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Afra Blanco: “No entiendo a esa parte de Madrid que es capaz de respaldar a la señora Ayuso”

La figura de Afra Blanco (Barcelona, 1987) ha alcanzado gran popularidad desde hace no mucho tiempo. Es hija de gallegos, pero ha desarrollado la mayor parte de su vida en Cataluña. Se inició en el sindicalismo en UGT, fue portavoz de su rama juvenil y, tiempo después, dio el salto para convertirse en una comentarista política habitual en diferentes espacios televisivos. Sus comienzos fueron en medios catalanes, como Catalunya Radio, Mes324 y BTV, y después saltó a la televisión nacional dando la réplica a Paco Marhuenda en Antena 3. Tras aquel primer combate dialéctico se quedó en el mundo de la televisión y participa en distintos programas de La Sexta como una de las más firmes voces del progresismo frente a todo tipo de discursos conservadores.

Feijóo y la amnistía

“El relato del Partido Popular se ha esfumado. Estaban más que dispuestos a la amnistía y más que dispuestos al indulto. Me pregunto qué hubiera pasado si Puigdemont no le hubiera presionado para hablar. No habríamos sabido que Feijóo estaba dispuesto a darle un indulto, o incluso la amnistía. Y creo que el Partido Popular realmente no ha calibrado el daño de su mentira.

Como catalana y como española he de decir que es una mentira que ha crispado, perseguido y alejado la reconciliación, no solo del Congreso de los Diputados, sino también de miles de hogares. Ha alejado la reconciliación de las calles. Es una mentira dolorosa y muy gruesa que ha promovido señalar al diferente, y no creo que haya sabido calibrar cuánto puede llegar a pesar, cuánto se la podemos llegar a cobrar los españoles y las españolas”.

Elecciones gallegas

“Hay un segundo aspecto del Partido Popular que me llama muchísimo la atención y es hasta qué punto es capaz de situar sus expectativas en lo más alto. Le pasó en las generales, tuvo sus expectativas de resultados en una mayoría absoluta y le ha vuelto a pasar en las gallegas. Si no la saca, el Partido Popular y su liderazgo se hunden. Al final, quien ha decidido no hablar de los gallegos y las gallegas en Galicia es el propio PP de Feijóo y Rueda. Ellos decidieron elevar el foco para no hablar a los gallegos y para hablarles del ámbito estatal, probablemente porque su gestión es tan nefasta en Galicia que no les interesaba poner el foco ahí. Creo que los gallegos y las gallegas también les cobrarán el no haber hablado de ellos y de ellas, de las políticas necesarias y activas que necesita Galicia”.

Ayuso y el protocolo de las residencias

“Hay cosas que no entiendo de Madrid. Soy muy consciente de que hay una parte importante que no respalda la gestión de la señora Ayuso y lo ha demostrado en las urnas, pero hay otra parte muy importante que sí. Tengo que decir que no entiendo a esa parte de Madrid que es capaz de respaldar a la señora Ayuso, que es capaz de respaldar una acción política que asesinó a nuestros mayores, que los abandonó. Soy hija de enfermero y de enfermera y es importante escuchar a los profesionales. A mi madre le tocó la desesperación de no poder ayudar como quería. Y los profesionales a los que salíamos a aplaudir en aquel momento ya hablaron, ya denunciaron la situación, y la señora Ayuso hizo oídos sordos. No estoy dispuesta a aceptarlo. Supongo que por eso soy sindicalista, porque no estoy dispuesta a aceptar las cosas tal y como se nos imponen”.

Protestas agrarias

“¿De qué campo hablamos exactamente? La reivindicación de esa parte del campo que niega el cambio climático no la respeto. Ni siquiera voy a planteármelo, porque es entrar en el relato ultra. Podemos hablar de otros tres tipos de campo. El de los asalariados, a quienes ni siquiera se les reconoce el salario mínimo. Podríamos hablar largo y tendido, pero no se han movilizado. Y luego de los otros dos tipos: el que tiene grandes terrenos y el pequeño agricultor cuyas reivindicaciones sí que comparto, el cual sufre una competencia desleal doble. Por el producto de fuera de Europa, pero también desde dentro de España. Apoyo la reivindicación de las cláusulas espejo y que hay que hacer más eficiente la ley de cadena alimentaria. Deberíamos hablar de impuestos especiales para márgenes deshonestos en toda la cadena de producción y probablemente también facilitar la llamada burocracia”.

Barbate: las condiciones laborales en la lucha contra el narco

“Hemos podido ver y vivir, incluso tocar el dolor de las familias. Pone en evidencia una clara desigualdad entre nuestros servidores públicos en la lucha contra el narcotráfico. No debería volver a darse nunca más. Toda acción de riesgo exige protección y prevención previa. Cuando tú sales con una zodiac frente a una narcolancha no estás haciendo una acción preventiva. Es muy importante que se desarrolle una investigación en profundidad y que se asuman las responsabilidades. Si se está realizando desde hace tiempo una denuncia de falta de recursos, esos recursos tienen que darse, y si no, por lo menos no los lances a la muerte como se les lanzó. En esto, como en muchas cosas, hay que escuchar a los profesionales. Y por supuesto, se necesitan políticas activas de empleo para una zona con tres veces más paro juvenil que la media nacional y la menor esperanza de vida”.

Importancia del sindicalismo

“Después de demostrarse la importancia de las organizaciones sindicales en la negociación de los ERTE durante el covid, de la subida del salario mínimo, de la reforma laboral y la de pensiones, se ha evidenciado aquello que algunos ya sabíamos, creíamos y claramente defendemos: la mejor herramienta de transformación social es el sindicalismo. Se está demostrando aquello que sin estar en el foco se demostraba cada día en los centros de trabajo. El diálogo social ha hecho actual el discurso sindical, el de la lucha de clases, que hace no tanto creíamos que era algo agotado. Se utilizaban términos como clase media obviando el concepto de clase obrera. A consecuencia de la situación socioeconómica, la pandemia, la guerra en Europa o un gobierno progresista, empezamos a entender hasta qué punto nos hundieron las políticas neoliberales en el año 2012 y ha cobrado un nuevo sentido la propuesta sindical”.

Empleo e inteligencia artificial

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“Yo no soy ludista. No pienso que haya que negar la robotización o la Inteligencia Artificial (IA). Ahora bien, en el epicentro no tiene que estar la IA, sino el trabajador y la trabajadora. La IA lo que tiene que hacer es facilitarle el trabajo, hacerle, si me apuras, más eficiente. Si lo hace, no solo cobrará sentido la reducción de la jornada laboral. La IA y la robotización dan sentido, por ejemplo, a la renta universal garantizada. Lo que no tiene sentido es que tengamos un marco, unas normas de relaciones laborales que no se apliquen también al algoritmo. El algoritmo puede tener sesgos al estar creado a partir de sesgos presentes en la sociedad. Creo que la legislación va más lenta que nuestra sociedad y nuestro entorno, pero no de ahora, siempre ha sido así. Eso sí, quien llegó primero a empujar por una reducción de jornada fueron las organizaciones sindicales”.

Mercado de la vivienda

“Toda la sociedad entiende que hay un problema con la vivienda. Probablemente, es el mayor problema que tenga la clase trabajadora a día de hoy, sobre todo las personas jóvenes. Hay dos posiciones: la de los de siempre, que dicen que no hay que hacer nada porque el mercado se autorregula, y dices: ‘Ay, amigo, ¿entonces cómo hemos llegado a esto?’. Instituciones poco sospechosas como el Banco Central Europeo y el Banco de España advierten de que no deberíamos estar gastando más del 30 o el 35% de nuestro salario en vivienda. Y yo creo que la vivienda y el mercado inmobiliario necesitan de una actuación urgente, cortoplacista y después, en paralelo, un parque de vivienda público en régimen de alquiler social, que significa que no se alquile por más de ese 30-35% de la capacidad de esa familia. Por cierto, hay muchos tipos de familia, que se olvida”.

Sindicalismo y feminismo

“Creo que el sindicalismo es un reflejo de la sociedad y creo que a nuestra sociedad le falta todavía dar muchos pasos. La mujer ha estado presente en las organizaciones sindicales prácticamente desde el principio, diría que desde el primer momento, a través del sector textil. Nosotras hemos estado presentes siempre, pero no nos podemos olvidar de que el sindicalismo es reflejo de la sociedad aunque intente ir por delante. Creo que la sociedad tiene, debe y puede avanzar en materia de igualdad real y efectiva”.

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