El nuevo año político
Sánchez toma la bandera del 15M para intentar recuperar los votos que se fueron del PSOE a Podemos
Un impuesto a la banca para ayudar a financiar las pensiones. Ingreso mínimo vital. Subidas salariales. Rescate de los jóvenes. Son sólo algunas de las medidas que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, incluyó este martes en su primera intervención pública de inicio del curso político con varias apelaciones al 15M y a los votantes de Unidos Podemos con la vista puesta en las próximas elecciones generales.
“Muchos pensamos que sin haber llegado a su ecuador, esta legislatura no da más de sí”, proclamó Sánchez. Y “entre esperar y emprender, el nuevo PSOE elige emprender las grandes transformaciones del país desde la oposición. Ante la falta de liderazgo” de un Mariano Rajoy “en tiempo de descuento, lideraremos el país desde la oposición hasta que las urnas nos den la mayoría que necesitamos para poder alcanzarlo desde el Gobierno”.
Para construir ese liderazgo, el secretario general del PSOE esbozó diez propuestas sobre pensiones, educación, ciencia e industria, agua, la creación de un ingreso mínimo vital, pacto de rentas, rescate de los jóvenes, igualdad de género, financiación autonómica y local y nuevo pacto constitucional.
“En esencia”, explicó, “todo lo que he expuesto hasta el momento, todo el catálogo de reformas pendientes, de grandes transformaciones que estoy dispuesto a impulsar desde la oposición, se nutre de la misma idea: la necesidad de actualizar nuestro marco de convivencia” para “reconectar con la España de hoy. Hay que enganchar a la generación que no pudo votar la Norma Fundamental de 1978, en un proceso de regeneración democrática”. “Esa es la generación del 15M”, subrayó, “la que sufre la avería del ascensor social, el que garantizaba a una familia con pocos recursos enviar a su hijo a la universidad a cambio de un futuro mejor. La que puede quedar atrapada en la trampa de la desigualdad”. “La nueva Constitución debe ser también la Constitución del 15M”, proclamó.
“Una sociedad”, añadió Sánchez, “muere de complacencia cuando los indolentes colonizan el poder sin pensar en los que han de venir en el futuro. Se lo debemos a esa generación que salió a calles y plazas hace seis años para decirnos eso”, ayudó de nuevo en referencia al 15M. Personas “que querían ser protagonistas de su propio tiempo”.
De ese guiño indisimulado al 15M y a la base electoral de Unidos Podemos, una parte de la cual son exvotantes socialistas, es un buen ejemplo la propuesta estrella desvelada este martes por Sánchez: lso impuestos a la banca para que contribuyan a pagar las pensiones. Concretamente, un “impuesto sobre transacciones financieras” y lo que denominó “un impuesto extraordinario” para que la banca sostenga también el sistema público de pensiones. Porque “si los españoles contribuyeron con el sudor de su frente al rescate de la banca”, justificó el líder del PSOE, “es justo que ahora sea la banca quien ayude a sostener el sistema de pensiones”. Con un gravamen, añadió, “exigido por organismos nada sospechosos de radicalidad, como el FMI o la propia UE, y también puesto en marcha por gobiernos como el británico o el francés”.
No es, con todo, la primera vez que Sánchez apela al 15M. Lo hizo con toda rotundidad el 18 de junio de 2017 en su discurso de clausura del 39 Congreso del PSOE, el de su regreso a la secretaria general. Aquel día planteó su estrategia para que el PSOE pueda crecer por la izquierda atrayendo a “a quienes se convocaron hace seis años un 15 de mayo al grito de ‘No nos representan” en las calles y en las plazas de España, entre ellas la Puerta del Sol de Madrid. Unos indignados a los que entonces ya prometió que “su demanda de regeneración aún insatisfecha pronto” sería “una realidad”.
Sánchez defendió que “la única esperanza de cambio en España está en el nuevo PSOE”. O un gobierno socialista “o doble ración de lo mismo que representa el PP y Ciudadanos”. Porque “la otra izquierda”, añadió en referencia a Unidos Podemos, “quedó desbordada por su error histórico de no defender la soberanía nacional” en la crisis catalana.
“Es nuestro deber examinar el pasado reciente, aprender de los errores cometidos, no desde una vocación académica, sino desde la perspectiva del relato de quienes se esconden detrás de las grandes cifras que deshumanizan el sufrimiento”, porque “todas las cifras no pueden ocultar mensajes triunfalistas sobre los rescoldos de la crisis económica que todavía perciben 7 de cada 10 hogares españoles”. Apelando además “a la memoria cotidiana de quienes emprendieron el camino del exilio económico, renunciaron a sus sueños o permanecen atrapados en la paradoja infame del trabajo pobre”.
Los españoles, prosiguió, “merecen y desean un gobierno honesto y dialogante, que haga del combate contra la desigualdad la mejor inversión de futuro”. “Puede que algunos otros se escondan”, añadió. “Yo doy un paso al frente para liderar, si es preciso desde la oposición y junto a los gobiernos socialistas municipales y autonómicos, la batalla contra la desigualdad que la derecha, fiel a sus convicciones, ha decidido no librar. Están en su derecho de rendirse. Los socialistas no nos rendiremos”, indicó.
Sánchez abrió su intervención, en un acto organizado en el Hotel Palace de Madrid por Nueva Economía Fórum y en presencia de dos centenares de invitados elegido expresamente por el equipo del secretario general para abrir el curso político, con una reivindicación de su fallido intento de investidura de hace dos años.
Si hubiera salido adelante, aseguró, “la política se habría visto al menos renovada” en materia de regeneración democrática —“cuya demanda inició el 15M y que continúa insatisfecha”, puntualizó—, de cohesión social y lucha contra la desigualdad, de “recuperación justa” —elevando los salarios y reduciendo “la legión de trabajadores pobres”— y de cohesión territorial, anticipándose al “desafío secesionista”.
“No pretendo hacer un ejercicio de nostalgia ni caer en el reproche [a Podemos] ni tampoco recordar al por entonces compañero de viaje [Ciudadanos], hoy sostén de un conservadurismo que atenaza el cambio en la política española”, precisó Sánchez. Sino para “reivindicar que la izquierda de gobierno que encarna el nuevo PSOE propuso un proyecto de país con respuestas adecuadas a las demandas de la ciudadanía”.
En vez de eso, explicó, “soportamos al primer presidente de la historia de la democracia que ha comparecido ante los tribunales por la corrupción de su partido”, hay más trabajadores pobres y menos clase media, la mitad de las familias monoparentales (el 80% de ellas encabezadas por mujeres) están en riesgo de pobreza y “España ha sufrido el mayor ataque de la historia democrática a su integridad territorial”.
“El tándem Rajoy-Rivera”, aucsó, “bloquea todo intento de cambio en el ámbito social, político, económico, laboral y medioambiental, utilizando, por ejemplo, el veto parlamentario y, en consecuencia devaluando la calidad democrática de nuestro Congreso de los Diputados y también de nuestro país”.
Atravesamos la “legislatura de la oportunidades perdidas”, con un Gobierno cuyo proyecto está “agotado”, que está “dividido” internamente a la espera de la sucesión de Rajoy y que está en “estado de shock” ante el auge de Ciudadanos.
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El presidente Rajoy “no es la clase de líder que necesite de grandes incentivos para no tomar ninguna decisión”, ironizó Sánchez. “Siempre opta por la opción más cómoda que es no hacer nada. Pero las consecuencias no son inocuas para la ciudadanía”, como se está viendo en materia pensiones, financiación del Estado de bienestar o la crisis de Cataluña. “La parálisis que advertimos en su primer mandato se ha agudizado en el segundo, e intensificado tras las pasadas elecciones catalanas”, denunció.
En materia territorial, el líder del PSOE apeló expresamente al “tándem Rajoy-Rivera” para que se comprometan a trabajar en la comisión territorial que empieza sus sesiones mañana en el Congreso de los Diputados a “levantar un proyecto de país que combata la raíz del secesionismo” avanzando “hacia una nueva España autonómica. Federalizar es la solución y no recentralizar”, advirtió. “La igualdad y la diversidad son objetivos compatibles”.