El futuro de Cataluña
Santamaría se plantea vender Génova porque puede resultar "demasiado" edificio
La exvicepresidenta del Gobierno y candidata a presidir el PP, Soraya Sáenz de Santamaría, cree que "España necesita y merece que una mujer sea presidenta del Gobierno" porque llevaría al país "de nuevo a la vanguardia" y pondría asuntos como la conciliación "en el centro del debate", tiene intención si llega a la presidencia del PP de adoptar medidas para "ampliar las bases y la afiliación" de forma que "las cuotas no sean un problema" y combatir la corrupción con medidas como una "total separación entre los partidos y los contratos públicos".
En este contexto, ha reconocido que "muchísimos afiliados y compromisarios" le han planteado la posibilidad de vender la emblemática sede nacional del PP en la madrileña calle Génova, por considerar que quizá sea "demasiado", algo sobre lo que ella va a reflexionar.
"Como me lo ha planteado mucho afiliado de base, hay que darle una vuelta porque esa gente también tiene mucha visión de futuro y de cómo puede ser nuestro partido en el futuro con generosidad, humildad y volviéndonos a construir de abajo a arriba", ha señalado.
En Cataluña "se practica el apartheid" y no existe el "apaciguamiento"
Sáenz de Santamaría ha asegurado que ahora lo que toca en Cataluña es "firmeza" y llevar el Estado a esa comunidad autónoma. Según ha dicho, los independentistas practican allí el "apartheid" y "el apaciguamiento con esa gente no existe".
Así se ha pronunciado tras la reunión que este martes mantuvieron en el Palacio de La Moncloa Sánchez y Torra, en la que iniciaron una etapa de diálogo al coincidir en que hay margen para trabajar en la normalización de sus relaciones pese a la imposibilidad de un acercamiento respeto al derecho de autodeterminación. Ambos, que se reunieron más de dos horas y media, acordaron poner en marcha la comisión bilateral Generalitat-Estado.
En una entrevista en la cadena Cope, recogida por Europa Press, Sáenz de Santamaría ha afeado a la actual vicepresidenta socialista Carmen Calvo que esté "más pendiente" de la valoración que van a hacer los independentistas que de la defensa de España y del Estado en Cataluña. Según ha dicho, cuando gobernó el PP lo primero que procuraron es que los "constitucionalistas trabajaran juntos".
En este sentido, la exvicepresidenta ha dicho que ese contacto con los constitucionalistas es lo primero que debería haber hecho el Ejecutivo del PSOE, en vez de dedicarse a "hacer turismo" por la Moncloa con Torra. A su entender, a los primeros que tiene que defender Sánchez no es a los independentistas sino a los catalanes que se sienten españoles, y les gustaría poder vivir y hablar en libertad en Cataluña.
"Porque a Sánchez le hayan regalado el sillón de la Moncloa, no puede ir regalando España a trocitos. Lo que toca es firmeza, lo que toca es la defensa del Estado y llevar al Estado y al Gobierno a Cataluña, y no sacarlo", ha enfatizado, para añadir: "el apaciguamiento con esa gente no existe porque en Cataluña practican el apartheid".
Así, Sáenz de Santamaría ha recalcado que a los primeros que tiene que defender Sánchez no es a los independentistas sino a los catalanes que se sienten españoles, y les gustaría poder vivir y hablar en libertad en Cataluña.
La operación diálogo
Al ser preguntada si hace autocrítica tras la operación diálogo que impulsó con el Gobierno catalán, Sáenz de Santamaría ha resaltado que solo se reunió dos veces con el entonces vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, para hablar de las 46 peticiones que Carles Puigdemont había trasladado a Rajoy.
Eso sí, ha dicho que solo les interesaba la autodeterminación y ya les dijo entonces que eso no se podía negociar porque "corresponde a todos los españoles". "Con quien más he dialogado en Cataluña y ésa es la gran diferencia con el señor Pedro Sánchez, es con los catalanes", ha enfatizado, para añadir que su diálogo ha sido sobre todo con la sociedad civil o las empresasempresas que lo estaban "pasando mal" en esta comunidad.
En este sentido, ha resaltado que el Gobierno de Mariano Rajoy "no ha cedido ni una sola competencia" al Gobierno de Puigdemont, "no ha retirado ningún recurso" ni ha "contaminado la política penitenciaria". A su entender, "a toro pasado" todos hacen críticas, pero ella "jamás" ha ido en contra de la ley y siempre va a defender la unidad de España.
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La candidata a presidir el PP ha señalado además que el otro aspirante, Pablo Casado, "confunde las sumas", porque no se puede dar por sentado que quienes simpatizaron con la candidatura de María Dolores de Cospedal vayan a darle a él su apoyo en el cónclave del 20 y 21 de julio. "A mí esto de jugar a dividir entre señoras para ver si encuentro un hueco, no me gusta", ha comentado.
Santamaría ha incidido en que no se puede dar por sentado que los votos de Cospedal –"una mujer, como es mi caso"– se vayan a transferir a Casado, "otro perfil bastante diferente" y cuyo planteamiento político no tiene por qué "coincidir exactamente" con el de la ya ex candidata y el de quienes le dieron su apoyo en la primera vuelta. "Esto de jugar a dividir entre señoras para ver si encuentro hueco, no me gusta. Las señoras en este debate nos hemos comportado con una educación ejemplar, bastante más que algunos señores", ha dicho en este contexto. Para Sáenz de Santamaría, "lo importante" es que su lista resultó vencedora en "la mitad" de las circunscripciones, un total de 30, cuando Casado triunfó en 14. Aún así, afirma que "aún en los sitios donde uno puede pensar que tiene más afiliados no le tienen por qué coincidir con los compromisarios", que serán quienes tengan la última palabra en el cónclave.
El candidato a la presidencia del PP Pablo Casado ha contestado a Soraya Sáenz de Santamaría que "nadie es más que nadie por ser hombre ni por ser mujer" y que "nadie intenta dividir entre señoras por ser señoras ni por ser señores". "Nos estamos equivocando a la hora de hablar de señoras y señores", ha sentenciado. En una entrevista en TVE recogida por Europa Press, ha dicho: "Nunca he hablado de géneros, nos estamos equivocando a la hora de hablar de señoras y señores. No creo en las cuotas ni en la diferenciación por género. No voy a comprar el discurso de la izquierda de colectivizar la sociedad. Nadie es más que nadie por ser hombre o por ser mujer y nadie intenta dividir ni por ser señoras ni por ser señores, estamos equivocando el enfoque de lo que tiene que ser un partido que vota los principios liberales".