Sánchez garantiza que no habrá terceras elecciones pero rechaza dejar gobernar al PP si gana Rajoy

El secretario general y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado este viernes que tras las próximas generales no persistirá la situación de bloqueo político. "Les puedo asegurar que no va a haber terceras elecciones. Habrá un Gobierno después del 26 de junio", ha dicho en su intervención en la XXXII reunión del Círculo de Economía que se celebra en Sitges (Barcelona).

El líder socialista, como viene haciendo en los últimos días, ha subrayado la idea de que "si el PSOE es primera fuerza, en una semana hay Gobierno". "No parece que Rivera tenga muchas ganas de apoyar a Rajoy como presidente del Gobierno", ha comentado para justificar esa afirmación el propio Sánchez, que también ha opinado que "Rajoy está metiendo a la derecha española en un callejón sin salida".

Así, ha censurado que tras los comicios de diciembre "renunciara a presentarse al discurso de investidura" y a "tender puentes" con "partidos de corte conservador" como "el PNV, Ciudadanos o Democracia y Libertad". En ese contexto, ha reivindicado su decisión de someterse a la investidura y el pacto alcanzado con Ciudadanos: "Llegué a un acuerdo que tenía 131 escaños. ¿Insuficientes? Sí, pero más que 123", ha insistido.

No dejará gobernar a Rajoy

El candidato, sin embargo, ha insistido en que no facilitará un Gobierno del PP si Rajoy vuelve a ganar las elecciones. Preguntado en varias ocasiones si sería partidario de aplicar a nivel nacional la regla que rige en los Ayuntamientos, por la que en segunda votación de investidura se proclama alcalde al candidato de la lista más votada si nadie logra la mayoría absoluta del Pleno, Sánchez ha dicho que no.

"Rajoy dice que el PSOE tiene que apoyar al PP porque fue primera fuerza, pero para seguir haciendo las mismas políticas que hasta ahora. ¿Entonces, dónde está el cambio?", se ha preguntado el candidato, que ha prometido que tras las generales de junio no vetará "a ninguna fuerza del cambio" –Podemos y Ciudadanos– para formar Gobierno, y que tenderá puentes con el PP "en políticas de Estado".

En ese sentido, ha censurado que tanto el candidato conservador como el líder de Podemos, Pablo Iglesias, le plantearan "contratos de adhesión" tras las elecciones de diciembre. A Rajoy lo ha criticado porque "renunció a la investidura" y "se quedó en el bloqueo". A Iglesias, porque "se sacó de la manga" que debía ostentar la Vicepresiedencia y controlar "el CNI, RTVE y un Ministerio de Pluralinacionalidad".

Encaje de Cataluña

También ha aludido a la exigencia del partido morado de un referéndum en Cataluña. "Es evidente que la política catalana ha impedido que haya un Gobierno en España. El derecho a decidir ha sido utilizado por alguno en concreto como señuelo para decir que quería pactar conmigo y luego oponerse", ha apuntado Sánchez, para quien la reforma de la Constitución es la vía para el encaje de Cataluña.

"Creo que lo más consecuente –ha opinado– es ofrecer a votación un acuerdo y no una ruptura. La salida más adecuada es la reforma constitucional, y efectivamente Cataluña es un problema que trasciende Cataluña. Hoy la cuestión catalana se ve como un problema del Estado español, como una exigencia de culminar el modelo territorial que no se acabó en 1978 por cuestiones históricas".

Sánchez ha defendido que el PSOE es "la única alternativa que puede tender puentes a un lado y a otro" de forma "constructiva", que su partido encara los comicios del 26-J "en mejores condiciones que en diciembre" y ha negado que fuera errónea su estrategia de intentar pactar al tiempo con Rivera e Iglesias: "Se necesitan proyectos con vocación de acordar (...). El Gobierno de cambio era la expresión de la voluntad mayoritaria". 

Programa económico

Ante un auditorio de unos 400 empresarios, el aspirante a la Presidencia ha dedicado la mayor parte de su intervención de este viernes a desgranar las propuestas económicas del PSOE. Sánchez ha criticado la actual dependencia del exterior de la economía española, los "bajos salarios", el "alto endeudamiento" y ha mostrado su preocupación por las "consecuencias sociales" del modelo actual.

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Así, y para poner fin a un "modelo de crecimiento que se va agotando rápidamente" y que provoca "una enorme desigualdad", se ha mostrado partidario de impulsar medidas en tres ámbitos: políticas que favorezcan el crecimiento sostenido de la demanda, reformas que favorezcan la mejora de la productividad y actuaciones que impulsen la competitividad de las empresas y la economía española.

Como ejemplos concretos, el líder socialista ha mencionado la necesidad de un plan de inversiones europeo, el rechazo a nuevos recortes y la apuesta por "reforzar" la Sanidad, la Educación y el sistema de dependencia, "combatir la inestabilidad laboral", potenciar la inversión en I+D+I y "modernizar" las empresas familiares, e impulsar "una gran transición energética" que reduzca los costes de la energía.

Todas estas medidas, ha defendido el candidato, "modernizarán la estructura económica" y están inspiradas "en lo mejor de la socialdemocracia europea". "El PSOE ha demostrado capacidad de diálogo y voluntad de acuerdo, antepondrá los intereses generales a los partidarios y dispone del capital humano acumulado en su etapa al frente de las instituciones y de la experiencia de sus cuadros", ha resumido.