VIAJE A MARRUECOS
Mohamed VI y Sánchez mantendrán una audiencia en Rabat
El rey de Marruecos, Mohamed VI, recibirá esté miércoles al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dentro del viaje oficial que hace el mandatario español al país vecino. Según fuentes de la delegación española, el monarca ha invitado a Sánchez a una audiencia en el Palacio Real en Rabat esta tarde como gesto al más alto nivel.
Sánchez se reunirá primero con el jefe de Gobierno de Marruecos, Aziz Ajanuch, con quien mantendrá también un almuerzo. Y posteriormente se reunirá con el rey, según han revelado fuente oficiales españolas a los periodistas que viajan con el presidente. Hasta minutos antes de aterrizar en la capital marroquí no se había desvelado por parte del Gobierno español la agenda que tendría el presidente, que viaja acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
La cita entre Sánchez y el rey estaba pendiente desde febrero del año pasado, ya que los dos mandatarios no se vieron con ocasión de la reunión de alto nivel (RAN) entre los dos países que se celebró en Rabat. Mohamed VI no acudió a esa cita al encontrarse fuera del país pasando una temporada en su residencia de Gabón. En esta ocasión, ha querido darle el máximo rango protocolario organizando una audiencia en el mismo Palacio Real.
“Marruecos es un país vecino, amigo y socio estratégico de España en todos los ámbitos”. Con esta premisa que sale del Palacio de La Moncloa encara Sánchez este viaje oficial exprés en el que se quiere profundizar en los “lazos que unen a ambos países”. El presidente del Gobierno, tras la sesión de control al Gobierno en el Congreso, se ha desplazado hasta Marruecos. Y es un gesto del Gobierno al arranque de la legislatura, siguiendo la costumbre de los presidentes españoles al llegar o reeditar el poder de viajar a ver a las autoridades del país vecino.
Quinto viaje de Sánchez a Marruecos
Este es el quinto viaje de Pedro Sánchez a Marruecos, cuyas relaciones está cuidando al máximo y después de la crisis que se sufrió hace tres años por el flujo migratorio y los saltos de las vallas fronterizas. Todo ello condicionado por haber dado España acogida al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, que fue tratado en un hospital en Logroño. El malestar del país vecino fue evidente desde entonces y el enfado mayúsculo provocó alta tensión diplomática.
Desde entonces, el Gobierno de España ha tendido puentes con Marruecos, con gestos como el cese de la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. Su sucesor al frente del Palacio de Santa Cruz, José Manuel Albares, ha sido el encargado de reconstruir las relaciones y el negociador del giro que dio España sobre el Sáhara occidental acercándose hacia las posturas de Rabat.
"Una nueva etapa"
Ahora, fuentes del Palacio de La Moncloa, subrayan que el viaje se “produce en el mejor momento para las relaciones entre ambos países tanto a nivel político como económico y de seguridad”. “La nueva etapa en la relación bilateral entre España y Marruecos se inició con la Hoja de Ruta adoptada en 2022 y la reunión entre el presidente del Gobierno y el rey Mohamed VI”, añaden en el complejo presidencial. Para añadir las fuentes: “Una relación basada en la confianza, el cumplimiento de lo acordado, el respeto y el diálogo permanente”.
En el Ejecutivo ponen en valor que aquella reunión de alto nivel (RAN) que se celebró hace un año concluyó con la firma de 24 acuerdos, lo que supuso “un hito histórico”. Además, se firmó una declaración conjunta que abordaba todas las dimensiones de la relación bilateral. No obstante, este viaje servirá para abordar algunos puntos que no se han puesto en marcha como se acordó como la reapertura de la aduana en Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en 2018, y la apertura de una nueva en Ceuta,
Sánchez llega también a Marruecos con un fuerte mensaje económico. En La Moncloa ahondan en que las relaciones comerciales y de inversión son “especialmente fructíferas”. “España es el primer socio comercial de Marruecos y aspira a convertirse en un inversor de referencia”. El comercio bilateral entre los dos países, según datos del Ejecutivo, superó en 2022 los 20.000 millones de euros. Las dos partes tienen la intención de que esta cifra siga en aumento.
Además, los dos países, según fuentes del Gobierno, tienen un “elevado” interés también de cooperación en materia de seguridad, tanto en la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado como la inmigración irregular y las mafias que trafican con seres humanos. Unos temas en los que España está también abanderando la posición de la Unión Europea para cooperar con la otra orilla del Mediterráneo y países africanos.
Hace poco más de diez días Sánchez se trasladó junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hasta Mauritania, donde abordaron junto a las autoridades locales la preocupación por el aumento de la migración irregular (el 83% de los cayucos que llegan a las islas Canarias proceden desde ese país). Además, confirmaron el interés de inversión en esa zona para proyectos de hidrógeno verde.
El viaje de Sánchez también promete ser un foco de polémica nacional. Los socios en el Gobierno del presidente siempre han sido muy críticos con el giro dado por España respecto al Sáhara Occidental, por lo que se esperan exigencias en el espacio de Sumar. Pero especialmente ha sido crítico con esta postura Podemos, que ahora se encuentra fuera del Ejecutivo. Pero, además, la derecha lleva mucho tiempo afeando al PSOE una supuesta postura sumisa con Marruecos, especialmente por parte de la ultraderecha. Pero también el Partido Popular ha llegado hasta recoger bulos como los de un supuesto chantaje al socialista por el contenido de su móvil a través de Pegasus.
Sánchez, en cambio, sigue afirmando que la postura de España no ha cambiado y que sigue las directrices de la ONU. Además, a lo largo de los últimos tiempos se han producido gestos como las propias vacaciones del presidente junto a su familia en Marruecos. Y, además, España trata de estrechar más los lazos a través de eventos como la organización del mundial de fútbol para el año 2030 a tres bandas en España, Marruecos y Portugal.