las cifras son más discretas: allí se movilizaron más de 55.000 personas, más de tres veces el censo de afiliados. 

Segunda ronda, el sábado 5 de abril

Al no conseguir ninguno de los aspirantes un 40% de los votos ni una diferencia de 10 puntos sobre el segundo, como se preveía, se celebrará una segunda vuelta entre Collboni y Andrés, y será el próximo sábado, 5 de abril. 

Ahora habrá que esperar a que se realineen los perdedores de esta batalla. Pero, a priori, Collboni saca una abultada ventaja, de más de 11 puntos, sobre la concejala. El exportavoz, que de ganar la segunda ronda y vencer en las municipales de mayo de 2015 se convertiría en el primer alcalde de Barcelona abiertamente gay, dejó durante la campaña su escaño en el Parlament. Un gesto con el que quería mostrar que no se aferraba al cargo. Él mismo ha buscado separarse de la etiqueta de oficialista. Andrés, mientras, se ha centrado en los efectos de los recortes sociales en sanidad y en educación, y tampoco ha vertido críticas contra la dirección de Navarro. Collboni tiró en Ciutat Vella; Andrés, en su populoso barrio, Nou Barris. 

Carmen Andrés, antes de votar en las primera vuelta de las primarias del PSC de Barcelona, este sábado 29 de marzo | EFE

Los tres contendientes que fueron esta noche eliminados sí han discrepado en este tiempo, en mayor o menor medida, con el primer secretario. Martí jugó la carta, al final de su campaña, a la apelación al voto independentista, y reprobó al jefe del PSC por haberse bajado del tren soberanista. Él, decía, apostaba por la consulta "sin adjetivos", sin añadirle las condiciones de "legal y acordada" que siempre puso el aparato. El jefe de los socialistas en el Ayuntamiento, criticado por sus compañeros también por su tibia oposición al alcalde convergente, Xavier Trias, acudió al encuentro de todos los críticos de hace una semana en Les Cotxeres de Sants. Y con él, Bonet, que ha subrayado que nunca votó a Navarro en el congreso que le dio la victoria. Predicaba independencia, la ruptura y regeneració de las estructuras del partido. Martínez-Sampere, por su parte, discrepó con la dirección hace un año, en enero de 2013, cuando votó a favor de la declaración soberanista. Hace dos meses, cuando la Cámara discutió la transferencia a la Generalitat de la potestad para convocar referendos, se enfrentó con Navarro, pero al final no rompió la disciplina de voto. Ella era la apuesta por la síntesis, la transversalidad. 

Tras conocerse el escrutinio, tanto Andrés como Collboni remarcaron la unidad del partido. "No estamos divididos", proclamó la concejala. "El debate ha sido educado y constructivo porque hemos entendido que es más lo que nos une que lo que nos separa", dijo el exportavoz. 

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