La samba que derrotó a Bolsonaro y Juan Diego Botto como Lorca: las armas de Pilar del Río frente al odio
“Razonar es más complicado que embestir”, es la respuesta de la presidenta de la Fundación José Saramago, Pilar del Río, ante aquellos que lanzan discursos de odio. Es la “forma fácil de conseguir adeptos a sus causas” por parte de todos aquellos cuya agenda “no pasa por el bien común”. La periodista lo ve como un vehículo que “se agota en la segunda lata de gasolina”, un argumento bajo de quien “ni tiene pensamiento, ni ética, ni Dios, ni futuro”.
El odio es una enfermedad, curable, con las medicinas de “civilidad, alegría, participación, propuestas, solidaridad y hasta poesía y música”. Este es el tratamiento que receta Pilar del Río a los poseídos por el odio. La paradoja del odio es que está donde haya alguien dispuesto a soltar palabras envenenadas. Y hay un escaparate para ello en internet.
Lo que pretendo es situar el pasado en su contexto, con explicación, y hacer mejor el presente a base de apuestas positivas
La cristalera que lo deja ver es la cancelación. “Hay que evitar ser cómplices proponiendo más y mejor”, recalca a infoLibre. “Lo que pretendo es situar el pasado en su contexto, con explicación, y hacer mejor el presente a base de apuestas positivas", sostiene. Afortunadamente el odio llega más diluido a las calles: “En las redes el odio es más visible. En la sociedad, miro ahora mismo y veo madres con hijos volviendo del colegio. Veo vida”.
Su recomendación para frenar discursos de odio es una canción que ya lo hizo: Que tal um samba, de Chico Buarque. “Millones de brasileños fueron a votar con esa canción tatuada en sus espíritus. Y vencieron a Bolsonaro”. En ella, el artista recorre lugares comunes de Rio de Janeiro y proponía, en aquel entonces, dejar atrás el mal tiempo y tanta "demencia" y tanta "derrota", cantando "una samba para alegrar el día".
Marilar Aleixandre frena al odio con las lecturas de Brenda Navarro, Alfredo González-Ruibal o Brais Lamela
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“Lo que tenemos que hacer es hablar hasta quedarnos roncos. Y escribir en todas las paredes que la libertad es posible si somos nosotros quienes las construimos”, destaca. En esta línea, anima a ver Una noche sin luna, la obra de teatro de Juan Diego Botto, que acerca los aspectos menos conocidos de la vida y obra de Lorca, haciéndolo actual. Es irónica y emotiva, para animar a la reflexión sobre la necesidad de libertad artística y la búsqueda de la identidad sexual
Sus otras recomendaciones van en esta línea: “Creo que hay que ver más allá de nuestras situaciones personales, que hay que oír más a nuestros semejantes”. Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago, sobre la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron, es el libro que aconseja para ampliar las fronteras de lo conocido. En esta ficción, Saramago dibuja la imagen de nuestro tiempo, por cruda que llegue a ser.
También apunta al libro Mártires americanos, de Joyce Carol Oates, sobre la pena de muerte y el aborto. Esta novela incide en la vida de todos y los problemas de la sociedad. Pedro Almodóvar también está entre sus recomendaciones con Madres paralelas para frenar los discursos de violencia e ira que polarizan y nos separan. “Nos quieren callados, resignados, indiferentes o amedrentados. Usan el odio para que temblemos” , termina.
