La orquesta confinada
Maite Raga y María José Muñoz: “La música en los balcones ha ayudado a mucha gente a sobrellevar su duro confinamiento”
Maite Raga y María José Muñoz saben de primera mano la buena compañía que la música puede traer consigo. En su caso es el nexo que las une, ya que tocan juntas desde 1999 en la Fundación Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM): "Compartimos muchas horas de nuestra vida". Raga a la flauta, Muñoz como solista de pícolo o flautín. Pero también son conscientes de que la propia música puede ser en ocasiones el mejor acompañamiento. Lo comprobaron de primera mano cuando los conciertos quedaron restringidos a los hogares particulares: "Nos hemos dado cuenta de que esas pequeñas dosis de música a las 20:00 en los balcones han ayudado a mucha gente a sobrellevar mejor su duro confinamiento". Una nueva lección aprendida en esta sección en la que varios integrantes de orquesta dan a conocer sus instrumentos e interpretan algunas de sus piezas musicales preferidas.
Ambas coinciden en que vivieron el enclaustramiento "con muchísima incertidumbre y malestar". Al menos pudieron mantener la mente ocupada, ya que según cuentan "la actividad de un músico nunca cesa aunque la pandemia haya apagado nuestros escenarios. Hemos seguido haciendo nuestro trabajo diario en casa, estudiando técnica, las obras de la orquesta que habríamos tocado en ese momento, haciendo videos para nuestros abonados". Una responsabilidad profesional que compaginaron con una vida familiar igualmente reconfigurada: "No hemos dejado de atender a nuestros hijos con sus tareas y dedicarles más tiempo de lo habitual, debido a nuestros horarios".
De cara a un presente y un futuro repletos de incertidumbres, Raga y Muñoz creen que la actitud de la audiencia será determinante: "Hasta que todo pase, el público debe venir a los conciertos sin miedo y con la mente abierta, pues se va a encontrar con versiones reducidas de obras sinfónicas". Citan como ejemplo la propia Fundación ORCAM, que durante la próxima temporada interpretará versiones de cámara de las Sinfonías de Gustav Mahler y Anton Bruckner, "las cuales se escribieron durante la Segunda Guerra Mundial para que la gente conservase el ánimo escuchando buena música", explican las instrumentistas.
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Además de derribar el muro de ese miedo que Raga y Muñoz mencionan, ponen más deberes al público para vencer otra pared: la de los prejuicios: “La mayoría de la gente cree que la música clásica es elitista. Sin embargo, actualmente es más barato asistir a un concierto de nuestra orquesta que a cualquier concierto de pop, por ejemplo. Sin olvidar que toda música es cultura, y sin cultura no hay raíces en un país”.
Las solistas de flauta y pícolo (instrumentos que comenzaron a tocar en su Valencia natal, donde como ya explicó su compañero de orquesta Pedro Jorge las sociedades musicales los reparten según sus necesidades) interpretan para infoLibre no una, sino dos piezas. La infancia de Cristo, del francés Hector Berlioz, “es una de las pocas obras románticas en la que son protagonistas las dos flautas de la orquesta junto con el arpa en un número completo”. La segunda elección es El caserío, del vitoriano Jesús Guridi. "Se trata de un fragmento muy conocido de Zarzuela, en el cual los dos flautines imitan a los txistus vascos", indican las músicas.
Además de estas obras, nos descubren otras por las que también tienen debilidad. Raga se confiesa "una amante del barroco, especialmente Bach", del que destaca sus sonatas para flauta para conocer este instrumento. Con el mismo propósito alude al Romanticismo y "por supuesto" las obras contemporáneas para flauta, con especial hincapié en la sonata del barcelonés Salvador Brotons y las obras del bilbaíno Luis de Pablo. Para acercarse al menos popular pícolo, Muñoz remarca los conciertos de Vivaldi y las fantasías de Georg Philipp Telemann. "Me gusta mucho tocar repertorio contemporáneo porque explora muchos aspectos técnicos del instrumento", añade. Más allá de sus instrumentos, aconsejan escuchar las sinfonías de Gustav Mahler y Dmitri Shostakóvich, respectivamente. Recomendaciones ideales para pasar el verano en la mejor compañía posible.