Fuera de foco
Depedro: "El verano y la vida siempre están asociados al viaje y a la carretera"
La carretera lo convirtió en lo que es hoy. El hombre, Jairo Zavala (Barcelona, 1973); el artista, Depedro. Este músico de 44 años, natural del madrileño barrio sur de Aluche, es un trotamundos al que la vida lo ha llevado desde Australia hasta América con su música. Este verano también se pasea por los festivales españoles. Ha estado en el No sin música de Cádiz y en el PortAmérica de Caldas de Reis (Galicia). Este mismo domingo amenizará el Sonorama Ribera en Aranda de Duero (Burgos).
Su música suena a folk y blues norteamericano, aunque se mezcla con ritmos africanos, letra y guitarra española en la mayoría de sus temas. La sensación que produce es, según sus propias palabras, "el calor de un abrazo", al que pude añadirse también el del asfalto del camino. Para Zavala, "el verano y la vida siempre están asociados al viaje y a la carretera". Durante los noventa tocó con los grupos Vacazul y 3000 hombres, fundados por él mismo entre otros, además de en la banda del programa El club de la comedia. Posteriormente, tocó junto con Amparanoia y Los Coronas, hasta que hace diez años empezó a trabajar con el grupo estadounidense de folk indie Calexico. Como Depedro, nombre escogido por un jugador de la Real Sociedad de principios de siglo, ha grabado seis discos: El Pasajero (2016), Casualidades (2013), La increíble historia de un hombre bueno (2013), Nubes de papel (2010) y Depedro (2008).
A pesar de los kilómetros recorridos, Zavala nos recuerda en su cuestionario, que respondió con el manos libres mientras conducía, que "es un hombre de familia". De momento, la vuelta a casa tendrá que esperar.
Pregunta. ¿Está ya de vacaciones, sueña con ellas o se queda de rodríguez?de rodríguez
Respuesta. Me queda un poco porque soy un hombre de familia y tengo que adaptarme a ella, pero vaya, que en una semana estamos.
P. ¿Cuál es su canción del verano particular? ¿Por qué?
R. Mmm… Siempre se me viene a la cabeza un tema de Miguel Ríos, "El blues del autobús". Creo que nuestro verano y nuestra vida siempre están asociados al viaje y a la carretera.
P. ¿Y cuáles fueron las primeras vacaciones que pudo permitirse por sí solo?
R. Pues tenía 19 o 20 y fue entonces cuando empecé a tocar la guitarra. Aún sigo yendo a Almería.
P. ¿Qué libros echa a la maleta?
R. Estoy con Matadero cinco [1969, reeditada por Anagrama en su colección de bolsillo en 2006], de Karl Vonnegut, pero me gustaría decirte otro autor que no sea guiri. Admiro mucho a Jesús Carrasco, me encantaron de él tanto Interperie [Seix Barral, 2013] como La tierra que pisamos [Seix Barral, 2016].
P. ¿Una serie para la hora de la siesta?
R. Una serie, mmm… Peaky Blinders [de Steven Knight para la BBC, disponible en Netflix].
P. ¿Se puede crear en pleno agosto o es mejor rendirse al calor?
R. Me da igual. Soy muy poco afortunado con la inspiración, igual me llega con 40 grados que con mucho frío, por lo que siempre es bienvenida.
P. ¿Qué noticia querría encontrarse en los informativos este verano?
Carmen G. de la Cueva se refugia en su pueblo del "volumen febril de la vida cotidiana"
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R. Me gustaría que los políticos pensaran que la cultura es un bien nacional.
P. ¿Es de los que teme la vuelta al cole?
R. No. Es más, me encanta. Me encanta abrir etapas nuevas después de cerrar otras. Soy intrépido en ese aspecto.