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Eduard Cortés sale de su burbuja

Eduard Cortés en el rodaje de 'Cerca de tu casa'.

Eduard Cortés está estresado. El cineasta descansa por primera vez después de un año completito y del rodaje de la segunda temporada de Merlí, la serie que dirige para TV3 y cuya primera temporada emite La Sexta. A estas alturas habrá pasado ya dos semanas en Dinamarca, destino que ha elegido para perderse del mundo. Y sin embargo, estresado. La culpa la tiene el estreno en cines de Cerca de tu casa el 2 de septiembre, la película que empezó a barruntar en 2014 y que le quita el sueño desde entonces. 

"Me produce mucho estrés estrenar la película", cuenta por teléfono a finales de julio, recién salido del rodaje de la serie y saboreando las vacaciones, "La escritura del guion, el rodaje y el montaje es como estar en una burbuja. Estrenarla es romper esa burbuja, y me genera ansiedad. Es un momento para mí muy delicado, que me ha de coger muy anímicamente dispuesto". No es el primero, claro. Ha vivido ya esa desazón con La vida de nadie La vida de nadie(2002), su ópera prima, y películas como The Pelayos The Pelayos(2012). Pero este tiene algo distinto. 

Porque Cerca de tu casa es distinta. Primero, por la temática: el filme, protagonizado por la música Silvia Pérez Cruz, trata el drama de los desahucios, que cada vez ocupa menos páginas de prensa pero que ha arrasado la vida de 171.110 familias solo entre 2008 y 2012, según cifras de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Y también por la forma de tratarlo. Todavía está decidiendo con la distribuidora si la presentan como "drama musical", "drama con canciones" o alguna otra fórmula. Aunque el paso por la sección oficial del Festival de Málaga hace su parte por vender el filme, una historia coral sobre los primeros años de la crisis, cuando apenas se conocía cómo se escribía "desahucio" ni existía el "Sí se puede". Y es también todo un musical. 

La extraña mezcla está defendida por su mayor arma. "Finalmente Silvia Pérez Cruz es lo que mejor habla de la película, porque cualquier persona que la haya oído, y más si ha ido a alguno de sus conciertos, sabe que ella tiene alma, que donde esté habrá algo", cuenta. Pérez Cruz es ya, con discos como Granada (2014), 11 de novembre (2012) o En la imaginación (2011), una de las grandes voces de la música española. Pero esta vez da el salto a la interpretación. Momentáneo, porque ella ya ha dicho que no piensa meterse a actriz. Está por la música, el proyecto y para cantar letras como: "Que es indecente/ gente sin casa,/ casas sin gente". 

Maribel Verdú y las Cármenes

Este proyecto tiene algo que le diferencia de los demás que ha rodado Cortés. Parte de la financiación viene de un crowdfunding en el que recaudaron 124.253 euros y en el que participaron 610 personas, lo que supuso más de la mitad de los 217.268 euros que debían reunir. Otros 737.000 euros han sido aportados por el equipo técnico y artístico, en forma de trabajo o de dinero. "Aquí nos hemos implicado hasta en la fotografía del cartel", explica, "Y eso me encanta, lo prefiero a si la película va a parar a una major y te apartan porque creen que tu trabajo ha terminado. Aquí lo hemos hecho todo, todo". El camino ha sido largo. El estreno, previsto para primavera, fue retrasándose hasta el otoño. "Las distribuidoras fueron de la opinión de que era mejor esperar hasta después del verano, y nos hemos puesto en sus manos", dice, resignado. 

Han aprovechado los meses de julio y agosto para ir haciendo pases con productores, periodistas... y académicos, con un ojo puesto ya en los Goya, que cierran el plazo de presentación de candidaturas el 14 de octubre. "Normalmente soy de los que se quedan fuera, llevo fatal convivir con los espectadores, tengo tendencia a ver dos secuencias a irme", comenta Cortés, "pero con esta me como toda la película". Ahora está en un momento dulce: "Tengo tendencia con el paso del tiempo a reconciliarme más con lo que hago. Ahora pienso que la película ha llegado donde yo soñé que tenía que llegar". Otra cosa es que siga pensándolo cuando llegue el momento "obsceno" del encendido de luces después de la proyección. 

Solo hay algo que todavía le hace dudar en los pases: la introducción de las canciones. "Lo viví de forma muy intuitiva, y no soy capaz de racionalizarlo o pensarlo con control absoluto. Me daba miedo que quedara, no sé, ridículo. Es algo muy propio del género y sí, me daba miedo", recuerda. Y admite que en las escenas musicales iba a ciegas, sin saber si iba a "impactar o emocionar". Pero confía, sigue confiando, en esta otra manera de contar algo que "la gente ya conoce", una manera, en sus propias palabras orgullosas, "emotiva, mágica y hermosa".  

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