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Elecciones generales

PSOE y Podemos comienzan la precampaña con ataques mutuos

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Ibon Uría

Los líderes de PSOE y Podemos dieron este martes el pistoletazo de salida a la precampaña electoral de cara a la repetición de las generales el próximo 26 de junio. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se culparon mutuamente de la imposibilidad de formar Gobierno y hurgaron en las heridas internas de la formación rival. Toda vez que se constató que ningún candidato cuenta con los votos necesarios para ser investido y que la legislatura está agotada, la batalla quedó nuevamente servida entre los dos partidos.

De nada sirvió la última oferta de pacto, que partió de Compromís. La formación valenciana remitió un texto a PSOE, Podemos e IU-Unidad Popular donde proponía investir a Sánchez como presidente de una coalición de izquierdas para sacar adelante un programa basado en 30 propuestas "de mínimos". Los socialistas rechazaron esa posibilidad y demandaron a Podemos y Ciudadanos que apoyaran un Gobierno monocolor del PSOE con independientes. A cambio, el candidato se sometería a una cuestión de confianza en dos años. La propuesta cosechó el no tanto de la izquierda como del partido de Rivera, y Sánchez admitió en su reunión con el rey, ya por la tarde, que carece de los apoyos para ser elegido presidente en un nuevo intento de investidura.

Sánchez e Iglesias defendieron en sus respectivas ruedas de prensa tras reunirse con Felipe VI los pasos dados por sus partidos desde el 20 de diciembre. El socialista dijo que intentó el único cambio posible, porque el mandato de las urnas era buscar un pacto "transversal" y porque una alianza que requiriera el concurso de los independentistas no es "el cambio que merece España". El número uno de Podemos replicó que su mano sigue "tendida" al PSOE y que los diputados morados no han "parado de hacer cesiones". Ambos, sin embargo, se centraron en atacar a su rival: Sánchez, en culpar a Iglesias de buscar excusas para bloquear su investidura; el de Podemos en acusar al socialista de "decir demasiados noes" a sus ofertas.

Iglesias, "salvavidas" de Rajoy

En su comparecencia ante los medios Pedro Sánchez cargó contra Pablo Iglesias en numerosas ocasiones. Afirmó que el objetivo del líder de Podemos era "encontrar cualquier tipo de excusa para decir no al PSOE" y que "Iglesias no quería un presidente socialista" en la Moncloa. Sánchez describió al líder del partido morado como un político inflexible e intransigente –"Iglesias ha dicho 'o sea hace lo que yo digo al 100%, o no hay cambio posible'", sostuvo–, y con esa actitud, prosiguió, acabó por convertirse en el "salvavidas" de Rajoy, según el socialista. 

"Muchos votantes de Podemos no votaron a Iglesias para que le dé una segunda oportunidad a Rajoy", insistió Sánchez, así que "han tomado nota" de que hay "quienes se dicen tan de izquierdas que votan en contra de un candidato de izquierdas" o, en otras palabras, que "votar a Pablo Iglesias es votar en contra del PSOE y perpetuar a Mariano Rajoy". Por eso, recalcó, "cuando más fuerte esté el PSOE más garantías de cambio habrá a partir del 26 de junio".

Sánchez dice "demasiados noes"

El líder de Podemos, su parte, acusó al PSOE de "desairar" la última propuesta de Compromís. "Pedro Sánchez ha dicho demasiados noes", insistió Iglesias, quien enumeró las "ofertas" de las fuerzas progresistas que, en sus palabras, han declinado los socialistas desde el 20-D: la primera propeusta de un Gobierno de coalición, su renuncia a convertirse en vicepresidente, su documento de 20 medidas y, finalmente, la propuesta de este martes de Compromís. "Es triste que la respuesta del PSOE haya sido no. Nosotros no hemos parado de hacer cesiones", apuntó.

Iglesias pidió al PSOE que no imponga más "vetos" en las conversaciones y "que salga de la jaula en la que lo han encerrado", en referencia al pacto con Ciudadanos, del que consideró que sólo sirve para que se una el PP y que, recordó, resultó insuficiente para investir a Pedro Sánchez. La opción de una coalición progresista, en cambio, "suma" los escaños necesarios en el Congreso, aseveró el candidato de Podemos. "Seguimos esperando a Sánchez, seguimos esperando que dé ese paso", concluyó.

Heridas internas

Ambos dirigentes, además, cruzaron ataquen alusivos a las disputas y polémicas internas de sus partidos. Sánchez, por ejemplo, personalizó en Iglesias la decisión de bloquear su llegada a la Moncloa y lamentó que no haya sido un "aliado para el cambio". En esta línea, dijo que tras su investidura fallida hubo un "antes y un después" en la formación morada y aseguró que "había un ala moradada" en Podemos, capitaneada por el secretario de Política y portavoz del grupo parlamentario, Íñigo Errejón, que era "proclive" a permitir su investidura y un "ala dura", integrada por "Monedero e Iglesias", que prefería mantener el bloqueo. "Ganó el ala dura y perdió el ala del señor Errejón", sostuvo. "La pena es que Errejón hoy no sea una persona de más peso en Podemos para poder llegar a ese acuerdo".

En un vídeo publicado en Facebook poco después, Errejón acusó al número uno del PSOE de "buscar excusas fuera que tiene en casa". E Iglesias, en su comparecencia, incidió también en esa línea: "Creo que a Pedro [Sánchez] lo presionaron mucho para que Podemos no estuviera en el Gobierno". A preguntas de los periodistas, Sánchez sostuvo horas más tarde que "nunca" se ha negado a la entrada de diputados morados en el Ejecutivo, y que la decisión de no formar un Gobierno junto a Podemos que requiriera de la abstención o el voto favorable de los independentistas catalanes emana de una resolución política aprobada el 28 de diciembre en el Comité Federal socialista –máximo órgano del PSOE entre congresos– que, según sus palabras, él mismo escribió: "De mi puño y letra, de mi puño y letra", repitió en dos ocasiones.

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Un resquicio para negociar

Tanto Sánchez como Iglesias, eso sí, dejaron alguna puerta abierta para retomar las conversaciones una vez se vote de nuevo el próximo 26 de junio. El socialista dijo que no cree que Podemos sea su "adversario", porque su enemigo es la "desigualdad" y la "corrupción", y su objetivo, poner fin a la etapa de Rajoy y que el PP pase a la oposición para regenerarse. "Yo espero que el señor Iglesias rectifique y aprenda de lo que ha pasado estos cuatro meses", apuntó Sánchez.

Iglesias, finalmente, dijo que seguirá tendiendo la mano después de las próximas elecciones para formar un Gobierno progresista junto a los socialistas. "El futuro pasa porque el PSOE se ponga de acuerdo con nosotros, porque lo mejor para el futuro es un Gobierno de coalición progresista. En caso de que haya segunda vuelta, vamos a seguir trabajando en esa opción", dijo a preguntas de los medios este martes.

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