Crisis del coronavirus

Sánchez exhibe el diálogo social como modelo de unidad para presionar al PP en los pactos de reconstrucción

Antonio Garamendi (CEOE), Unai Sordo (CCOO), el presidente Pedro Sánchez y Pepe Álvarez (UGT) conversan en los jardines de la Moncloa.

Mientras el PP negaba en el Congreso el respaldo a los pactos de reconstrucción trabajosamente negociados durante semanas para hacer frente a las consecuencias de la pandemia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reunía este viernes en la Moncloa en un acto al aire libre, con la solemnidad de las grandes ocasiones, a los representantes de la patronal y de los sindicatos para escenificar la unidad de acción y el interés de los agentes sociales por la reactivación económica y el empleo.

Pablo Casado sigue sin cerrar un acuerdo con el Gobierno, a pesar de las expectativas creadas en los últimos días, ni siquiera en relación con la defensa de la sanidad pública y en torno a las demandas españolas ante la Unión Europea. Su partido se abstuvo en la votación de los acuerdos parlamentarios sobre estas dos materias y además votó en contra de los capítulos sobre medidas sociales y económicas entre otras cosas porque, según sus portavoces, ignoran la enseñanza concertada y no incluyen referencias a la necesidad de reducir impuestos.

La posibilidad de que el PP cambie de posición seguirá abierta hasta la votación final de las propuestas de reconstrucción, que no tendrán lugar hasta la segunda mitad del mes, por lo que sobre el papel todavía hay tiempo para acercar posiciones. Así que Sánchez aprovechó la foto con Antonio Garamendi (CEOE), Gerardo Cuerva (Cepyme), Unai Sordo (CCOO) y Pepe Álvarez (UGT) para insistir en el valor de la unidad. Empresarios y sindicatos” han sido capaces de “llegar a acuerdos con regularidad” y “en un tiempo récord”, lo que supone “un excelente indicador de la salud democrática del país” y envía “un mensaje de confianza a nuestros socios europeos” en “un contexto de enormes desafíos”.

Cuando España acuerda, España gana”, remarcó. “Eso es lo que hoy sellamos bajo dos pilares, proteger empleos y empresas. Y seguir trabajando en reactivar la economía”, añadió el presidente. El acuerdo suscrito en Moncloa es una declaración genérica sin medidas concretas pero a la que todos los presentes quisieron dar una fuerte carga simbólica, especialmente pensando en la Unión Europea.

La necesaria unidad para conseguir ese objetivo formó parte del discurso de todos los presentes. Cuerva subrayó la puesta “en valor” y el “empaque” que el acto de Moncloa otorgaba a la necesidad de “aunar esfuerzos en una situación complicada, crítica, que está atravesando nuestro país”. Garamendi subrayó la disposición de los empresarios a dialogar, “Estamos para hablar, para conseguir, para sumar. Es lo que venimos haciendo hace muchísimos años. La paz social”, subrayó, “es la mejor infraestructura de un país. Venimos a sumar; de esto se sale juntos” a pesar de las “diferencias”.

También Álvarez y Sordo enfatizaron esa idea. “La sociedad reclama unidad. Hace una semana hicimos un llamamiento a salir a la calle para pedir un gran acuerdo de reconstrucción social ”, recordó el secretario general de UGT. El acuerdo por la reactivación económica y el empleo, añadió su compañero de CCOO, “es un compromiso importante. Traslada una idea de solidez de país y de solvencia para afrontar los retos de España. Y lo traslada al exterior”, en concreto a la Unión Europea.

Garamendi y Cuerva, en tono constructivo, el mismo en el que desarrolló todo el acto, no se resistieron a dejar constancia de su oposición a los planes fiscales del Gobierno. Sánchez les respondió en actitud semejante, pero dejando claro que no va a renunciar al programa de la coalición, ni en materia de impuestos ni de reforma laboral: “Hay que modernizar nuestro marco laboral, es más que evidente”, enfatizó. “Y salir con una mayor cohesión fiscal”, lo que “tiene que llevar aparejada una reforma fiscal”.

La reforma laboral

A eso mismo se había referido un momento antes Unai Sordo. España, dijo, “tiene que hacer sus propios deberes” y el documento suscrito con la patronal se refiere a uno de los más importantes: “Corregir un modelo laboral con serias deficiencias” para “salir de la pinza de la precarización y el despido como forma de ajuste de las empresas”. Sólo así, advirtió, será posible “evitar una devaluación salarial en un momento muy complicado”.

Sin olvidar, añadió Sordo, que “más temprano que tarde” habrá que “replantear la corresponsabilidad fiscal para hacer frente al deterioro de las cuentas públicas”.

El diálogo social, que acumula acuerdos desde que se reinició el pasado enero, contrasta con las dificultades los partidos para ponerse de acuerdo en torno a un mínimo denominador común para salir de la crisis. Ninguno de los cuatro capítulos de los pactos de reconstrucción económica y social que se votaron este viernes en el Congreso consiguió un respaldo amplio de las fuerzas políticas.

El documento sobre medidas sanitarias, que se supone debe servir de base para reforzar la sanidad pública española y prepararla para hacer frente a cualquier emergencia sanitaria que puede tener lugar en el futuro, sólo sumó, pese a las numerosas enmiendas incorporadas al texto originalmente redactado por el PSOE y Unidas Podemos, el voto favorable de Ciudadanos y de Teruel Existe. El PP se abstuvo, insatisfecho con la disposición del Gobierno a admitir algunas de sus propuestas, como la creación de una Agencia de Salud Pública. Y la izquierda y los grupos regionalistas, nacionalistas e independentistas se repartieron entre la abstención y el voto en contra, convencidos de que el objetivo del Gobierno es recentralizar las competencias sanitarias.

El apartado de medidas sociales no corrió mejor suerte. De hecho, perdió incluso apoyo en relación con el que había obtenido en los días previos. Al final salió adelante exclusivamente con los votos del PSOE y Unidas Podemos (155) y 132 noes —Vox no está participando en la votaciones ni participa en los debates—. Aquí es donde PP, Ciudadanos y Junts están haciendo bandera de la defensa de la enseñanza concertada. 

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El documento sobre reactivación económica sumó los votos a favor del PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos, (165) y el rechazo del PP, Esquerra Republicana, Junts, EH-Bildu y el BNG, mientras que el PNV, Coalición Canaria y el PRC se abstuvieron.

Ni siquiera las propuestas en relación con la Unión Europea fueron capaces de suscitar una mayoría sustancial, aunque sí fueron las que más respaldo consiguieron. A favor votaron 183 diputados (entre ellos los de PSOE, UP y Ciudadanos) pero no el PP, que alineo sus 88 escaños en las filas de la abstención, que sumaron 102 votos.

La votación del viernes no será la última. Los partidos disponen todavía de dos semanas para tratar de acercar posiciones y cerrar un texto capaz de reunir una amplia mayoría de votos favorables, algo que el Gobierno considera esencial para conseguir que la Unión Europea conceda a España el máximo posible de fondos no condicionados para estimular la reactivación económica tras la pandemia.

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