El PSOE exige que sea público el patrimonio de toda la familia real

"Transparencia radical". El PSOE no quiere cortapisas, ni excusas, ni mayores prevenciones que las que entraña la seguridad nacional. Quiere que entre la luz por completo en todas las instituciones y administraciones públicas. También a la Casa del Rey. Y que esa "transparencia radical" permita conocer el patrimonio y los bienes no sólo del monarca, sino de toda la familia real. 

Los socialistas han ido dosificando su giro respecto a la Corona. De la sobreprotección de antaño pasó a defender en esta legislatura la inclusión de la Jefatura del Estado en la Ley de Transparencia, un aspecto al que el Gobierno del PP mostró total resistencia hasta el pasado viernes, cuando admitió sus conversaciones con la Zarzuela durante dos meses y anunció que sí, que el rey sería recogido en la norma. La semana pasada, tras la imputación de Cristina de Borbón, Elena Valenciano reclamó neutralidad a la institución. Y este lunes, la misma vicesecretaria general subrayó en rueda de prensa que los socialistas son "partidarios de que se conozca el patrimonio" de los "miembros de la Casa Real". 

Es, sin duda, otro paso más al frente del PSOE. Porque la semana pasada, cuando rompió su miedo histórico y registró una pregunta en el Congreso para conocer la herencia suiza de Juan Carlos, no especificó que su voluntad era que la ley obligase al conocimiento de los bienes y patrimonio de toda la familia real. Hoy sí. 

"Un signo de nuestro tiempo"

Según expresó la número dos del PSOE, si hay algo que deba quedar "excluido" del escrutinio público, es lo que "afecta a la seguridad nacional, a la seguridad del Estado y de las personas". "No hay otro límite. En todo lo demás, el punto al que queremos llegar es la casa de cristal de la vida pública", porque la opacidad, alegó, es "la base para corrupción, los corrupctos sufren fotofobia, no resisten la luz". La transparencia "radical", enfatizó, es "un signo de nuestro tiempo", así que la ley, aún en (lenta) tramitación, es "una excelente ocasión para dar un salto adelante". Además, "sentará muy bien a la Casa Real", insistió Valenciano en la comparecencia que siguió a la reunión de la Comisión Permanente, el núcleo duro de Alfredo Pérez Rubalcaba.

El PSOE coincide, con el Ejecutivo, en que la Jefatura del Estado "no es una Administración pública más", y que la equiparación con el Congreso y el Senado "no es mala", pero defiende que hay que discutir "a fondo" sobre este asunto, ya que actualmente las Cámaras tampoco son un dechado de transparencia. En ese sentido, fuentes socialistas apuntaron que lo que hay que conseguir es que toda la familia real presente sus declaraciones de bienes y patrimonio, como ya hacen todos los parlamentarios nacionales. ¿Y qué se entiende por familia real? "Todos los que reciban fondos públicos". Ello incluiría a los reyes, los príncipes de Asturias y las infantas Elena y Cristina, si bien esta última ha dejado de percibir gastos de representación por su exclusión, de facto, de la agenda oficial. 

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No obstante, y de forma complementaria, Valenciano también admitió que sería positivo un Estatuto de la Corona, que la Constitución previó en 1978 pero que jamás se ha llegado a aprobar. "Es una de las ideas que barajamos todos los grupos", dijo. 

Ahora queda por conocer a qué está dispuesto el Ejecutivo. La información todavía es muy escasa. Fuentes socialistas señalaron incluso que Ferraz no había sido avisada de los contactos entre la Moncloa y la Zarzuela en todo este tiempo.

La demanda de mayor transparencia, sin embargo, no es para la dirección del PSOE la panacea para curar la desafección política –preocupante, según los índices del CIS de marzo, conocidos hoy– ni significa dar una vuelta completa a la forma de gobierno. Ni apostar por la república. Ahí la número dos sí que se mostró manifiestamente más cauta cuando los periodistas le preguntaron por la voluntad de Juventudes Socialistas (JSE) de abrir la discusión sobre la monarquía en la Conferencia Política: "Es un debate que JSE ha planteado siempre, que es conocido, y es cierto que ahora ese debate puede cobrar mayor relevancia, puesto que hay una crisis de confianza en las instituciones, no sólo en la Jefatura del Estado, pero es poco riguroso olvidar el papel constructivo y estabilizador de la Corona. Las reformas que hayan de hacerse no deben poner en peligro ese papel".