Sánchez confirma una "hoja de ruta" para modernizar la Corona pero deja su diseño en manos de Felipe VI

Amplios sectores del Gobierno están convencidos de que la institución de la Corona debe someterse a una serie de reformas que modernicen a la Casa del Rey y que, sobre todo, deje sobre el papel unos claros compromisos en materia de transparencia, ejemplaridad y rendición de cuentas. Unos cambios que se hacen todavía más urgentes si se tienen en cuenta las investigaciones judiciales que afectan el rey emérito. Este martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la que el presidente del Gobierno aprovechó para hacer balance político del año 2020, Pedro Sánchez señaló que hay una "hoja de ruta" en cuanto a "transparencia y ejemplaridad". Que el propio rey Felipe VI "marcó claramente" cuál es ese "rumbo" en su discurso de Nochebuena –construir, dijo el presidente, "una monarquía parlamentaria adecuada a la España del siglo XXI"–y que se irá conociendo "paso a paso".

El diseño de la iniciativa, dejó claro el jefe del Ejecutivo, debe partir de la propia Casa del Rey, pero el Gobierno estará de su lado. "Contará con todo nuestro apoyo y nuestro aplauso", añadió.

"En ese ánimo de renovación va a continuar la Corona", diría poco después, y el Ejecutivo estará para todo aquello en lo que pueda "ayudar".

Fue el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien el pasado verano, en una entrevista concedida a infoLibre y eldiario.es, señalaba que "los aforamientos de cargos públicos deben circunscribirse a su actividad" y que esta afirmación era también extensible al monarca: "Defiendo lo mismo para el rey". "La Constitución española tiene que evolucionar conforme a las exigencias de ejemplaridad y conducta política de las sociedades", añadía. Pero el Gobierno, de momento, no quiere abrir ese melón al margen de Felipe VI. Este martes fue cuestionado por los detalles de esa "hoja de ruta" y no quiso concretar ningún aspecto. Se limitó a repetir que Felipe VI ya ha dado muestras desde que accedió al trono de que quiere construir una monarquía parlamentaria "de acuerdo a los estándares de la España del siglo XXI".

En su discurso de Nochebuena, Felipe VI no entró al detalle de los escándalos de su padre. "Ya en 2014, en mi proclamación ante las Cortes Generales, me referí a los principios morales y éticos que los ciudadanos reclaman de nuestras conductas. Unos principios que nos obligan a todos sin excepciones; y que están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares", aseguró el rey.

Además, mantuvo que defiende esos principios éticos y morales en coherencia con sus "convicciones", con su forma de "entender las responsabilidades como jefe de Estado" y con el "espíritu renovador" que, en su opinión, "inspira" su reinado "desde el primer día".

A ojos del presidente del Gobierno, la comparecencia de Sánchez del 24 de diciembre fue "valiente" y "marcó claramente cuál es el rumbo al cual quiere dirigir la Corona".

Casado ofrece el apoyo del PP... si no se toca la Constitución

Poco antes de que Sánchez realizara estas declaraciones, el líder del PP, Pablo Casado, había adelantado que apoyará al Gobierno "para cualquier medida que refuerce la Monarquía", pero dejando claro que cualquier paso en este sentido debería hacerse en el marco de una ley orgánica y no mediante una reforma de la Constitución. Cualquier reforma de este tipo, dijo, "sólo se puede llevar a cabo si hay un gran acuerdo entre el PP y el PSOE".

"El Gobierno contará con el apoyo del PP para cualquier medida que refuerce al jefe del Estado y refuerce a la Monarquía como la forma que todos los españoles eligieron en referéndum para articular el Estado", aseguró Casado en la rueda de prensa en la que también hizo balance de 2020. 

Previo a este ofrecimiento, el líder de los conservadores había acusado al Gobierno de "mentir", de "incompetencia" y de "arrogancia". Sánchez, por su parte, acusó al principal partido de la oposición de estar instalado en el discurso del miedo.

Evidentemente, sin el Partido Popular, los números no darían para una reforma de la Constitución. Pero para una ley, Sánchez, en principio, podría llegar a contar con la mayoría de los Presupuestos, más de diez escaños por encima de la mayoría absoluta (186). Como este diario ya ha informado, en la Moncloa son muy conscientes de que en todo lo que tenga que ver con la Casa del Rey debe participar la institución y que difícilmente se podría avanzar sin el concurso del principal partido de la oposición. También, de que el hecho de que la iniciativa parta de la Zarzuelaacercaría a Pablo Casado a este debate.

Hasta la fecha, el PP, independientemente de quien fuese su líder, se ha mostrado en contra de tocar la Constitución. Tampoco ha visto con muy buenos ojos desarrollar el título II de la Constitución española mediante una ley de la Corona. 

Durante la última legislatura de Mariano Rajoy, el PP se cerró en banda a abrir el debate sobre cualquier reforma de la ley fundamental por el temor a que Podemos forzase un referéndum. El equipo del expresidente del Gobierno consideraba que con el PSOE de entonces y con Ciudadanos podría llegar a pactar un texto que incluyese, por ejemplo, la reducción de los aforamientos. El problema lo tenía, señalaban, con la formación liderada por Pablo Iglesias que, con 67 diputados por aquellas fechas, tenía perfectamente en su mano plantear la consulta pública contemplada en el artículo 167 de la Constitución y aprovechar para abrir el deabte sobre la forma de Estado. para abrir el deabte sobre la forma de Estado.

En su punto 3, este artículo refleja que "aprobada la reforma [constitucional] por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación cuando así lo soliciten, dentro de los quince días siguientes a su aprobación, una décima parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras".

Hace un par de semanas, desde el Grupo Parlamentario de Unidas Podemos se fijó posición respecto a posibles cambios legislativos. "No queremos legislar sobre la Corona, queremos urnas para que la gente decida sobre la forma de Estado", consideró el secretario de Sociedad Civil y Movimiento Popular de la formación, Rafa Mayoral, un planteamiento que chocaría con el del PP y el del PSOE.

Sánchez deja el peso sobre el tejado de La Zarzuela

Esta estrategia del Gobierno de dejar en manos de la institución cualquier decisión de calado que le afecta no es nueva. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, puso el foco en la Casa del Rey hace unas semanas para dar respuesta a dos de las incógnitas que afectaban a la situación del emérito.

A juicio del presidente, debía ser la Zarzuela la que se pronunciase sobre la posibilidad de que el rey emérito vuelva a España por Navidad. La regularización fiscal anunciada por los abogados de Juan Carlos I ha disparado los rumores de su regreso en las próximas semanas. También dejó  Sánchez sobre el tejado de Felipe VI la decisión de si debía reaccionar de alguna forma a la declaración ante la Agencia Tributaria presentada por su padre, una reacción que en círculos políticos se espera para el discurso de Nochebuena.

Mirando más atrás en el calendario, el Gobierno también dejó en manos de la Zarzuela la concreción del sitio al que se había trasladado Juan Carlos I el pasado agosto. El día 17, dos semanas después de anunciar que había decidido abandonar España, y tras distintas especulaciones sobre su paradero, la Casa del Rey confirmaba que se encontraba en Emiratos Árabes Unidos.

"El rey don Juan Carlos ha indicado a la Casa de Su Majestad el Rey que comunique que el pasado día 3 del presente mes de agosto se traslado a Emiratos Árabes Unidos, donde permanece en la actualidad", indicaron fuentes de la institución.

Balance de cumplimiento de los compromisos de legislatura

En la misma rueda de prensa de este martes, el presidente del Gobierno presentó "un ejercicio de rendición de cuentas inédito en la historia de España a través del informe Cumpliendo", una "radiografía de la acción de Gobierno que supone un ejercicio de transparencia, ejemplaridad y fomento de la mejora permanente en la práctica pública al servicio de la ciudadanía, que aspira a institucionalizarse y convertirse en parte del desempeño habitual del Ejecutivo al margen de los cambios en la coyuntura política". Se trata del informe Cumpliendo. 

El Gobierno mira al PP para legislar sobre la Corona mientras se agranda la brecha entre PSOE y Unidas Podemos por el emérito

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El balance general señala que el 90,9% de los 1.238 compromisos adquiridos como Gobierno de Coalición se han puesto en marcha y cerca de una cuarta parte, el 23,4%, han sido ya cumplidos este año.

Además, Sánchez retrató 2020 como el año de una gran calamidad y ubicó al año 2021 como un punto crucial para España. "Quisiera ser muy gráfico: el año 2020 ha sido el año de una gran calamidad y de una gran resistencia. Pero 2021 puede ser, debe ser, el año de una gran recuperación y para eso necesitamos una gran confianza", dijo.

Sobre la salud del Gobierno de coalición, sacudido en las últimas semanas por tensiones como la del Salario Mínimo Interprofesional, los desahucios o las pensiones, el presidente defendió que su alianza con Unidas Podemos nació con el ánimo de "perdurar en el tiempo".