Sectores del PP sostienen que la "cantera" para Madrid está en el Gobierno de Rajoy

El Partido Popularrespira aliviado tras la marcha de Cristina Cifuentes. El desgaste de las siglas estaba siendo enorme, y servía además en bandeja las críticas a la oposición. Los retos a los que se enfrenta Mariano Rajoy en Madrid son importantes y la hoja de ruta parece clara: designar un sustituto para la expresidenta, tomar el control del PP de Madridtomar el control del PP de Madridy preparar la formación para las autonómicas y municipales del año que viene. El último de estos puntos es el que más preocupa en el cuartel general de los conservadores: Ciudadanos ya les supera en las encuestas y perder la Comunidad de Madrid supondría un shock decisivo. Con Cifuentes fuera, el tándem de la expresidenta (Comunidad) y Pablo Casado (Ayuntamiento) se ha caído. Por mucho que desde Génova y desde el PP de Madrid se hable de que hay "cantera" y "banquillo", una de las opiniones más extendidas es que Rajoy va a tener que armar una candidatura "de peso" para lanzar la idea de que en Madrid el PP va a por todas. Y que es complicado que no tenga que recurrir a su propio Gobierno para ello.

Teniendo en cuenta que el caso Cifuentes ha trastocado los planes de Rajoy y Madrid vuelve a ser una preocupación para el presidente, la opinión más extendida es que pasado el Dos de Mayo, fiesta de la Comunidad de Madrid, la dirección nacional del PP designará a un candidato para presidir la Comunidad de forma temporal, hasta las elecciones. Sin mayor compromiso de futuro.

Los conservadores dan por hecho que el pacto con Ciudadanos sigue en vigor, por lo que la idea es que la persona propuesta goce de la aprobación previa de la formación naranja para evitar "sorpresas" en el pleno de investidura. Esta persona ha de ser uno de los 47 diputados del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Madrid –son 48 contando a Cristina Cifuentes–. En los últimos días se están barajando muchos nombres. Pero el que más suena, el de Ángel Garrido, ex número dos de Cifuentes y presidente en funciones, no convence a Génova porque no supone el "antes y después" que quiere Rajoy, sino un dirigente marcado por haber sido la mano derecha de la ya dimitida.

Una de las discusiones de estos días entre dirigentes del PP es la de si Rajoy debería apostar desde ya por la persona que será candidata en mayo de 2019. "En el Grupo [Parlamentario] hay cantera, políticos muy válidos. Pero no sé si reúnen las cualidades que ha de reunir un número uno teniendo en cuenta que en los partidos de la oposición van a ir a por todas", comenta un destacado dirigente del PP madrileño.

Las opciones de Casado

A día de hoy, el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, es fijo en todas las quinielas para 2019. "Algo tiene que torcerse mucho para que Pablo no sea candidato", considera un diputado en la Asamblea de Madrid. Lo que está menos claro es si su destino es el Ayuntamiento o la Comunidad. La dimisión de Cifuentes deja abiertas las dos posibilidades. 

Diputado por Ávila, no sería visto como un paracaidista en Madrid. Ha trabajado junto a José María Aznar, y con Esperanza Aguirre fue diputado en la Cámara regional y presidente de Nuevas Generaciones. Además, no es un dirigente que incomode de forma especial a Ciudadanos y eso es importante si se repite la circunstancia de que el PP tenga que pactar.

¿Quién completaría el cartel? "Ahí ya entrarían en juego ministros y secretarios de Estado", valora un diputado. Por eso, no sorprendió mucho que el exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo abogara este jueves por que la candidata que sustituya a Cifuentes sea Soraya Sáenz de Santamaría. 

¿Una oportunidad para Santamaría?

Más allá de que la relación entre García-Margallo y la mano derecha de Rajoy en el Gobierno no sea la mejor y que, por ello, sus palabras fuesen vistas como un "regalo envenenado", la vicepresidenta lleva años siendo incluida en todas las quinielas de candidatos a ambas instituciones madrileñas. De hecho, hay en el PP quien lamenta que Rajoy no optase por ella para el Ayuntamiento en lugar de por Esperanza Aguirre en 2015.

Uno de los problemas que plantearía esta candidatura es que Santamaría sería apartada del Gobierno a un año de las generales y cuando, en principio, no estaría claro qué va a hacer Rajoy. Como ocurre con María Dolores de Cospedal, ministra de Defensa, y con Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, la vicepresidenta también es fija en el listado de posibles sucesores del jefe de los conservadores.

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En el PP hay quienes creen que la salida de Santamaría hacia la Comunidad o el Ayuntamiento de Madrid iría acompañada del regreso de Cospedal a Castilla-La Mancha. 

En una reciente entrevista al periódico regional La Tribuna, Rajoy la definió como "la candidata ideal".

Junto al de Soraya también han sonado los nombres de la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, o el del portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo. También, el del titular de Justicia, Rafael Catalá. "Tienen menos perfil político que Soraya [Sáenz de Santamaría], pero son conocidos porque proceden del Gobierno", señala una de las fuentes consultadas.