El dinosaurio todavía estaba allí
Chica Sobresalto: “Quiero que el arte triunfe porque es una forma preciosa de reivindicar, sentir y amar”
Chica Sobresalto, también conocida como Maialen Gurbindo (Villalva, Navarra, 1994), lleva tiempo forjando su carrera en el mundo musical. La cantante y compositora cuenta que desde los 17 años está “tocando y durmiendo en buses y coches”, dejándose “el dinero por el camino”. Fue seleccionada para participar en Operación Triunfo (2020) y después llegó la pandemia para frenarlo todo: “Es como una cicatriz en la piel. No se borra, ni para bien ni para mal”, dice. Y afirma que el camino ahora es trabajar sin descanso: “Lo único que podemos hacer es currar, tener planes B y planes C y no decaer. Tengo claro que todo lo invierto en esto, vivo igual que vivía antes y sigo invirtiendo y dando todo por la música”.
Nada más lejos de la realidad. En lo que va de 2021 ha publicado su segundo álbum, Sinapsis (14 de mayo) y el pasado 14 de julio vió la luz su último single, Inconstantes vitales, aunque matiza: “Es un single un poco trampa, la canción ya estaba en la edición física de Sinapsis como ghost track, escondida al final del último tema del álbum. Ahora la hemos lanzado por separado para que todo el mundo pueda escucharla”.
Y este mismo viernes 13 presenta su nuevo EP, Retales. Está compuesto por cuatro temas íntimos en formato acústico: “Son las canciones olvidadas. Ojalá fuera yo un retal, que pese a haber perdido el resto de sus trozos, es capaz de ser y estar tan entera”.
Pregunta. Dígame un destino de verano al que soñara con ir durante el confinamiento, para sobrellevarlo, y uno al que irá este año… ¿Coinciden?
Respuesta. No, no coinciden. Yo soy muy fan de Tenerife, estuve y lloré todo el rato de lo bonito que era. En la cuarentena me imaginaba todo el rato en las playas de arena negra. Este verano no voy a ir a ningún sitio salvo al pueblo de mi tía, en Navarra.
P. Ahora que supuestamente encaramos el fin de la pandemia… ¿Tiene miedo de lo que viene?
R. Sí, creo que es propio de la persona humana tener miedo a lo desconocido. Da miedo y sobre todo da respeto, creo que tenemos la responsabilidad de hacer las cosas lo mejor que podamos, y esto es algo que me asusta porque quiero hacer lo mejor posible. Todo lo que está ocurriendo en el mundo, muy loco y muy horrible, afecta a esta sensación.
P. ¿Cómo ve el futuro cercano? ¿Nos esperan los brindis de los felices veinte o más bien lágrimas de una larga crisis?
R. No lo sé. Te voy a decir lo que me gustaría: me gustaría que todo lo que está ocurriendo nos lleve a ser personas más empáticas. Quiero que el arte triunfe porque es una forma preciosa de reivindicar, sentir y amar. Me gustaría que todas las personas fuésemos más libres y más empáticas.
P. ¿Cómo le ha cambiado la pandemia? ¿Ha cambiado de alguna manera lo que considera importante en su día a día o vuelve a ser la de antes?
R. La pandemia es como una cicatriz en la piel. No se borra, ni para bien ni para mal. Para mal, por lo que hemos sufrido. Y para bien, lo que hemos podido aprender. Considero que soy más solidaria, sobre todo con las personas. Siempre he sido muy empática con los perros, pero ahora con las personas también.
Siempre he sido un poco solitaria, desde pequeña me ha gustado hacer cosas por mi cuenta. Lo estoy trabajando, pero soy bastante solitaria porque soy bastante cabezota. A veces tengo que forzarme a socializar con personas.
P. Los festivales van regresando, pero las salas siguen cerradas y el otoño espera… ¿Tiene prevista una temporada de salas?¿Cuánto cree que pueden aguantar usted y el sector sin este circuito?
R. Sí, tenemos gira de salas preparada pero es todo una incertidumbre. No tengo ni idea. Lo único que podemos hacer es currar, tener planes B y planes C y no decaer. Tengo claro que todo lo invierto en esto, vivo igual que vivía antes y sigo invirtiendo y dando todo por la música. Lo que hay que hacer, siempre, es currar.
El gremio no puede aguantar con las salas cerradas. Hay mucha gente dependiente del sector de los espectáculos en directo. Creo que tenemos que currar mucho para que la cosa mejore.
P. Con la llegada del covid, muchos trabajadores de la música se quedaron sin trabajo y sin paro. ¿Cómo fue su situación? ¿Qué cree que tiene que cambiar para que el gremio de la música esté más protegido?
R. Mi situación es graciosa. Yo llevo desde los 17 tocando y durmiendo en buses y coches, dejándome el dinero por el camino. De pronto me cogieron para Operación Triunfo, luego todo se paró con la pandemia. Me fui a vivir a casa de una amiga, no sabía qué iba a ser de mí, pero mi vida siempre ha sido un caos. Yo no saco pasta de un bolo, priorizo que toda mi gente y mi banda cobre dignamente.
P. Maialen Gurbindo fue concursante de Operación Triunfo. ¿Cómo fue y qué supone la emancipación de OT hacia una carrera musical independiente?
R. Pues… supuso de pronto poder hacer lo mismo que estábamos haciendo pero con muchos más recursos e independencia. Operación Triunfo, a parte de lo emocional, lo que me dio fueron herramientas y visibilidad, y currar con gente con la que había soñado toda mi vida..
P. Antes de la pandemia muchos advertían sobre el peligro del modelo de grandes festivales que depende del turismo masivo. ¿Estamos volviendo a lo mismo?
R. No tengo ni idea. La inercia será que volvamos a lo mismo. A mí lo que me preocupa es que sean circuitos tan cerrados que no puedas acceder a ellos, a la visibilidad que dan. Eso sí que es preocupante. Podría haber un porcentaje, o un día de bandas emergentes… Hacer algo especial.
P. De los comportamientos que ha visto en la sociedad en los últimos meses. ¿De qué se enorgullece y de que se avergüenza? ¿Cree que usted, personalmente, podría haber hecho algo de manera distinta?
R. Estoy orgullosa de personas que han hecho cosas increíbles durante la pandemia, gente que lo ha dado todo para ayudar a otra… pequeñas iniciativas que cambian cosas en el mundo. Me enorgullece ir a una manifestación y ver gente en las calles denunciando injusticias. Las discriminaciones por identidad sexual, de género, racial… cosas que deberían estar superadas y a mi me producen mucha ansiedad. No hay otra que salir a la calle a seguir reivindicando.
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Siempre creo que se pueden hacer las cosas mejor, para mí también. Hoy en día veo cosas machistas en mis letras, en temas de hace años. Me agobio, porque digo: “¿Cómo escribí que quiero ser musa y pintor”? Ahora me pongo contenta porque las veo, las identifico, y puedo contarlo en los conciertos antes de tocar. Espero que en 10 años esté quejándome de la Maialen de ahora, porque eso significaría que estaría aprendiendo. Creo que educarnos entre nosotras es muy importante.
P. Si pudiera enviarle un mensaje desde el futuro a su “yo” de marzo de 2020, ¿qué le diría?
R. Tranqui. Sólo me diría: tranqui. Vas a salir como siempre. Tranqui.