Sesión de control
Sánchez acusa a Casado de empeñarse en ser “el aperitivo” del “plato fuerte” de la estrategia de Vox
Nada nuevo el Congreso de los Diputados. Un año después del estallido de la pandemia de SARS-CoV-2, las posiciones del presidente Pedro Sánchez y del líder del PP, Pablo Casado, siguen siendo irreconciliables y así lo ratificaron ambos en la sesión de control de este miércoles como viene ocurriendo semana tras semana desde que ambos ocupan sus respectivas responsabilidades.
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Esta vez Casado eligió el tema de la crisis económica consecuencia de la pandemia, aunque no olvidó insistir en su tradicional petición de cese del vicepresidente Pablo Iglesias, esta vez por el rechazo de Unidas Podemos al levantamiento de la inmunidad del expresidente Carles Puigdemont en el Parlamento Europeo. O en su exigencia de que el Gobierno rompa con EH Bildu. Según Casado, la situación económica es peor en España que en el resto del mundo no por culpa del virus sino como consecuencia de la mala gestión del Gobierno.
Sánchez le respondió defendiendo su gestión durante el último año y asegurando que sin las ayudas, en forma de créditos y de ERTE, entre otras medidas, puestas en marcha por su Gobierno las cifras de desempleo y de empresas cerradas serían mucho peores.
Lo que hay que preguntar, añadió, “es qué han hecho ustedes”, le reprochó. Según él, el PP ni ha apoyado las medidas de apoyo al tejido productivo o al empleo ni ha aceptado ningún pacto de Estado y ahora llega al punto de “sembrar dudas sobre la vacunación”. “Tiene dos caminos: la moderación o la perdición. Usted tiene que dejar de ser el aperitivo del plato fuerte que viene después”, le emplazó en referencia a Vox.