Yolanda Díaz ensaya sin Podemos la foto de la unidad de la izquierda
A Yolanda Díaz no le ha hecho falta celebrar un Vistalegre para ser proclamada líder de Sumar. Lo ha hecho por aclamación —que no por primarias— ante 3.000 personas y representantes políticos de una quincena de partidos. Díaz ha verbalizado, por primera vez, que quiere ser la "primera presidenta de España", aunque esa futura candidatura a las generales ha sido, quizá, el secreto peor guardado de la política española. Nadie ponía en duda que la vicepresidenta segunda fuera a dar un paso al frente, un anuncio inicialmente previsto para diciembre del pasado año: "Es la hora de que las mujeres seamos las protagonistas de la historia", ha lanzado.
El acto ha contado con la presencia de figuras de referencia entre la izquierda como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, o el regidor de València, Joan Ribó. Sin embargo, no se ha producido la esperada foto de la unidad por la ausencia de la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y la de la ministra de Igualdad y número dos de la formación morada, Irene Montero. Algunos de los allí presentes, entre ellos voces que forman parte del grupo confederal, lo han interpretado como una "oportunidad perdida" para los morados, ya que la vicepresidenta se ha desecho en halagos a los representantes allí presentes.
Desde la dirección de Podemos han mantenido silencio hasta pasadas las 23 horas. Quien lo ha roto ha sido la coordinadora del partido en Andalucía, Martina Velarde, con una referencia expresa al pacto que se fraguó en Andalucía: "La unidad no fue unidad, fue esto son lentejas. Me suena otra vez la cantinela". También se manifestó Juan Carlos Monedero. El cofundador del partido morado ha criticado a la vicepresidenta por hacer campaña con partidos que "compiten" contra Unidas Podemos. "Hay que trabajar para la unidad. Hacen falta todas las fuerzas, también la que representa Yolanda Díaz. Pero es ministra de Unidas Podemos y hoy ha hecho campaña por partidos que compiten contra Unidas Podemos. Eso es ruido. Estruendoso",.
Unas declaraciones que comparten, en privado, desde la cúpula morada. "Le ha hecho la campaña a Mónica y a Rita", lamentan en conversación con infoLibre. Estas voces insisten en que el futuro se tendrá que producir el debate que ahora mismo está esquivando Díaz sobre el modelo de primarias. En ese sentido, creen que el acuerdo se podría haber cerrado hace meses y ven cierta intencionalidad en que haya lanzado la candidatura a dos meses de las autonómicas y municipales. La eterna pregunta en Podemos es si la titular de Trabajo hará campaña por algunos de su competidores directos como la propia Mónica García o Joan Ribó.
Lo que explican voces cercanas a la vicepresidenta es que ella no hará campaña en aquellos territorios en los que se presenten varias candidaturas de izquierdas, pero sí en el resto. Además, estas mismas fuentes precisan que la titular de Trabajo no va a obligar a nadie a dejar su organización para concurrir con Sumar. Precisamente lo que plantean es que Sumar sea un "paraguas" en el que tengan cabida las diversas formaciones, con Yolanda Díaz como su candidata, pero que dentro de ese mismo espacio electoral cada partido pueda mantener su autonomía.
El acto de este Domingo de Ramos también ha sido el del reencuentro de rostros ya apartados de la primera línea de la política pero que han decidido acompañar a Díaz. "Esto ha sido como volver al instituto y ver a tus excompañeros de clase", resumía uno de ellos. Aún así, la ausencia de Podemos también se ha hecho constar entre los corrillos posteriores. Y ahí sí que ha habido opiniones de todo tipo: desde quien apunta que la organización dirigida por Belarra ya "está muerta", a los que trazan paralelismos con las resistencias de Izquierda Unida a Podemos en 2015 o los opinan que cualquier acuerdo futuro debe pasar sí o sí por la unidad. Lo que ha dejado bien claro Díaz es que ella es una mujer "libre" que no piensa a someterse a las "tutelas" de nadie, en una alusión velada a la estrategia del que fuera líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Los partidos de la izquierda la arropan a grito de "presidenta"
Si hay una palabra que se ha coreado en masa este domingo es la de "presidenta". También en boca de los representantes de las formaciones a las que Díaz aspira a representar. Ribó ha asegurado que está ilusionado por el proyecto que está preparando Díaz que será, en sus palabras, la "próxima presidenta del Gobierno". Sobre Sumar, ha dicho que es "una propuesta de izquierda transformadora para mejorar la vida de las personas y con el valor de la diversidad territorial".
A juicio de Ada Colau, la vicepresidenta del Gobierno está "ilusionando a miles de personas": "Hoy es un día importante de alegría y de celebración por reencontrarnos tanta gente y decir que sí, que vamos a unas próximas elecciones con la alegría de pensar que podemos conseguir la primera mujer progresista presidenta de España".
"Es la mayor ilusión del espectro progresista a nivel nacional”, ha señalado, por su parte Mónica García, que ha aprovechado para lanzar un dardo a Podemos. "Es día de aportar y sumar, no de condiciones y malas caras. La historia cuenta con ausencias pero sobre todo con presencias". Su compañera de partido, Rita Maestre, ha realizado la misma crítica y ha defendido que este domingo "empieza todo": "La fuerza del país que viene ha desbordado hoy Madrid".
El ministro de Consumo y coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha asegurado que ahora les corresponde "a todos" trabajar para que Díaz "sea la primera presidenta del país": "Es un proyecto necesario y también ilusionante y hermoso". Un mensaje simular al del líder del Partido Comunista, Enrique Santiago: "Damos un paso fundamental para lograr varios hitos históricos. Que Yolanda Díaz sea la presidenta del Gobierno de España y que la clase trabajadora y las fuerzas progresistas tomemos las riendas de nuestro país. Ahora, a seguir sumando y construyendo unidad para vencer", ha lanzado.
Una presencia significativa en el acto, y además desde el escenario, ha sido la de la exdiputada socialista en la Asamblea de Madrid Carla Antonelli, referente histórico del activismo LGTBI, que ha sido la que ha presentado a Yolanda Díaz y la ha apoyado en su proyecto de ser la próxima presidenta del Gobierno. "Yolanda es la gota malaya que va haciendo el agujerito en la piedra", ha aplaudido Antonelli, que se dio de baja del PSOE en medio de las disputas de su partido con el Ministerio de Igualdad para aprobar la ley trans.
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Díaz ha resuelto este domingo la principal incógnita respecto a su futuro, pero todavía quedan muchas dudas por resolver, especialmente la que tiene que ver con el encaje de los morados en su nuevo proyecto. El sistema de representación parlamentaria en España obliga a tejer una red de candidaturas provinciales e implica una organización territorial que involucra, directamente, a los partidos. Hasta la fecha, la gallega ha rehuido el debate sobre cómo se concreta el papel de estas formaciones alegando que la ciudadanía no está interesada en las "fórmulas jurídicas" ni los procesos internos de las organizaciones, pero una vez ha confirmado su intención de concurrir a las generales, ese proceso deberá tomar forma.
Un debate que, según ha dejado claro el equipo de la vicepresidenta, llegará después de las municipales y autonómicas de mayo y que, por lo pronto, no parece sencillo. Podemos ya ha dejado claro que aboga por que se celebren "primarias abiertas" con el resto de partidos que aspiren a formar parte del proceso. En Izquierda Unida defienden primarias proporcionales, con censo definido y por circunscripciones, mientras que en Compromís rechazan la fórmula planteada por los de Belarra y prefieren que cada partido celebre sus propios procesos internos y negocien después.
La titular de Trabajo también deberá definir su relación con el PSOE. Los morados creen que es necesario diferenciarse de Pedro Sánchez con discursos más escorados a la izquierda porque, de lo contrario, ambas formaciones serían indistinguibles a ojos de los potenciales votantes progresistas. Por ese motivo señalan que es imprescindible dar la “batalla cultural”, teniendo en cuenta de que la vicepresidenta evita posicionarse en según qué materias. Sin tener esto resuelto, Díaz sí ha manifestado claramente que quiere revalidar la coalición con el PSOE tras los comicios previstos a final de año.