Yolanda Díaz rentabiliza el debate y lo convierte en su gran momento de la campaña
En su primer debate como candidata a la presidencia del Gobierno, Yolanda Díaz logró destacar frente a los dos veteranos, Pedro Sánchez y Santiago Abascal, que acumulan más citas televisivas a sus espaldas. La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar convirtió la confrontación con el ultraderechista en su principal baza en un debate marcado por la emergencia climática, que Díaz introdujo en el primer bloque económico, la violencia machista y los pactos postelectorales.
Ya desde el inicio Díaz utilizó su bagaje en el ministerio de Trabajo para afear a Abascal algunas de las decisiones de Vox esta legislatura. "Si por ustedes fuera hubieran arruinado a las empresas y trabajadores del país”, le espetó al dirigente ultra, recordando que Vox no votó a favor de la reforma laboral, que ha "permitido acabar con la precariedad", ni de la ley de los riders o de la revalorización de las pensiones conforme al IPC. Según la candidata de Sumar, la propuesta de Vox "es volver a los contratos basura, prohibir las huelgas y defender la bajada generalizada de impuestos" que arruinó a Reino Unido.
Para salir del paso, el líder de Vox aseguró que Díaz ha prefirió sacar adelante su norma estrella, la reforma laboral, con EH Bildu, a lo que tanto la vicepresidenta como Sánchez reaccionaron de inmediato para recordar que la formación abertzale votó en contra, al igual que los de Abascal. La candidata de Sumar también criticó al ultraderechista por decir que aboga por acabar con el gasto superfluo de partidos políticos y sindicatos "viniendo del chiringuito del que viene y recibiendo su partido 10 millones de euros".
Díaz, a Abascal: "Las mujeres no somos mercancía electoral"
En el segundo bloque, el de políticas sociales e igualdad, Abascal sacó a colación las excarcelaciones a agresores sexuales por los efectos de la ley del 'sí es sí, a lo que Díaz le respondió recordando que dos de sus dirigentes en València no respetaron el minuto de silencio por el último caso de violencia machista. "Nos matan porque somos mujeres. Basta ya, dejen de reírse de nosotras", lanzó. "Las mujeres no somos una mercancía electoral", añadió.
Sin embargo, Díaz no mostró esa misma contundencia cuando el ultraderechista vertió falsedades sobre la llamada ley trans, llegando a afirmar que "corrompe a los niños" porque los "condena" a la mutilacion y el tratamiento farmacológico. En lugar de confrontar en esta cuestión, solo recordó que la formación ultra llamó "enferma crónica" a la portavoz de feminismos y LGTBI de Sumar, Elizabeth Duval, que es una mujer trans.
Díaz también le acusó de haber "mentido a toda España" cuando Vox denunció el asesinato de una mujer en la madrileña plaza de Tirso de Molina hace varios días y exigió a Abascal que pidiera "disculpas" por señalar a la inmigración como responsable de este asesinato, que en realidad había cometido un ciudadano español. "¿Me está dando usted órdenes a mí?", le reprochó este.
En el bloque de pactos la candidata de Sumar cuestionó al de Vox por la amistad del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, ausente del debate, con el narcotraficante Marcial Dorado. "¿A usted le parece normal querer gobernar con una persona que tiene relaciones con un narcotraficante?", planteó, a lo que Abascal evitó contestar replicando que Feijóo no podía defenderse.
Sintonía y reproches con Sánchez
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Aunque Díaz dejó ver su sintonía con el presidente del Gobierno, al que se dirigió en varios momentos por su nombre de pila, también le lanzó algún reproche, en una clara estrategia por diferenciarse del socialista y tratar de captar electores que, según identifican desde Sumar, dudan entre ambas opciones. En ese sentido advirtió a Sánchez que "la ley de vivienda ha llegado muy tarde y muy recortada" y que Sumar "tiene una línea roja con las pensiones": "No se va a alargar la edad de jubilación", afirmó.
La candidata de Sumar mostró su deseo de "seguir gobernando con Pedro Sánchez" para "seguir ganando derechos" pero añadió que "hay que avanzar más" en materias como conciliación o derechos laborales. “Tenemos que avanzar pero con los pies en el suelo", respondió Sánchez. "Los tengo, Pedro”, fue la réplica de Díaz. "Lo sé, porque te conozco", zanjó este último.
En los últimos minutos del debate Díaz no escondió precisamente el motivo de su confrontación con la ultraderecha: la pugna por tener esa tercera plaza que puede ser decisiva para decantar si habrá un gobierno progresista o uno de PP y Vox. “Nos jugamos la tercera posición y Abascal si puede va a ser vicepresidente de Feijóo”, dijo la vicepresidenta segunda. Frente a eso, reivindicó, la "única opción" es Sumar.
