Libertad de prensa
Reporteros sin Fronteras advierte del "retroceso" del derecho a la información en Europa
Reporteros sin Fronteras (RSF) ha presentado este miércoles su informe anual 2016 sobre la libertad de prensa, donde analiza la situación del derecho a la información en un centenar de países a nivel mundial. La organización advierte del "notable retroceso" que ha sufrido el derecho a la información en Europa.
Alerta sobre las leyes antiterroristas que "afectan directamente a la libertad de prensa o el ejercicio profesional", y señala como ejemplo la ley mordaza española o las medidas de espionaje y vigilancia masiva aprobadas en Alemania y Francia. La organización denuncia que, además, "se han registrado intentos de limitar el acceso a la información o de controlar las filtraciones a los medios" y destaca que en España, "la justicia ha perseguido a varios periodistas por revelar información de interés público, desde el caso BárcenasalFootbal Leaks". España ocupa el puesto 34 del total de 180 países analizados, por detrás de territorios como Australia (25), Letonia (28) o Luxemburgo (15). Respecto al 2015, España ha retrocedido un lugar en la clasificación mundial, mientras que Francia cayó del 38 al 45, Alemania del 12 al 16 y Reino Unido del 34 al 38.
Retroceso "a pasos agigantados"
El informe elaborado por la plataforma resulta tajante: "Europa retrocede a pasos agigantados en materia de libertad de prensa". La aprobación de las legislaciones destinadas a preservar la seguridad de los ciudadanos, ha puesto "en riesgo el periodismo de investigación, la confidencialidad de las fuentes y, en general, la privacidad de las comunicaciones de los informadores".
"El año 2016 ha sido nefasto para las fuentes y los periodistas que han intentado hacer prevalecer su derecho a no revelarlas", lamentan los autores del documento, quienes señalan a los casos de Luxleaks o Vaticanleaks2, en Luxemburgo y los Estados Pontificios respectivamente, que "mostraron el largo calvario al que se pueden exponer en Europa los informadores que sacan a la luz información de interés público". Señalan, asimismo, el caso de Polonia y su polémica Ley de Prensa como ejemplo que "tuvo en vilo a la Unión Europea" y provocó que RSF pidiera la aplicación de la inusual medida de privar a un miembro de la UE de todos los sus derechos como tal por violar los valores fundamentales de la comunidad.
"Pese a todo, el protagonismo en cifras de agresiones a la libertad de prensa en el continente europeo, tiene, indiscutiblemente, el nombre de Erdogan", señala el informe. El presidente turco "ha llevado a su país al límite en materia de libertad de prensa", producto del cierre de "más de un centenar de medios de comunicación y el despido de miles de periodistas", y de los 40 periodistas que han sido encarcelados, lo que lo posiciona como líder mundial en esta materia. "Encarcelamientos de periodistas, detenciones, cierres de medios, juicios arbitrarios, condenas abusivas, periodistas exiliados, despidos masivos de profesionales, censuras, leyes represivas…", es la cadena de acontecimientos que han hecho de Turquía la "principal protagonista del retroceso de la libertad de información en el mundo".
Por su parte, Rusia ha puesto en marcha una nueva legislación que permite la retirada de contenidos online en 24 horas y hace responsables a los portales de noticias de más de 1.000.000 de visitantes de todos los contenidos que publiquen. En el caso de Ucrania, el informe asegura que "el conflicto sigue afectando gravemente a sus informadores, blanco de represalias de los grupos enfrentados, que, o bien les acusan de complicidad con el terrorismo, o bien siembran el terror en las sedes de sus medios de comunicación". En algunos casos les quitan la vida, como ocurrió con el periodista Pavel Sheremet, en julio. Rusia ocupa el puesto 148 del total de 180 países analizados, mientras que Ucrania se encuentra en el 107.
Finalmente, Europa del este continúa un año más siendo "la región más peligrosa del continente para ejercer el periodismo". RSF denuncia el "continuo enjuiciamiento a periodistas y el mantenimiento en prisión de muchos de ellos, pese a las presiones internacionales" en regiones como Azerbaiyán, que se sitúa en el puesto 163 de la clasificación.
Siria, el país más peligroso
En 2016 fueron asesinados 75 periodistas mientras ejercían su trabajo o a causa de su profesión, según documenta el informe. En este contexto, Siria fue de nuevo el país más peligroso del mundo para los periodistas, con un récord de 19 informadores asesinados –dos más que en el 2016– y de 16 secuestrados.
Tras Siria, los lugares en los que más muertes de profesionales se produjeron fueron Irak, México y Afganistán. "La guerra, el terrorismo y el crimen organizado siguen siendo los principales verdugos de periodistas", lamenta el estudio, que además muestra preocupación hacia el aumento de la represión en Irán, Bahréin, Arabia Saudí, Egipto o Yemen, donde los periodistas "sufren una implacable persecución que deriva en condenas arbitrarias a largas condenas de cárcel y latigazos".
Finalmente, Eritrea repite como el país con una mayor censura del mundo, ocupando el puesto 180. Desde el año 2001, "no existe desde prensa privada" en el territorio, donde "sólo sobreviven los medios oficiales". "Sin poder comprobar datos exactos, se sabe que decenas de periodistas han muerto en esos 15 años, decenas se han suicidado, exiliado o desaparecido, y más decenas han pasado por la prisión sin que sus familias hayan vuelto a saber de ellos", denuncia la organización.
Países como Vietnam (puesto 175), Turkmenistán (178), Arabia Saudí (165) o Marruecos (131) se encuentran en estado crítico respecto a libertad de prensa, al ocupar los últimos lugares en la clasificación.
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Violencia en América Latina
Según la organización, "el crimen organizado, la corrupción generalizada y la impunidad siguen causando estragos entre los periodistas de América Latina". Pone como ejemplo el caso de México, donde a 13 periodistas les fue arrebatada su vida por ejercer su profesión, y donde "los carteles de la droga, entre otros responsables, siguen implantando un clima de terror con amenazas, intimidaciones, secuestros y actos de extrema violencia".
En Honduras, donde en cinco años han sido asesinados más de 60 periodistas, "reina la impunidad y las posibilidades de que esos crímenes se esclarezcan son casi nulas". RSF denuncia que el trabajo de los periodistas es "cada día más difícil por la violencia de las maras y la corrupción de los políticos y las fuerzas de seguridad".