El PSOE da por hechos los acuerdos con Podemos y Compromís

Ya se presume que habrá tensiones y encontronazos, pero en el PSOE se ha instalado la convicción de que será posible trabar acuerdos con Podemos –pero no sólo– para lograr despojar al PP de un buen puñado de gobiernos. También porque este ha dejado claro que su prioridad es desbancar al PP. La dirección de Pedro Sánchez no pondrá pegas siempre que se respeten las líneas rojas del partido (regeneración democrática, defensa del Estado del bienestar y empleo), aunque sí quiere ordenar y coordinar las negociaciones. Y los barones y candidatos afectados están de acuerdo. Aunque Susana Díaz quiere que se eche el freno, que haya "mucha cautela y prudencia". 

Durante toda esta semana los socialistas irán perfilando los marcos de los pactos postelectorales, hasta llegar al Comité Federal, su máximo órgano de poder, el próximo sábado. Pedro Sánchez se irá viendo con todos los secretarios regionales y candidatos para evaluar el nuevo mapa político.

El lunes lo hizo con la líder del partido en Baleares, Francina Armengol, y el cabeza de lista de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, que en principio tiene menos opciones de alcanzar el Ejecutivo ya que el PP va a intentar encumbrar a la Presidencia a Cristina Cifuentes con el apoyo de Ciudadanos. Este martes se reunió con los líderes socialistas de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Extremadura, Emiliano García-Page, y Valencia, Ximo Puig, además de con el candidato a la Alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona. Hoy miércoles, seguirá con Susana Díaz y los barones de Cantabria, Rosa Eva Díaz Tezanos; Aragón, Javier Lambán; Navarra, María Chivite; Castilla y León, Luis Tudanca, y Murcia, Rafael González Tovar. El jueves le toca con la candidata canaria, Patricia Hernández y el viernes cerrará la ronda con el presidente asturiano y el líder del PSC, Javier Fernández y Miquel Iceta. 

Próximo encuentro con Rivera e Iglesias

Sánchez, a su vez, mantuvo sus primeros contactos con Albert Rivera y Pablo Iglesias. Con ambos conversó telefónicamente y se emplazaron a verse "en las próximas semanas", según informó Ferraz. Con el secretario general de Podemos había intercambiado varios wasaps previamente. 

Los barones que este martes desfilaron ante Sánchez se marcharon convencidos de que no habrá mayores objeciones por parte de Ferraz a las negociaciones que emprendan las federaciones con otras fuerzas políticas. El secretario general ya advirtió, y ratificó el lunes su número dos, César Luena, de que tendrán manos libres, siempre que mantengan "lealtad" al proyecto "único" federal. Por ahora, lo único que está claro es que no habrá alianzas ni con el PP ni con Bildu. 

La situación no es homogénea en todas las comunidades. El PSOE quedó como primera fuerza en Asturias y Extremadura –Vara firmó el mejor resultado para su partido, un 41,50% de los votos–, y le bastaría con la abstención de Podemos. En el segundo caso, ni siquiera eso, porque el PP se inclina por abstenerse en la investidura del socialista. En Castilla-La Mancha, los 14 diputados del PSOE (15 espera tener cuando finalice el recuento definitivo y se compute el voto exterior) y los 3 de Podemos serían suficientes para echar a María Dolores de Cospedal tras sólo una legislatura como presidenta.

Contacto Page-García Molina

Pero en otras comunidades, como Aragón, Valencia y Baleares, la diferencia entre el PSOE –segunda fuerza en votos y escaños, tras el PP– y el resto de formaciones de izquierda no es tan abultada. En la primera, obtuvo 18 actas frente a las 14 de Podemos, las 2 de Chunta y 1 de IU. En la segunda, Ximo Puig logró 23 diputados, por los 19 de Compromís y los 13 de los de Pablo Iglesias. Y en Baleares, Francina Armengol se hizo con 15 asientos, por los 10 de Podemos y los 9 de MÉS. Esa mayor proximidad y preponderancia de las otras izquierdas ha hecho que tanto Pablo Echenique (Podemos) en Aragón, como Mònica Oltra (Compromís) en Valencia y Biel Barceló (MÉS) no se hayan descartado para presidir los Gobiernos. Cosa que el PSOE no contempla, y esgrime su posición de hegemonía de la izquierda. 

En Extremadura, Vara quiere "sumar, unir", y querría contar con el apoyo de Podemos en la investidura –tiene 30 escaños, y la absoluta se alcanza con tres más–, pero no prevé que los de Iglesias deseen entrar en ningún Ejecutivo, al menos hasta las generales de finales de año. En todo caso, no prevé "dificultades" para armar su Gobierno, como tampoco en otros puntos del país, precisamente por haberse quedado el PSOE como segunda fuerza, según indicó el próximo presidente de la Junta, en conversación con infoLibre.

En Castilla-La Mancha, García-Page y el secretario general de Podemos, José García Molina, ya mantuvieron este martes una primera toma de contacto vía telefónica para negociar el sí a la investidura. El barón de la formación morada había criticado horas antes la "euforia" del socialista. Pero la disposición que encontró este de Podemos durante su conversación fue "buena", según relató la vicesecretaria general del PSOE, Cristina Maestre, sin anticipar el voto de sus interlocutores pero dejando claro que en la región "hay que elegir entre Page y Cospedal". Los socialistas tienen en mente, pasada la elección de su líder como presidente, la formación de un "Gobierno monocolor". O sea, un Ejecutivo en minoría y con pactos puntuales, lo mismo que ha hecho Page en sus últimos cuatro años como alcalde de Toledo. 

"Viento en popa" en Valencia

Valencia probablemente seguirá otro modelo. El del Ejecutivo de coalición con Compromís, según confían fuentes del PSPV inmersas en la negociación. "Sí o sí", insisten, "y a la espera de que Podemos se incorpore o decida esperar hasta después de generales". "Pero el socio preferente es Compromís. No tendría sentido otra cosa: ya hemos coincidido en muchos gobiernos municipales, votando lo mismo y presentando proposiciones conjuntamente. Estamos obligados a acordar, y lanzar un mensaje de seriedad y de solidez. El reto es montar un Gobierno sólido", asegura un alto cargo de la dirección de Puig. 

En el PSPV restan importancia a las manifestaciones de Oltra y a la posibilidad de que Podemos la pueda apoyar como presidenta del Consell. "Lo hace para consolidar su liderazgo, en clave interna. Mònica, antes de entrar en casa, tiene que dar una vuelta a la plaza. Pero nada más. Es una tía sensata", continúa este responsable, que subraya que la cuestión de la Presidencia de la Generalitat ni siquiera está entrando en las conversaciones. "Va viento en popa todo", enfatiza. El PSPV cuenta con un arma poderosa: en el Ayuntamiento de Valencia, es Compromís la primera fuerza de la izquierda, y Puig ya ha adelantado que su partido no pondrá pegas a que Joan Ribó se convierta en nuevo alcalde. 

La importancia de ser primera fuerza

El PSOE aragonés, mientras, se pondrá en contacto "ya mismo", "lo antes posible", con Pablo Echenique para llegar a un acuerdo. Su secretaria de Organización, Pilar Alegría, apeló a la "responsabilidad" del partido morado, porque la alternativa es que gobierne el PP, opción que el barón de Podemos ya había descartado. La número dos también hizo valer que su formación tiene 18 escaños en las Cortes y más votos (21,41% frente a 20,51%), informa Europa Press. Alegría dejó ver que el PSOE está dispuesto a prestar apoyo a Pedro Santisteve, candidato a la Alcaldía de la capital aragonesa por Zaragoza en Común, plataforma integrada por varias formaciones y respaldada por Podemos. En Zaragoza, el PSOE cayó a tercera fuerza. 

En Baleares, Francina Armengol destacó que se ve "super capaz y preparadísima" para presidir el Govern, pero matizó que ahora no se trata de decidir eso, "sino de pactar las propuestas políticas" con Podemos y MÉS. "Sería algo fuerte que no presidiéramos, porque aquí el PSIB-PSOE ha quedado como primera formación de la izquierda en todas las instituciones. Pero no hemos querido dar un no rotundo, para que los cargos no interfieran en los primeros pasos de las conversaciones. Pero está claro que vamos a ser generosos", aseguran fuentes próximas a la secretaria general y candidata. El problema que tiene el PSIB es que los otros dos partidos suman juntos 19 escaños, cuatro más. En el archipiélago ocurriría algo semejante a Valencia: "Siempre parece más estable que todos compartamos Gobierno, pero Podemos no parece muy predispuesta. En cambio MÉS quiere presidir instituciones, quiere estar en los Gobiernos, sí o sí, y nosotros lo vemos bien". MÉS es la suma de los nacionalistas del Partido Socialista de Mallorca y de los ecosocialistas de Iniciativa Verds. 

Antonio Miguel Carmona también recibió "plena libertad" por parte de Sánchez para negociar con la cabeza de lista de Ahora Madrid, Manuela Carmena, según relataron en el entorno del candidato. No tiene aún decidido si se integrará o no en el Gobierno de la exjueza, porque las negociaciones formales no han comenzado, pese a la reunión que mantuvo con ella este martes. Lo que está totalmente descartado es un pacto con Esperanza Aguirre, pese a que esta le ofreció la Alcaldía a cambio de "frenar a Podemos". Lo dijo él mismo, lo dijo el  presidente de la gestora del PSM, Rafael Simancas, y lo dijo la dirección federal. 

El PSOE-A no quiere que negocien por él

El morbo de este miércoles, no obstante, reside en la entrevista entre Sánchez y Díaz, por la pésima relación que existe entre ambos. La presidenta en funciones de la Junta ya advirtió el lunes, en la resaca de los comicios del 24-M, de que esperaba que el PSOE supiera "gestionar" una situación "inédita". El partido debe actuar, dijo, con "mucha cautela y prudencia, fiel a los compromisos, porque evidentemente cualquier decisión tiene mucho riesgo". 

En el PSOE-A, aunque se valora la recuperación de poder territorial, no se hace una lectura tan complaciente de los resultados del 24-M, porque el partido ha bajado en votos (unas 671.000 papeletas menos que en 2011 y un 25,02% de los sufragios, dos puntos menos, cuando el de hace cuatro años era el suelo más bajo) y ha retrocedido "brutalmente" en las grandes ciudades. El entorno de Díaz avisa de que a los socialistas no les conviene "hacer frente contra nadie, ni contra el PP ni contra Podemos" y cree que sólo han de trenzarse pactos "que puedan ser comprendidos por los ciudadanos". Estas fuentes ponen algunos ejemplos: sí "se entiende" que se eche al PP en Valencia con Compromís, pero no que se buscase el Gobierno de La Rioja o Murcia, donde el PSOE tendría que articular un bloque con Podemos y Ciudadanos. El PSOE-A también rechaza pactos globales o que incluyan varias instituciones. En esa línea, rechaza canjear con la formación de Iglesias el apoyo a la investidura de Díaz por la Alcaldía de Cádiz, donde la candidatura municipalista impulsada por Podemos, Por Cádiz Sí Se Puede, quedó segunda, tras el PP, y por delante del PSOE. "Todo eso hay que estudiarlo", afirman en el equipo de la presidenta. 

En resumidas cuentas, asevera un dirigente: "No hipotequemos el futuro del PSOE por el presente. No se trata de arrebatar poder al PP por el hecho de hacerlo. A ver si por frenar al PP alimentamos a Podemos, que compite por nuestro mismo escenario. Una mala jugada daría pie a que el PSOE desaparezca". Lo que trasladará asimismo Díaz a Sánchez es que Andalucía no puede entrar en ninguna conversación que él mantenga con Iglesias y Rivera: "No estamos en el saco de ninguna otra comunidad. Lo que pase en Andalucía se decide en Andalucía". 

Gana "el clamor antiPP"

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Por ahora, en el PSOE no parece palparse el temor al acuerdo con Podemos, que antes se tachaba de "populista" y con la que se rehuían los acuerdos. Luena defendió el lunes que, ante todo, es una fuerza que "está en las instituciones", y con la que hay que hablar. El PP podría utilizar esa entente de cara a generales. "Mal haría Mariano Rajoy –observa un importante barón, que en pocas semanas se convertirá en presidente autonómico–. Se tiene que dar cuenta de que el producto del PP es el que está gastado. Y nosotros somos segunda fuerza". En Valencia, o en Baleares, no se contempla otra opción, porque la ciudadanía ha dicho en las urnas que "no quiere al PP".

"El clamor antiPP es mayor que otra cosa. La inmensa mayoría de nuestros votantes, y la unanimidad de nuestras bases no entenderían que hiciéramos otra cosa", asegura un alto cargo socialista balear. También hay quien no ve con malos ojos entrar a formar parte de Ejecutivos como el de Ahora Madrid, porque la integración del PSOE aportaría "solvencia y tranquilidad".

El baile de las negociaciones, no obstante, no ha hecho más que empezar. Una primera fase culminará el 13 de junio, cuando se constituyan los ayuntamientos de toda España. Entonces se verán cómo quedan los gobiernos municipales, a los que hay que añadir las diputaciones provinciales. El PP tendrá el control de 12 (en las que tiene mayoría absoluta) y en otras cinco podría gobernar con pactos. El PSOE tiene mayoría absoluta en cinco y podría sumarse, con alianzas de izquierdas, otras 12.