El futuro de la monarquía
El rey abandona la UCI
El rey ha abandonado este miércoles la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tras pasar "buena noche" y presentar una evolución "altamente satisfactoria", según el parte médico leído este mediodía por la directora del hospital universitario Quirón Madrid, Lucía Alonso.
Pasadas las primeras doce horas tras la intervención, Juan Carlos ha pasado a planta y se encuentra "estable hemodinámicamente, cómodo y con muy buen estado de ánimo", según el parte médico firmado por los doctores Miguel Cabanela, su colega estadounidense Robert Trousdale y el jefe del servicio médico de la Casa del Rey, Miguel Fernández Tapia-Ruano.
El parte detalla que el monarca fue intervenido quirúrgicamente para extraerle la prótesis de la cadera izquierda y se le insertó una prótesis temporal recubierta con cemento con altas dosis de antibióticos. Durante la cirugía se halló tejido periprotésico inflamado, del que se realizó una biopsia introperatoria y cultivos micorbiológicos. "El estudio anatomopatológico confirmó la presencia de inflamación", detalla.
"Transcurridas las primeras doce horas de la operación la evolución del paciente es altamente satisfactoria. se encuentra estable hemodinámicamente, cómodo y con buen estado de ánimo", finaliza el primer parte médico. El siguiente parte con información de la evolución del rey se hará público mañana jueves al mediodía.
Cristina, sin Urdangarin
Primer parte médico del rey tras su operación de cadera (25/09/2013, PDF)
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El monarca recibió durante la mañana la visita de la reina y de los príncipes de Asturias. Pero también llegó hasta la Quirón, minutos antes de las tres de la tarde, la hija menor, Cristina, acompañada de su secretario personal, Carlos García-Revenga, imputado en el caso Nóos. Cristina llegó en un Volvo conducido por García-Revenga. La infanta iba sentada en el asiento del copiloto de un automóvil que no pertenece al parque automovilístico del Estado, aunque iba escoltado por un segundo coche oficial.
Cristina llegó a Madrid procedente de Ginebra, donde reside en la actualidad con sus hijos. A diferencia de lo que ocurrió en noviembre de 2012, cuando el rey fue operado por vez primera de la cadera izquierda, la infanta no acudió al hospital acompañada por su marido, Iñaki Urdangarin, cuyos negocios al frente del Instituto Nóos investiga el juez Castro. Aquella visita –que hizo coincidir a todos los miembros de la familia real en la habitación del jefe del Estado– fue interpretada por parte de la opinión pública como una especie de perdón al duque, lo que obligó a la Zarzuela a eliminar semanas después a Urdangarin de la página web de la institución, para marcar así una mayor distancia con el marido de la infanta. En esta ocasión, la hija menor de Juan Carlos llegó a la clínica después de que los príncipes la hubieran abandonado, por lo que no coincidieron. Sobre las cinco, se acercó al centro la infanta Elena y su primogénito, Felipe Juan Froilán.