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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

23J

Sánchez, convencido de que si debate ganará movilizando a la izquierda y desmontando a Feijóo

Pedro Sánchez observa a Alberto Núñez Feijóo durante un debate en el Senado.

Cronómetros, bloques de temas, luces pactadas, colores en la ropa que mandan mensajes… Los debates electorales son toda una liturgia en cada cita con las urnas. El gran show televisado, con tendencias que siempre llegan desde los políticos y los medios de Estados Unidos. En una sociedad hiperconectada y adoradora de Tik Tok e Instagram, el formato cuenta mucho.

A Pedro Sánchez le gustan los debates y se siente especialmente cómodo contra Alberto Núñez Feijóo. Se ve fuerte y cree que los cara a cara son una gran bala contra el presidente del PP. Esto se tradujo este lunes en el reto del líder socialistas de seis enfrentamientos contra su rival. Sólo los dos. Sólo uno puede ser el inquilino de La Moncloa. Génova 13 huye de estos combates y considera que es una “excentricidad”.

Son muchos los factores que están detrás. Cada uno tiene sus razones y sus preferencias. En La Moncloa y en Ferraz tienen claro que esto supondría un paso adelante de Sánchez y podría amarrar una victoria frente a las encuestas. Feijóo, en cambio, fía su estrategia a no cometer errores. Los debates son pantanos en los que uno se puede hundir. Además, serán clave para este 23J, porque según expertos consultados pueden jugar un papel determinante en un escenario reñido.

"Lo más efectivo para movilizar"

Para el politólogo Ernesto Pascual, el debate en el actual clima político en España puede ser “lo más efectivo” para una de las obsesiones del PSOE: movilizar al electorado. Y es que el gran problema que tiene en estos momentos la izquierda es que su electorado no está tan activo como la derecha. En la encuesta de 40dB para El País y la Cadena Ser, publicada este lunes, se refleja que el 75,1% de los votantes del PP irá con toda seguridad a las urnas y en el caso de los de Vox sube hasta el 80,7%. Unos datos muy por encima de los que apoyan al PSOE (61%). En los casos de UP (74%) y Más Madrid (77%) también están por encima del puño y la rosa. Por lo tanto, hay un problema en el electorado socialista de levantarse del sofá.

Esto es clave para Sánchez, como comenta Pascual, que analiza que los precedentes cara a cara en el Senado han llevado al presidente a ver que puede sacar rédito a este formato. Además, le serviría para pasar de la narrativa del PP de “Sánchez o España” a “Sánchez o Feijóo”. Varios debates, como agrega el politólogo, ayudan a confrontar los modelos y medidas: “Rebaja la tensión de la campaña en negativo del PP y se pueden ver los proyectos”. “La estrategia de Sánchez también es desmontar esa imagen deformada, de lo que llaman el antisanchismo”, pone en el foco.

“Sirve para movilizar al electorado, buscar el voto útil si se habla de la alternativa de PP y Vox. Que viene la ultraderecha”, reflexiona Pascual: “Confrontar temas es muy movilizador para los progresistas, cambia el discurso”. Con este análisis: “Los votantes del PSOE son más modernos que posmodernos. Los grandes titulares han ido por la ley trans o el sí es sí. Pero conectan más con las medidas de la inflación o la reforma laboral”. Y añade como punto fuerte para Pedro Sanchez que le pueden servir para demostrar liderazgo y evidenciar el desgaste de la imagen de Feijóo. La táctica del Gobierno de desgastar la imagen de Feijóo a través de los debates parlamentarios ha dado su fruto, con la peor valoración del popular ahora desde que sustituyó a Pablo Casado.

"La decisión de voto se retrasa cada vez más"

José Pablo Ferrándiz, director de Opinión Pública y Estudios Políticos de Ipsos, pone sobre la mesa otra variante en la que pueden influir los debates: “Desde el multipartidismo, en España, y en todas las democracias liberales, la decisión de voto se retrasa cada vez más. Hemos visto la importancia de la última semana y del último día para que muchas personas decidan su voto. Es lo que llamamos decididos indecisos. Gente que seguro que va a ir a votar, pero duda hasta el último momento sobre la opción. Al retrasarse cada vez más el porcentaje de esos ciudadanos, lo que ocurra en las últimas semanas es muy importante. También para la movilización”.

Ferrándiz prosigue su análisis: “Una de las cosas que busca Sánchez es tener una campaña permanente. Lo hace con el fin de movilizar. Aunque no creo que vaya a bajar la participación por ser en julio, pero debates antes servirán para los que tienen que votar por correo”. “La otra cuestión es que Sánchez se siente más fuerte y cómodo en los cara a cara en el Senado. Quiere poner de manifiesto la incapacidad y la inconsistencia de Feijóo para ocupar la Presidencia del Gobierno y empujarle al escenario público. Con uno o dos debates a cinco, la capacidad de cometer errores es menor. Son monólogos donde cada uno cuenta lo suyo”, comenta.

Además, explica que a “Feijóo van a intentar los suyos tenerlo entre algodones lo que queda de campaña para no cometer errores”. En los debates con varios candidatos, sostiene Ferrándiz, el líder del PP “no entraría al trapo a nada e iría a contar lo suyo”. “Sería difícil confrontar modelos”, sostiene al hilo. “En el fútbol puedes meter un gol y echarte para atrás. En cambio, en el baloncesto son muchos puntos. Esto es igual, en seis debates puedes quedar más en evidencia”, argumenta.

“También plantea Sánchez cara a cara con Feijóo porque uno de los ejes de campaña del PSOE va a ser ir a por el voto de la izquierda alternativa. Va a competir, algo que hasta ahora no había hecho, con Yolanda Díaz en ese espacio. Y el PP va a intentar lo mismo con Vox planteando una confrontación entre el Partido Popular y el PSOE para atraer más votantes”, manifesta Ferrándiz, que fija que Sánchez también piensa que con los debates moviliza a electorado: “Todavía no hemos hecho bien los análisis del 28M. Hemos dado por hecho que se ha desmovilizado en mayor medida el espacio de la izquierda alternativa y no tanto el PSOE. Pero creo que estamos cayendo en una falacia. La desmovilización ha sido tanto del votante del PSOE como de la izquierda a la izquierda. Creo que se ha desmovilizado más gente del PSOE de lo que los datos a priori parecen indicar. Con los debates busca movilizar al electorado”.

Objetivo: un millón de progresistas abstencionistas

En el PSOE, desde la noche del 28, se ha tenido en cuenta que el partido perdió algo más de 403.000 votos en las municipales respecto a las de 2019. La diferencia con el PP es de unos tres puntos, por lo que consideran que es salvable de cara a las generales. Cristina Monge, en su columna de este lunes en infoLibre, analizaba precisamente los datos del 28M de participación con la conclusión principal de que la izquierda, si quiere ganar el próximo 23J, tiene que lograr movilizar a un millón de abstencionistas progresistas.

Pablo Simón, politólogo y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, se adentra en la cuestión: “Los debates son siempre un hito relevante en cualquier campaña. Lo que nos dice la evidencia empírica es que los que más pesan son el primero y el último. Se ha comprobado en EEUU, donde hacen muchos debates”. “En términos de mover voto, las estimaciones que tenemos en España es sobre un cuatro por ciento en un contexto bipartidista. Ahora es más complejo. Lo importante en un debate es ser eficiente, ser capaz de articular un discurso que atraiga a esas fronteras de indecisos que tienes con otros partidos”.

23J: ¿Cuál es el lema?, ¿cuál el dilema?

“En la mayoría de debates la gente no retiene las propuestas de los partidos, sino que se queda con el tono general. Por eso los partidos son conservadores. Cuando uno sale y pide muchos debates, lo que indica es que es alguien que sólo puede ganar exponiéndose, bien por considerar a su rival más endeble o por ser el aspirante. Por eso, es llamativo el caso de Sánchez. El PSOE va por detrás en los sondeos y sabe que cada debate es una oportunidad”, detalla.

Otro tema al que le da mucha importancia Simón es apostar por debates sectoriales y cree que el PSOE debería explotarlos más. “Lo mismo que tuvimos un Solbes-Pizarro en su momento. Hay un activo que tiene Sánchez y no Feijóo: el equipo. El socialista en algunas carteras es bastante bueno. ¿Calviño contra Juan Bravo? Sacas a Teresa Ribera, ¿y quién tiene el PP para estos temas?”.

La politóloga Sìlvia Claveria también realiza su radiografía de los debates: “Hasta ahora, los estudios sobre los efectos de las campañas es que movilizan a los tuyos, pero el porcentaje de voto de cambio es muy pequeño”. “Ahora, donde el porcentaje de votantes indecisos es mucho más alto hasta el final de la campaña y donde la personalización también tiene un impacto mayor que las siglas quizás puede tener un poco más de importancia”.

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