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ataques terroristas en parís

Seis razones que explican por qué Francia se ha convertido en objetivo número uno del Estado Islámico

Thomas Cantaloube (Mediapart)

Mientras la naturaleza aborrece el vacío, los terroristas lo adoran. De hecho, desde hace decenas de años los terroristas disfrutan de zonas sin ley o de territorios mal controlados para entrenarse y preparar sus acciones. Así ocurrió en Irlanda del Norte y en los campos palestinos, en Líbano a partir de los setenta, en Afganistán y Libia en los ochenta y noventa, en Yemen e Irak después de la invasión americana en 2003... Y hoy ocurre así en el Sahel y, sobre todo, en Siria.

Los objetivos exteriores (no hablamos de atentados internos como los ocurridos en Yemen, Irak o Nigeria) evolucionan en función de los grupos terroristas y de sus objetivos que –no hay que olvidarlo– son tan políticos como mediáticos. Fue el caso de Estados Unidos a finales de los noventa y en 2001, de España y Gran Bretaña en 2004 y 2005, de Francia hoy...  

Al-Qaïda, en particular su brazo en el Sahel (AQMI), lleva años llamando a atentar contra Francia. Como nunca lo ha conseguido se contenta con acciones sobre el continente africano (secuestros, ataques de soldados o de expatriados…). El Estado Islámico (EI), por el contrario, sí ha logrado atacar cuatro veces en Francia en menos de un año. A saber: la matanza en la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo y un supermercado de comida judía en enero de 2015; el ataque a una empresa gasística cerca de Lyon en julio; otra frustrada embestida en un tren que hacía el recorrido Amsterdam-París en agosto… y, ahora, la última cadena de atentados suicidas que han provocado 129 asesinados y más de 350 heridos.

Un cúmulo de razones –que Mediapart detalla a continuación– permite comprender por qué Francia se ha convertido en objetivo número uno de Daesh (el también llamado Estado Islámico): 

1) El Estado Islámico y su estrategia de yihadismo global

“Hace algo más de un año que el EI abandonó la estrategia de lucha territorial para pasar una acción de yihad global comparable a lo que hacía Al-Qaïda. De hecho, por primera vez, en septiembre de 2014, el portavoz del EI Abou Mohammed al-Adnani, llamó a los miembros del EI a matar, por todos los medios y por todos los sitios, a los ciudadanos de países miembros de la coalición”, explica a Mediapart David Thomson, especialista en el movimiento yihadista.

Esta coalición es la que se formó a finales del verano de 2014 bajo el auspicio de EEUU para combatir al Daesh y sus subgrupos territoriales en Siria e Irak. De ella, además de EEUU, forman parte Francia, Gran Bretaña, Australia, Canadá, Jordania, Marruecos y otros países de la península arábica. Aunque la mayoría de los bombardeos son efectuados por los americanos, Francia forma parte del grupo de países más activos de la coalición. Además, si bien en un primer momento limitó sus ataques al territorio iraquí, París anunció a finales de agosto de 2015 que operaría también en Siria.

2) El número yihadistas franceses en Siria

Según el Ministerio del Interior francés habría "más de 520 jóvenes franceses o residentes habituales en el país galo presentes en Irak y Siria". Cerca de 250 ya habrían regresado a Francia y alrededor de 700 habrían manifestado su voluntad de viajar a la zona, donde se tiene constancia que ya han muerto 137. En términos generales, cerca de uno de cada 800 franceses o residentes habituales en Francia están implicados de una forma u otra en las redes iraquíes o sirias.

Según varios estudios, los franceses representan el contingente occidental más importante destacado en la zona, muy por encima de británicos, alemanes o belgas. Respecto a los países del Magreb o de Oriente Próximo son Túnez y Marruecos –antiguas colonias francesas– los países que más soldados "proporcionan" al DAESH.

Según la Policía francesa, Ayoub el-Khazzani, el agresor del tren Thalys que cubría el trayecto París-Amsterdam, había pasado un tiempo en Siria, al igual que el francés Mehdi Nemmouche, el autor del ataque al museo judío de Bruselas. Los investigadores también están convencidos de que Amedy Coulibaly, responsable de la toma de rehenes y del tiroteo en el supermercado judío, estaba a las órdenes del Daesd. De hecho, su pareja ha viajado a Raqa, capital oficiosa del Estado Islámico en Siria. 

3) Las guerras de Francia

De la misma manera que Al-Qaïda se fundó inicialmente contra la presencia de Estados Unidos sobre suelo saudí, los yihadistas han hecho un casus belli de la implantación francesa en países musulmanes.

El bombardeo de Libia (aunque se tratara de ayudar a los revolucionarios, incluidos islamistas, a deshacerse de Gadafi); la intervención en Mali contra una coalición dirigida por yihadistas; la operación Barkhane, llevada a cabo contra redes islamistas en varios países del Sahel; la intervención en Centroáfrica para evitar un baño de sangre tras la desestabilización de los países por las milicias musulmanas; y ahora los golpes en Irak y Siria… todas estas acciones son vividas como una provocación, incluso como una agresión. En la lógica del islam radical como el que practica el Daesh, los franceses son infieles que pisan ilegalmente el territorio del profeta. Y conviene, por tanto, combatirlos.

4) La herencia colonial y la población de fe musulmana en Francia

Sin entrar en detalles sobre la triste historia de la descolonización francesa y la guerra de Argelia, es innegable que la herencia colonial de Francia es un pasado que sigue estando ahí. No hay que olvidar, tampoco, que Francia "administró" Siria y Líbano entre 1920 y 1946.

Pero lo más importante en la lógica del Daesh es sin duda que Francia es el país europeo que tiene un mayor número de musulmanes (y de judíos igualmente) entre su población, al tiempo que hay un partido xenófobo que va al alza en los sondeos y en las urnas.

Según el viejo principio de "divide y vencerás", lo que intentan los terroristas y sus patrocinadores es enfrentar a las comunidades unas contra otras tal y como ocurre en su territorio de origen con sunitas enfretado a chiitas, cristianos y kurdos. Es decir, el objetivo es que en Francia se enfrenten cristianos y judíos contra musulmanes, racistas contra árabes, pacifistas contra partidarios de la guerra, seguidores del Frente Nacional contra defensores de los valores de la República, musulmanes laicos contra musulmanes islamistas…

5) Francia, sociedad laica y abierta

Por otro lado, Francia es uno de los países más firmemente laicos del planeta. Y esto contraviene la ideología salafista en la que se inspira Daesh y que mantiene que la única ley posible es el Corán. Las normas relativas a la prohibición de llevar velo en las escuelas en 2004, así como la que, desde 2010, imposibilita llevar velo integral en espacios públicos fueron percibidas por islamistas como agresiones. La ley que autorizó el matrimonio homosexual en 2013 fue otra gota más de un vaso que, según los fanáticos musulmanes, hace tiempo que se ha desbordado.

El hecho de que el objetivos de los atentados de enero y noviembre de 2015 hayan sido la libertad de expresión (el satírico Charlie Hebdo), los judíos (a través del supermercado Hyper Cacher), los restaurantes y lugares de ocio (la ciudad París y el estadio de Saint Denis)… cuadran perfectamente con la lógica de la destrucción de un tipo de sociedad que detestan los soldados del Daesh.

6) Francia es un cruce de caminos demográfico

A diferencia de Gran Bretaña o de los Estados Unidos, protegidos por mares y océanos; o a los países del sur y este de Europa, que controlan sus fronteras de forma más severa; Francia es un país abierto cuyas fronteras colindan con países "amigos" que pertenecen al espacio Schengen. Así que por mucho que se aumente la seguridad y la vigilancia, nada impide que los terroristas se preparen y se armen fuera de las fronteras tricolores antes de entrar a Francia para cometer allí sus ataques. De hecho, así se ha comprobado que ha ocurrido en los atentados perpetrados durante este 2015, en los que las ramificaciones se extienden a menudo en Alemania y Bélgica.

Traducción: Elena Herrera 

  

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