María Jesús Montero reivindica la "melancolía" televisiva de 'Retorno a Brideshead'

María Jesús Montero (Sevilla, 1966), médica de formación, ha sido sin duda una de las ministras revelación de la legislatura, entre otras razones por sus discursos cargados de vehemencia y de esas frases que sentencian y son carne de tuit. La actual ministra de Hacienda en funciones participa en la sección De series, dentro de la revista Verano Libre, en la que a lo largo de agosto preguntamos a políticos, politólogos y periodistas sobre las producciones que más y que menos les han gustado.

En esta temporada, la serie que más ha interesado a Montero ha sido Genius. Esta antología, producida por National Geographic y que por ahora sólo tiene dos temporadas, resuelve episodio tras episodio la vida de grandes genios que han pasado a la posteridad. A la espera de la tercera temporada, la primera entrega retrata la vida de Albert Einstein, desde sus primeros años hasta el momento culmen de su trayectoria, cuando desarrolla su celebérrima Teoría de la relatividad. Para Montero, Genius ofrece un resultado muy completo, que juega tanto en el campo del entretenimiento como el del conocimiento. “Es una serie estimulante y muy original, con magníficos intérpretes de primer nivel”, afirma la ministra sobre la producción.

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Si la primera temporada brilló y recibió la acogida de la crítica por la vida del físico alemán, la segunda también lo hizo, pero además con sello español: la serie ahonda en la vida de Pablo Picasso, encarnado por Antonio Banderas, que resultó nominado a un Emmy a Mejor Actor en miniserie por su interpretación. Aunque la tercera temporada en un principio iba a girar en torno a Mary Shelley, la madre de Frankenstein, finalmente abordará los claroscuros de la inconfundible reina del soul, Aretha Franklin, que murió apenas hace unos meses. La encargada de Hacienda cree que las bondades de Genius nacen precisamente de su capacidad de sorprender, incluso cuando pensábamos que ya lo sabíamos todo sobre esos nombres que nos acompañan desde siempre: “Su guion sorprende y da una vuelta de tuerca para mostrarnos desde diferentes prismas la vida de grandes genios, ofreciendo una visión poliédrica y desconocida de personajes esenciales de la historia”, sentencia la ministra.

Su serie favorita de la todos los tiempos cambia por completo de registro: Retorno a Brideshead es su elegida. La producción, basada en la novela homónima de Evelyn Waugh, se emitió en España en La 1 en la década de los ochenta, y cosechó numerosos éxitos allá donde se televisó. La adaptación, ambientada en la Inglaterra de los años veinte y treinta, abarca multitud de temas, que van desde la homosexualidad a la diferencia de clases o el periodo de entreguerras. Muchos la definieron, y lo siguen haciendo, como una referente de la belleza televisiva. Para Montero, Retorno a Brideshead “tiene ese toque melancólico de todas las series británicas de la época”. Y es que la serie no sólo brilla por su estética depurada, su ambientación cuidada con hilo y pincel y la promesa de belleza que la hace perdurable, sino por sus personajes con historias transversales, que no envejecen frente al tiempo, y que construyen sus vidas entre lo dramático y lo satírico, sin que lo uno pise a lo otro, como Waugh hacía propio en sus novelas.

Por último, pese a ser indudablemente uno de los éxitos televisivos de los últimos años, María Jesús Montero no ha sido capaz de empezar a ver —no de acabar siquiera— El cuento de la criada. “No la he visto aún. Leí el libro de Margaret Atwood, pero la historia me produjo tanto desasosiego que no encuentro nunca el ánimo suficiente para ponerme a ver la serie”. La producción que distribuye HBO, y que recientemente estrenó su tercera temporada, consiguió el clamor del público y de la crítica de manera casi unánime, no tanto por la dureza de algunas de sus escenas, de sus tramas o sus personajes, sino por esa capacidad que tienen las distopías de ponernos como sociedad frente al espejo y sacar a relucir nuestras vergüenzas. Fundamentalismo, patriarcado y totalitarismo: todo bien hilvanado para producir la serie de nuestro tiempo.