El futuro del PSOE
¿Qué hacer para votar en las primarias del PSOE?
Las primarias del PSOE siempre parecen envueltas por el oropel de lo más vistoso: el debate de los candidatos. Pero en la pugna por el liderazgo de los socialistas es vital conocer la tramoya, el detalle de las reglas de juego. El cómo se prepararán y desarrollarán las primarias. Y en esas anda el partido estos días. El próximo sábado, 18 de enero, se reunirá el Comité Federal –el máximo órgano de dirección– para aprobar el reglamento de las elecciones internas, además de tomar la decisión más política (y controvertida): cuándo serán. Salvo sorpresa, se asienta la expectativa de que la designación de los cabezas de lista de las autonómicas y municipales sea anterior, hacia septiembre, y la elección del cabeza de cartel a la Moncloa, hacia noviembre o diciembre, aunque el otoño de 2014, por la tensión con Cataluña y la eventual celebración de la consulta, hace prever un calendario apretado, por lo que algunos dirigentes advierten de que no hay que descartar del todo primeros de 2015. La hoja de ruta la intentará consensuar Alfredo Pérez Rubalcaba con los barones en las rondas de esta semana.
De todas las cuestiones aparentemente más técnicas, la más importante ya está tomada: quién podrá votar. La Conferencia Política aprobó que podrán participar los mayores de 16 años que se hayan inscrito en el censo electoral, hayan pagado una pequeña cuantía (entre uno y dos euros) y firmen un compromiso ético de adhesión a los valores del partido. Pero la arquitectura electoral, que abordó el pasado 9 de enero el secretario de Organización, Óscar López, con sus homólogos, es bastante más compleja: convocatoria de las elecciones, presentación de avales, apertura y cierre del censo, campaña y medios de los aspirantes y votación –en principio, se aquilata la idea de que habrá una sola vuelta–. En total, en torno a dos meses de procedimiento.
01. LAS CONDICIONES PARA VOTAR
El Comité Federal del 18 de enero no convocará las primarias abiertas para elegir candidato a la Moncloa. Les pondrá fecha –no tanto el día concreto, sí periodos–, pero no aprobará el acto formal de la convocatoria. Será en otra reunión del máximo escalón de poder socialista, posiblemente después de las elecciones europeas de mayo. A partir de entonces sí habrá un calendario preciso. Así, se estima que se habilitarán 15 días para que los precandidatos recojan los avales necesarios. Pasado el plazo, se proclamará provisionalmente a los aspirantes, habrá unos días para presentar alegaciones y, una vez resueltas, se confirmará a los candidatos definitivos.
Sólo entonces el PSOE abrirá el censo. La tesis defendida por Ferraz es que no tiene sentido hacer a los ciudadanos que se inscriban antes de saber si habrá más de un contendiente en liza. Pues bien, si hay dos o más competidores, arrancará el proceso de registro. Las fuentes consultadas –en la dirección federal y en las federaciones– apuntan que el censo "estará abierto en torno a un mes". Luego, se cerrará y, tras la campaña de "diez o quince días", se celebrará la votación.
Según los responsables contactados, esta fue una de las primeras decisiones que tuvo que despejarse: cómo se compone el censo. Si se abre y cierra en unos plazos o si permanece abierto hasta el mismo día de las primarias. En el equipo de Rubalcaba –y, en concreto, en la Secretaría de Organización que lidera Óscar López– y en los territorios se ha venido trabajando sobre la primera alternativa. La cúpula federal siempre ha recalcado que quiere aprovechar las primarias para "ampliar la base electoral del partido", de forma que aquellos que se inscriban den su consentimiento a figurar en la base de datos de simpatizantes, y que había "aprendido de la experiencia francesa", ya que sus compañeros del país vecino no lograron engrosar su "base social" pese a la extraordinaria participación.
"Construir el censo desde cero"
Aunque el PSOE importa las primarias de Francia e Italia, la organización no será mimética. En el primer caso, en las primarias para la elección del candidato a las presidenciales de 2012 –que ganó François Hollande en segunda vuelta–, podían votar todos los ciudadanos que figuraran en el censo electoral a 31 de diciembre de 2010 (la votación en primera ronda tuvo lugar el 9 de octubre de 2011), aquellos que fueran a cumplir 18 años antes de las elecciones y los extranjeros miembros del Partido Socialista o de su organización juvenil antes del 31 de mayo de 2011. En Italia, en las primarias del Partido Democrático de 2012, los electores podían inscribirse del 4 al 25 de noviembre, día de la primera vuelta. Estaban llamados los mayores de 18 años o los que los cumplieran para esa fecha. Sin embargo, tras la primera ronda, que superaron Matteo Renzi y Pier Luigi Bersani, se pactó abrir de nuevo el censo, aunque limitadamente: sólo para aquellos que demostraran que no pudieron inscribirse en el primer turno. El sistema cambió en las elecciones a secretario general del PD: fueron totalmente abiertas, sin censo previo como defendía Renzi, que fue el ganador.
La opción francesa, según explican desde el entorno de Rubalcaba, no era posible, porque los partidos sólo disponen del censo cuando hay elecciones, para poder remitir a los votantes propaganda, pero no se facilita "para cuestiones internas". De modo que el PSOE "sólo podía construir su propio censo desde cero". Y se optó por cerrar el listado días antes de la celebración de primarias, según expone uno de los secretarios de Organización regionales que más ha estado en la cocina de las negociaciones, porque "da mayores garantías", ya que todos los candidatos podrán conocer "el cuerpo electoral y dirigirse a él, remitiéndole, si lo desean, información de su campaña". Madrid y Castilla-La Mancha, dos federaciones grandes y críticas con Ferraz, están de acuerdo con que se selle previamente el censo, porque extenderlo hasta el día en que se abran las urnas "entraña dificultades técnicas". "No se puede registrar al ciudadano, que pague la aportación, que firme el compromiso ético y que se compruebe que no ha votado en otro sitio en un mismo momento", señalan desde la dirección de Tomás Gómez.
Un significado parlamentario y miembro del Comité Federal indica, sin embargo, que existe una "corriente de opinión" dentro del PSOE, "cercana a Carme Chacón, pero no sólo", que desea que las primarias nacionales sean "completamente abiertas, participativas y limpias". "Se tienen que poner todas las facilidades de voto, no hándicaps", apunta este dirigente, que aboga por que el censo no se cierre hasta el último día, precisamente para "favorecer la participación" y para que "no prime el interés por controlar el proceso aunque, nominalmente, se hable de primarias abiertas".
Posibilidad de la inscripción por Internet
La participación es, en efecto, una cuestión clave. Distintos dirigentes territoriales del partido aseguran que internamente se trabaja con una base estimada de "500.000 votantes". Ferraz prefiere no avanzar cifras. El pronóstico de medio millón de electores se puede calificar de prudente, dado que el PSOE cuenta con un suelo de 200.000 militantes. En realidad, se teme una baja implicación de la ciudadanía, "porque eso sí sería un fracaso", según un análisis expresado por varios responsables.
Justo para fomentar la participación se rebajó la edad (16 años o 14 si se es miembro de Juventudes Socialistas) y se está valorando la posibilidad de que los interesados puedan inscribirse en el proceso a través de Internet. "Pero el registro online sería para las primarias nacionales, porque en las autonómicas abiertas eso se complica: no puede apuntarse un manchego, por ejemplo, a las elecciones valencianas", afirma un miembro del poderoso aparato andaluz.
Uno de los éxitos de las convocatorias francesa e italiana fue, precisamente, la enorme movilización. En la primera vuelta de las primarias galas, participaron 2,6 millones de personas. Y en la segunda, la que ganó Hollande, casi la misma cifra, 2,3 millones. En Italia, emitieron su voto 3,1 millones de ciudadanos en la primera ronda y 2,8 millones en la segunda, en la que Bersani derrotó a Renzi. Las comparaciones, sin embargo, no pueden ser homogéneas porque la población de los tres países es distinta: España, 46,6 millones de habitantes; Francia, 65,5, e Italia, 59,3.
Las otras dos cuestiones relativas al censo generan menos debate. Se baraja que la aportación económica del votante sea de "entre uno y dos euros". De nuevo, está en la media de las otras dos experiencias cercanas: un mínimo de un euro se fijó en Francia y "al menos dos euros" en Italia. En las primarias italianas para elegir no al candidato, sino al secretario nacional del Partido Democrático, en diciembre pasado, también se estableción una ayuda de dos euros (y 2,50 si se registraba online). Por cierto que en estas últimas elecciones abiertas, que ganó Renzi, participaron 2,8 millones de ciudadanos.
La última pata es la firma de una declaración de apoyo a los principios socialistas, cuya redacción aún no está finiquitada. Se estudia que quien se inscriba pueda recibir una especie de resguardo o tarjeta censal como comprobante.
02. LOS REQUISITOS PARA LOS CANDIDATOS
La Conferencia Política alumbró otro de los aspectos claves: la rebaja de los avales. Hasta ahora, en las primarias nacionales –en las que sólo podían votar los militantes, no eran abiertas–, los aspirantes debían reunir un 10% de apoyos. El cónclave de noviembre redujo ese porcentaje a la mitad. O sea, unas 12.000 firmas, si se tienen en cuenta los censos de afiliados de PSOE, PSC y Juventudes. Hace dos meses, se pactó que hubiese un tope máximo, también como cura a la mala imagen que creó que el pasado verano la andaluza Susana Díaz acaparara casi la mitad de los respaldos posibles. En estos días previos al Comité Federal, se apunta que el umbral estaría situado "en el 10%" (el doble), según todas las fuentes consultadas por infoLibre. Las rúbricas serán un primer filtro igualitario para los interesados, se llamen Alfredo Pérez Rubalcaba, Carme Chacón, Patxi López, Eduardo Madina, Emiliano García-Page...
El reglamento, no obstante, también abordará el procedimiento de las primarias abiertas para las federaciones que lo reclamen, para que puedan elegir por esta vía a sus candidatos autonómicos. Los socialistas valencianos son los que primero se han puesto a la cola y los que han demandado que sus comicios se celebren en marzo, para poder afrontar un adelanto electoral, que reclaman. El mínimo de firmas necesario en las primarias autonómicas cerradas era del 15%. Ahora, en correspondencia con la rebaja general, y siempre según las fuentes orgánicas consultadas, se espera que el porcentaje mengue hasta el 10% en caso de que sean elecciones abiertas. El máximo, justo el doble, el 20%.
¿Debates obligatorios o no?
El partido está obligado a garantizar "la igualdad de medios" a todos los aspirantes. Les dotará de recursos y les facilitará el censo de votantes, por ejemplo. Y les tratará por igual. En principio, en consonancia con lo aprobado en la Conferencia, se debería imponer una limitación de financiación y la obligación de que esta sea "transparente", tal como recuerda un alto cargo de la federación madrileña, la que lo propuso y ganó la votación en el cónclave.
Madrid reclama asimismo que sean obligatorios los debates entre los candidatos. Desde el aparato andaluz, se apuesta a que se contemplará una fórmula imprecisa, en el sentido de que "se impulsarán o se fomentarán" los careos entre los aspirantes rivales, para que confronten sus proyectos. Pero esa redacción más abierta no está aún garantizada, según Ferraz. Menos aún que los duelos sean preceptivos.
03. EL MOMENTO DE LA VOTACIÓN
Una vez que se cierre el censo y se resuelvan las alegaciones y los recursos, comenzará la campaña oficial entre los candidatos (diez-quince días), aunque la precampaña a buen seguro será larga. Después, la celebración de las primarias. Aunque no está fijado, se espera que ciudadanos y militantes emitan su voto en las agrupaciones socialistas –no cabe la opción de los colegios electorales–. Según añade un responsable de Organización territorial, se está estudiando que se pueda votar por correo postal. ¿Y voto electrónico? "Ya veremos. Estamos consultando posibilidades", responde una dirigente de mando. El PSOE se quiere guardar bien las espaldas y asegurar que todo el proceso se desenvuelve con "plenas garantías". "Si hubiera algún mínimo fallo, si se trasladara que no es limpio, sería un fracaso", analiza una responsable del aparato madrileño.
La única duda importante más política que queda por despejar en esta parcela es si el proceso será a una o dos vueltas. Por ahora, la balanza se inclina por la primera opción. Las razones son, aparte de logísticas –dos fases aumenta los costes–, políticas: porque "engarza con la cultura del PSOE" y porque evita "alianzas extrañas" en la segunda ronda. "Dos vueltas puede acabar dando el triunfo al que menos votos haya sacado en el primer turno por la unión de los perdedores contra el otro candidato. O propicia que tenga la llave el que hubiera recabado un 7% de los votos. Eso es feo. Mejor que el que gane, gane", opina una persona de la confianza de Rubalcaba.
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Pros y contras de una y dos vueltas
Otros dirigentes, no obstante, temen que el que venza sea proclamado con un porcentaje bajo de respaldo, y que entonces otros partidos (especialmente el PP) acudan al argumento de "escasa legitimación" del líder. "Debemos ver este proceso igualmente en clave externa", reflexiona una cualificada responsable territorial. "No. Mucha más legitimación que cuando no había primarias y mucha más que la que tenga el candidato del PP", responden desde Ferraz. Y siempre se indica el ejemplo de José Luis Rodríguez Zapatero, que en 2000 ganó en el 35º Congreso a José Bono por nueve votos, y no se le discutió el liderazgo. Como solución de consenso, ya apuntada por López, podría fijarse un umbral de votos mínimo (en torno a un tercio) por debajo del cual se iría a una segunda ronda. Otra opinión es que si hay bastantes candidatos, debe contemplarse esta posibilidad.
Aún quedan, pues, precisiones por hacer y reuniones y charlas por concertar antes del 18 de enero. Por eso serán cruciales los próximos días. Mañana, por ejemplo, está convocada la ejecutiva, donde se sientan algunos barones. Mucho se dice en el PSOE que hasta la últimísima semana previa al Comité Federal (o a una Conferencia Política o a un Consejo Territorial, que tanto da) no comienza el carrusel de declaraciones, conciliábulos y marejadillas. El ambiente no está tan crispado como en anteriores ocasiones. Pero algo de emoción habrá, aunque luego, y como siempre –y esto también se dice en el PSOE–, nunca llegue la sangre al río.