COMUNICACIÓN POLÍTICA
La selección, un espejo de la España que no sale en los telediarios
Entre los 26 jugadores que conforman la selección, hay hombres de izquierdas y derechas, vascos y catalanes e hijos de inmigrantes que tuvieron que buscarse la vida desde niños. Futbolistas casi adolescentes y otros más mayores. Los que se siguen informando por los periódicos y los que solo lo hacen a través de TikTok, los que juegan a videojuegos y los que pasan las horas muertas con el ajedrez. En fin, la España diversa. La España real.
En comunicación política, uno de los requisitos para que un político se convierta en líder es que la sociedad se vea reflejada en él: en su personalidad, en su historia, en sus inquietudes, en sus valores… Como suele repetir habitualmente la politóloga Verónica Fumanal, “no hay liderazgo sin seguidores”. Es decir, para ser un líder, el grupo te tiene que considerar uno de ellos, tal y como explican Fernando Molero y José Francisco Morales en Liderazgo: hecho y ficción (Alianza Editorial, 2011).
El seleccionador español, Luis de la Fuente, formó hace unos meses una selección de pocas estrellas y mucho equipo. Y, aunque no eran favoritos, a medida que han ido ganando partidos y avanzando en la competición, se han convertido en líderes y referentes para muchos ciudadanos. Además de bautizar la canción del verano, Potra salvaje, como su himno no oficial, todo el país ha conectado con ellos por cómo han abanderado algunos de los temas que nos preocupan como sociedad.
Álvaro Morata: un capitán preocupado por la salud mental
El capitán y delantero Álvaro Morata ha sido uno de los futbolistas más acosados en redes sociales durante estos últimos años. Todo lo que hace o dice sirve para burlarse de él por parte de los que practican esa masculinidad tóxica que se ceba cruelmente con un hombre por mostrarse frágil. Incluso, en el campo, ha recibido pitos y abucheos cuando jugaba con La Roja.
En vez de ignorarlo, no le ha importado mostrarse sensible y vulnerable, relatar cómo se siente en los medios de comunicación o llorar frente a las cámaras en el banquillo. Concienciado con la salud mental, ha protagonizado campañas contra el bullying y ha confesado que lleva años haciendo terapia y yendo al psicólogo. Hace unos días, declaró que siente que en su país no se le respeta. La respuesta fue otro aluvión de mensajes tóxicos y ataques por parte de algunos aficionados.
Son muchos los ciudadanos que sufren o han sufrido depresión, ansiedad o ataques de pánico. Muchos niños y jóvenes han sido acosados por matones de patio en el colegio o el instituto. La salud mental es una de las grandes preocupaciones de nuestra sociedad y voces con el altavoz de Morata son imprescindibles para mostrar otro tipo de masculinidad, reflejar que la debilidad no debería ser algo negativo y derribar prejuicios sobre la salud mental.
Lamine Yamal: el joven que puso el racismo frente al espejo
Por su parte, Laime Yamal se ha convertido en el gran fenómeno de la Eurocopa y un referente para muchos niños hijos de inmigrantes. Sin buscarlo, ha puesto cara y voz a miles de historias de superación de personas que vinieron a buscar una vida a nuestro país, huyendo de la pobreza y la masacre. Su logro deportivo habla de esfuerzo, pero, sobre todo, de solidaridad y de integración en una España diversa y multicultural.
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Pero Yamal también ha puesto al racismo que aún perdura en nuestro país frente al espejo y ha hecho patente todo lo que nos queda por evolucionar. Porque, aunque nació en Cataluña, a muchos aficionados se les escaparon comentarios racistas por ser una persona racializada, hijo de un marroquí y de una ecuatoguineana. Su figura, además, se ha politizado al haber coincidido en el tiempo con el debate sobre la reforma de la ley de extranjería para repartir a los menores inmigrantes y la posterior salida de Vox de los Gobiernos autonómicos del PP.
Rodri Hernández: ser joven y no tener redes sociales
Esta semana, Pedro Piqueras alertaba sobre los riesgos de la adicción a las pantallas por parte de los menores y de los jóvenes y los efectos psicológicos del fenómeno del ‘pantallismo’. En un mundo en el que impera la imagen y la omnipresencia en las redes sociales, Rodri Hernández ha demostrado que se puede ser joven y exitoso sin tener que estar en ellas.
“La fama no me llena. No me gusta ser extravagante”, decía en una entrevista. Con solo 28 años, el jugador de la selección y licenciado en ADE, nunca ha tenido una cuenta en Twitter, TikTok o Instagram y suele mandar mensajes, como también hace Dani Carvajal, sobre la importancia de desengancharse del móvil. Palabras que calan en unos jóvenes que ven cómo los integrantes de esta selección son mucho más parecidos a ellos de que lo que nunca lo habían sido.