Lucía Méndez: "Casado quiere la paz, obligado por los barones, y Ayuso quiere seguir la guerra"
La periodista Lucía Méndez (Zamora, 1960) está considerada por buena parte de sus colegas en la profesión como una analista imprescindible para entender la historia y el presente del Partido Popular. La batalla pública librada esta semana entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso supone a su juicio un acontecimiento de gran trascendencia. El acuerdo alcanzado en la tarde de este sábado lo interpreta como que “Casado parece que desea firmar la paz, presionado por los barones, mientras Ayuso parece decidida a seguir la guerra”. De cara al futuro, parece tener claro que “se equivoca el que piense que este acuerdo es un episodio definitivo”. Y avisa: “Esto es sólo un episodio más de la guerra abierta”.
Los precedentes
“La fecha en la que comenzaron esas desavenencias fue el 4 de mayo del año pasado, cuando se celebraron las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid e Isabel Díaz Ayuso consiguió un resultado espectacular. Ese día nació un liderazgo a modo de celebrity, de icono pop mediático, que, claramente, le disputó el protagonismo político a Pablo Casado. La noche misma de las elecciones autonómicas del 4 de mayo hubo un conflicto porque el equipo de la presidenta de la Comunidad de Madrid no quería que nadie saliera al balcón de Génova a celebrar el triunfo con ella. Lo siguiente fue que Ayuso exigió ser presidenta del PP de Madrid y la convocatoria del Congreso regional del PP de Madrid, la dirección regional la fue retrasando porque no le interesaba y hasta aquí hemos llegado. Los enfrentamientos, que han sido sonados pero más discretos, ahora han salido a la luz y están batallando en directo y delante de todo el público”.
La guerra estalla
“El equipo de Isabel Díaz Ayuso decidió lanzar un cañonazo, que fue la filtración a algunos medios de que la presidenta de la Comunidad de Madrid había sido espiada por parte de la dirección nacional del partido. Ese cañonazo fue respondido por otro de la dirección nacional, que fue poner el foco en la comisión que cobró el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Estas circunstancias tapan el verdadero problema, que es que hay muchas voces en el PP y, sobre todo, muchas voces mediáticas, que sostienen que Pablo Casado es un líder débil y que Isabel Díaz Ayuso es una mujer fuerte y una líder fuerte. Lo que la dirección nacional del Partido Popular ha puesto delante no es la legalidad, que la tendrán que dilucidar los tribunales. Lo que ha puesto en cuestión Pablo Casado como presidente del Partido Popular es la ejemplaridad ética de Díaz Ayuso”.
La estrategia de Ayuso
“A mí me parece que la presidenta de la Comunidad de Madrid tiene un escenario complicado. Ella preside una comunidad muy importante, pero carece de poder orgánico en el partido, por tanto tiene todas las de perder en el sentido orgánico. Ella batalla con un arma distinta a la de la dirección. La dirección tiene el poder orgánico. Ella tiene la popularidad, la celebridad y los votos, sin duda, pero con eso no se lidera un partido, es decir, tienes que tener el poder orgánico, por eso ella lo tiene más difícil en este momento”.
La situación de Casado
“Creo que el presidente del PP en estos momentos tiene también una situación muy complicada. Esto le ha desgastado mucho. Hay que recordar que esta batalla final, Isabel Díaz Ayuso la ha lanzado en un momento de extrema debilidad para la dirección nacional, unos días después de celebrarse unas elecciones en Castilla y León, que no han salido en absoluto como ellos esperaban. El PP tiene ante sí el escenario de arreglar sus problemas en los órganos de decisión y los congresos extraordinarios u ordinarios y no hay más. Hace unos años, al PSOE le pasó algo parecido. Apareció una fuerza política a su izquierda que le quiso disputar el liderazgo y el Partido Socialista también estalló. Al final, encontró su cauce para arreglar sus problemas de liderazgo y sus problemas orgánicos y hace poco acaba de celebrar un congreso con una gran unanimidad. El PP tendrá que iniciar el proceso de salir del pantano en el que se encuentra, que no va a ser fácil, de todas maneras”.
El papel de los medios
“Estamos viviendo unos momentos bastante parecidos a cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, presidenta también del PP de Madrid, lanzó una batalla política contra el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, después de perder las elecciones generales del año 2008. El ejército de Esperanza Aguirre, que era muy numeroso a efectos mediáticos y prácticamente eran los mismos que ahora están apoyando a Isabel Díaz Ayuso, no consiguió articular una candidatura alternativa a la de Rajoy. Considero que esto se parece muchísimo a aquello. Hay medios de comunicación que son partidarios, claramente, de la presidenta de la Comunidad de Madrid porque consideran que ella es el mayor activo electoral que tiene el PP en este momento. Esto es así. Hay veces, en nuestro mundo, que se nos olvida que ni los medios, ni los periodistas, ni los columnistas, ni los politólogos, ni los analistas votan en los congresos de los partidos. Quienes votan en los congresos de los partidos son los militantes. El liderazgo de un partido no lo deciden las encuestas, no lo deciden los sondeos, no lo decide la popularidad, no lo decide la celebridad, lo deciden los congresos de los partidos”.
Los barones del PP
“En los primeros compases de esta guerra, los presidentes regionales yo creo que se han mantenido en un perfil cómodo para ellos, pero incómodo para todos los espectadores y los que están librando esta guerra. Alberto Núñez Feijóo, yo me atrevería a decir que tiene el liderazgo moral del Partido Popular. Mucha gente ha contribuido a debilitar indudablemente el liderazgo de Pablo Casado. Esto también está claro. El acuerdo de este sábado refleja la influencia de los barones en este proceso. Casado parece que desea firmar la paz, presionado por los barones, mientras Ayuso parece decidida a seguir la guerra. Núñez Feijóo ha dicho que esperaba que este conflicto no se tenga que dirimir en un congreso extraordinario del Partido Popular. El congreso ordinario del PP toca ya, este año, y considero que el escenario al que está abocado el PP probablemente sea un congreso en el que se puedan medir las fuerzas que ahora están en conflicto y al que Dios se la dé, San Pedro se la bendiga”.
El papel de los votantes
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“Entre los difíciles momentos que aguardan de inmediato al Partido Popular, está la posibilidad de que Vox, en las encuestas, se le acerque en intención de voto. La tesis de que los votantes los tiene Isabel Díaz Ayuso y los votantes no los tiene Pablo Casado es una tesis interesante, pero puede llegar a ser discutible. Yo sostengo que la marca siempre está por encima de las personalidades y que ha quedado claro, en los últimos siete años de la vida española, cuando el sistema de partidos quebró y empezó la crisis institucional y constitucional en la que aún estamos metidos. Sin partido, un dirigente, por popular y famoso que sea, no hace carrera política ni puede participar en la vida política en idénticas condiciones. Creo que los votos son de los partidos y que los votos no son de las personas de los partidos y que sin la marca PP ni Alberto Núñez Feijóo, ni Isabel Díaz Ayuso, ni Juanma Moreno, ni el señor Mañueco serían lo que son”.
La sombra de Vox
“Esta batalla nunca se estaría produciendo si Vox no existiera. Vox lo que quiere es sorpasar y sustituir al Partido Popular como la fuerza hegemónica del centro-derecha español. Para esto nació Vox, que, por cierto, es una escisión del PP. Por eso, Vox no se puede encuadrar, exactamente, en la caricatura que se hace de ese partido hablando de la ultraderecha y de sus concomitancias con las fuerzas de ultraderecha europeas. El partido de Le Pen existe hace veinte años o más y Vox acaba de nacer de una escisión del Partido Popular, por lo que el principal beneficiado de esta guerra del PP es obvio que es Vox, una fuerza política que lo tiene todo de cara porque ahora es la que representa la rebeldía. Hace unos años, la rebeldía era de izquierdas y ahora parece que la rebeldía que más se ve es de derechas y, por tanto, tiene todas las de ganar. No me parece que tenga todas las de ganar a largo plazo, pero a medio y a corto plazo sin duda el principal beneficiado va a ser Vox y los sondeos creo que lo van a evidenciar en los próximos meses”.
Una disputa histórica
“Opino que todo el mundo coincide en una cosa: es la situación más grave que ha vivido el Partido Popular desde que a Hernández Mancha lo echó Fraga del liderazgo de Génova. Es la crisis más grave que ha atravesado el PP nunca. Las cosas que están pasando son inauditas. Jamás se ha visto una cosa igual. Nunca. Es un abismo, sin duda, que tiene que superar el Partido Popular y del que tiene que salir. Acabe como acabe, esto ya es historia en el PP. Es muy difícil, pero la única fórmula que tiene para acabar esto, de verdad lo creo, es un congreso en el que se haga examen de conciencia y del que pueda salir un PP limpio de todas estas crueldades y de todas estas brutalidades en lo personal y en lo político que se han producido en los últimos días. Son unas heridas profundas, que el PP tiene que curar y solo se pueden curar en un congreso”.