Cómo lo ve
Juan José Millás: "Si el PP gobernara, seguramente daría la amnistía"
Juanjo Millás (Valencia, 1946) está inmerso en la escritura de un nuevo libro en colaboración con el antropólogo Juan Luis Arsuaga. Juntos publicaron el pasado año su obra La vida contada por un sapiens a un neandertal, que se ha convertido en todo un acontecimiento editorial y va ya por la novena edición. Reconoce que, a título personal, durante la pandemia lo ha pasado mal, "pero no ha sido dramático": "Sin embargo, retrospectivamente me parece horroroso. Lo paso peor ahora, cuando lo pienso, que cuando lo pasé. De manera que la llegada de las vacunas es un alivio". Confiesa estar un poco cansado de la forma en la que se ha desarrollado el debate en torno a los indultos a los presos independentistas.
Un asunto técnico
"Creo que el asunto del indulto es casi un asunto de carácter técnico. Es decir, que esto lo deberían haber resuelto o deberían resolver los políticos a los que elegimos y pagamos para que resuelvan este tipo de cosas. Y yo creo que dos personas adultas, como el presidente Sánchez y el jefe de la oposición, Casado, se sientan y resuelven esto en media hora. Es decir, esto no da para lo que está dando. Esto es una exageración enorme, lo que está sucediendo en torno al indulto. Lo que no se puede hacer con este asunto es ir calentando el ambiente como se ha ido haciendo. Naturalmente que aquí tiene muchísima más responsabilidad el partido en la oposición y Casado y la derecha en general porque han ido caldeando el ambiente, pero como se caldea un encuentro de fútbol de final entre el Barça y el Real Madrid".
A favor de los indultos
"Si me preguntas mi opinión, pues yo soy de los que diría: "Oye, vamos a probar, puesto que conviene introducir algún gesto, alguna actuación que ponga bien lo que está patas arriba. Vamos a probar con esto". Creo que la situación ahora es distinta. Han hecho gestos: está la carta de Junqueras, está el saludo de Aragonés al rey. En fin, parece que hay una atmósfera como para que, si alguien da un paso adelante, pues por lo menos ya quitas el argumento del victimismo. Puede no salir. Bien. Ahora, muchas veces en la vida, pues tienes que arriesgarte. Tampoco arriesgas mucho si no sale porque, ¿qué es lo peor que puede pasar si no sale? Pues si no sale, lo peor que puede pasar es que vuelvan a las andadas, que la justicia actúe de nuevo y esta vez ya no habrá una segunda oportunidad. No habrá un segundo indulto".
La responsabilidad de los políticos
"La población tiene que tener el valor necesario para que le digan: "Oiga, ¿usted está a favor o en contra del indulto?" y que responda: "Es que no lo sé". Yo he dicho por qué estaría a favor, pero me dan ganas de decir, como cuestión de orden metódico: "No lo sé". Es una cuestión de alta política. Es una cuestión de orden técnico. Ellos deben saber si es buena esta medida en estos momentos para pacificar. No me pueden a mí convertir en un hincha del indulto o contra el indulto. A los políticos los hemos votado para cuatro años. Tienen que adoptar a veces posturas, que no se correspondan milimétricamente con lo que en ese instante concreto la sociedad piensa. Si realmente la sociedad sigue pensando eso dentro de cuatro años, cuando los volvamos a votar, ya lo pagarán en las urnas".
La opinión pública
"Muchas veces, respecto a las cuestiones que pasan en la vida política y frente a las que tomo una posición, acabo preguntándome: ¿Yo he pensado esto o he sido pensado por esto? Es normal que si tú haces una campaña de anticatalanismo muy polarizada, es normal que acabe afectando en España a un amplio porcentaje de población. Y en Cataluña es al contrario. Están a favor. Pero esto ya empieza a cambiar. Ya ha cambiado estos últimos días, porque resulta que hay gente que tradicionalmente está alineada a la derecha, como el mundo empresarial o la Iglesia, a los que les parece bien el indulto, de un modo sensato. Han dicho: "Oiga, necesitamos para hacer negocios, para que las empresas funcionen, necesitamos que haya cierta normalidad política. Hace falta que los ánimos no estén exaltados continuamente. No se puede vivir en un grado de excitación permanente"".
Españoles de bien
"Yo puedo estar en contra del indulto, pero yo no te voy a pegar a ti con una bandera en la cabeza si estás a favor. Podemos discutirlo como adultos: "Oye. ¿a ti por qué te parece mal del indulto?". Pues a lo mejor llevas razón. Y yo te diría: "¿Pero tienes alternativa?". Ahora me tendrías que decir cuál es tu alternativa, porque claro, lo que no sirve es decir: "La alternativa es la policía o la judicialización permanente". Lo que es realmente una cosa moralmente muy reprobable es que algunas de las personas como Rosa Díez, dijeran que en Colón estaban las personas de bien y los españoles decentes. Porque esto sí que es un insulto muy grave. Resulta que si yo estoy a favor del indulto, no soy una persona decente, no soy un español decente, ni soy una persona de bien. ¿Pero en qué mundo vivimos?"
Infantilizar la sociedad
"Tengo la impresión de que todo esto es una maniobra de carácter inconsciente para infantilizar a la población. Porque, mientras tú te enfureces y vas a la plaza de Colón con las banderas y los otros se enfurecen a favor, no estás pensando, por ejemplo, en el ingreso mínimo vital. Se vendió como un avance único en el mundo y en cierto modo lo era. Pues ha llegado como al quince por ciento de la gente a la que tenía que haber llegado. Ahora bien, si yo estoy con la cabeza absolutamente ocupada, como el que oye voces, como las voces de Colón, las voces de los que estaban, pues claro, no me ocupo del ingreso mínimo vital, ni aunque lo necesite, porque estoy enajenado. Estoy alienado. No se puede estar dos meses dándole vueltas a un asunto de carácter técnico como es el asunto del indulto y que se resuelve con dos personas adultas sentadas en una mesa tomándose un café en media hora".
La posición del PP
"Si gobernara el Partido Popular, no es que fuera a dar indultos, es que seguramente daría amnistía. Es que hay que acordarse de cuando gobernaba Aznar y la relación de Aznar con ETA. Aznar negoció con ETA. Aznar, en una famosa entrevista en televisión, riñó a la locutora que le hacía preguntas impertinentes y le dijo: "Mire usted, es que hay que ser generoso". Cuando la periodista le decía: "¿Y vamos a perdonar a gente que ha asesinado?", Aznar respondía: "Es que tenemos que ser generosos, si queremos la paz". Es decir, hoy el PP en el Gobierno, frente a la patata caliente de Cataluña, daría amnistía y además es probable que el PSOE le apoyara o por lo menos no estorbara como hizo con el artículo 155. Porque es verdad que la izquierda, cuando está en la oposición, demuestra un sentido de Estado que jamás demuestra la derecha".
Los empresarios, a favor
"Resulta que el empresariado ha llegado a la conclusión de decir: "Oye, pues a lo mejor esto del indulto es una medida que empieza a pacificar la situación". Esta gente lleva casi cuatro años en la cárcel. Van a salir inhabilitados políticamente. La generación que viene detrás sabe a lo que se exponen. Habiendo tanta gente a favor de que salgan de la cárcel en Cataluña, esto va a ayudar a crear un clima de paz en la sociedad catalana. ¿Pues no será sensato hacerlo? También, dicen: "Quizá sea una medida equivocada pero como parece que no hay otra, ¿por qué no probarla? Probemos". En el peor de los casos, lo único que puede pasar es que no funcione. Bueno, pues si no funciona, ya sabemos que eso no funciona. Pero no va a pasar nada grave. Los empresarios están actuando como personas adultas. Se comportan como adultos porque sus intereses son económicos. No son políticos".
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"Los intereses de Casado son exclusivamente políticos. Es saber si puede pillar algún voto y a ver si de paso infantiliza a la población, de manera que frente a las grandes cuestiones no tengamos opinión y sin embargo estemos deseando adquirir opinión respecto a lo pequeño. Seguramente ya hay mucha gente que estaba en contra del indulto, pero que se ha informado y de repente ha pensado: ¿No se ha indultado a Armada? ¿No se indultó a Tejero? Dos golpistas de verdad. ¿No se indultó a Galindo, que estaba condenado a setenta y un años por crímenes de Estado? Y no ha pasado nada. Aquí se ha indultado a mucha gente y no ha pasado nada. Yo no recuerdo que hubiera revueltas, que hubiera gente en la plaza de Colón. Se dieron con toda naturalidad. ¿Contribuyó a pacificar el país? Pues bien dados hayan sido".
El independentismo, hoy
"Quien no quiera ver esto, es un ciego. Hubo muchas declaraciones inmediatamente después de aquellos sucesos desgraciados durante el procés en el sentido de que se habían pasado. Tú, antes de meterte con el Estado, tienes que pensártelo porque el Estado es muy fuerte. Puedes tener un momento de euforia y plantarte encima de un coche de la policía con un megáfono y arengar a las masas pero el Estado está debajo. El Estado es ese coche en el que te has subido y te va a llevar a la cárcel. El Estado funciona y se ha demostrado. Nosotros, afortunadamente, no somos un Estado fallido. Pueden seguir con su retórica independentista. Pueden ser independentistas. Ahora saben que hay que ser independentista también dentro de un orden. El simple anuncio del indulto ya empieza a producir situaciones que son pacificadoras. Con esto empezamos a normalizar la situación. ¿Que es un error el indulto? ¿Que vuelven a las andadas? Bueno, pues ya actuará la justicia y esta vez, seguro que no habrá otro indulto".