Verónica Fumanal: “Las ‘fake news’ son el germen de las dictaduras”
La asesora de líderes políticos, empresariales y sindicales Verónica Fumanal ha presentado esta semana su libro El poder de la influencia: así se construye un liderazgo, en el que analiza sus bases teóricas y repasa su evolución a lo largo de la historia y su situación actual. Entre otros postulados, sostiene que “el liderazgo es un proceso, es algo que hay que ir renovando todos los días. Y los líderes, igual que emergen, caen. Algunos poco a poco y otros a plomo”. Fumanal tiene un máster en Marketing Político y es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona. Además, compagina la docencia en diferentes postgrados de comunicación política con colaboraciones habituales en medios de comunicación como analista política.
Elecciones vascas
“Se produce una paradoja en Euskadi. En el momento en que los partidos nacionalistas/independentistas van a tener más porcentaje de voto, y más posibilidades, porque están casi empatados en la primera y la segunda posición, es cuando menos se habla de independentismo. Los partidos nacionalistas están rehuyendo ese debate y, en cambio, están muy focalizados en el eje ideológico izquierda/derecha.
Pasa justo al contrario que en Cataluña. Allí se habla mucho de la independencia, pero es donde la hegemonía de los partidos independentistas cada vez va decreciendo más después de todo el fatídico procès. Esto da que pensar.
Retorno de Puigdemont
“Carles Puigdemont es periodista y se nota que tiene un gran dominio de la comunicación, del relato, de los tiempos. Cuando ya parecía que había pasado su momento político ha conseguido volver a la agenda y, sobre todo, a liderarla. La campaña en Cataluña se centra sobre si vendrá o no, algo que ya había pasado en anteriores elecciones. Ya en las del 2017 prometió que volvería a Cataluña si ganaba y no volvió.
Creo que, hasta que no tenga todo absolutamente atado para no ir a prisión, no va a volver. Pase lo que pase va a tener consecuencias en la gobernabilidad de España, porque el Gobierno depende de dos fuerzas que están compitiendo entre ellas sin que se note mucho, Esquerra Republicana y Junts. Si Illa pudiera gobernar con uno de los dos el otro podría descolgarse de la gobernabilidad de España, a diferencia de Euskadi, donde creo que el Gobierno tiene garantizado tanto el apoyo del PNV como el de Bildu”.
Crispación
“La reflexión de los dos grandes partidos tiene que ser como la que hicieron en el siglo XX las potencias nucleares. Ambos tenían arsenal suficiente como para destruir al otro, pero eso implicaba la destrucción propia. Creo que estamos en un momento en el que los dos grandes partidos tienen la destrucción mutua asegurada si continúan con esa espiral, sobre todo de deslegitimación. No creo que sea pareja, que sean los dos partidos igual. La tarea de la oposición siempre es mucho más crispada. El primer Feijóo dijo que venía a hacer otro tipo de política, respecto a la de Pablo Casado. Y no encuentro ninguna diferencia. En la mano de la oposición estaría, por ejemplo, poner fin a ese bloqueo injustificable del Consejo General del Poder Judicial. Y en cuestiones como política internacional se podrían acordar determinadas cuestiones. Hay determinados aspectos en el mundo que son definitorios para nuestro presente y nuestro futuro y se podrían concitar voluntades”.
Situación de Vox
“Yo lo que percibo en la formación de ultraderecha Vox es mucho lío interno. Al señor Garriga le acaban de aparecer unas informaciones que apuntan a que habría podido recibir más dinero del necesario de las cuentas parlamentarias en Cataluña. Aquellos líderes territoriales que emergieron o bien no pueden aparecer o tienen muchos problemas desde un punto de vista de la gestión. Vox está ultra financiado por lobbies ultraconservadores ultracatólicos que han venido aquí a hacer una guerra cultural contra el feminismo, contra los colectivos LGTBI, contra una determinada forma de ver el futuro. Es un partido negacionista de casi todo, menos del pasado y de la nostalgia. Tienen claro que siempre van a ser un partido absolutamente minoritario, porque afortunadamente las mujeres somos la mitad de la población”.
Momento del PSOE
“Creo que en Cataluña el PSC puede tener un buen resultado, que sería incompleto si no gobernara Illa, porque hemos visto ya que ganar no es suficiente. En política no sirve ganar, sirve gobernar y más en una política parlamentaria donde se tienen que fraguar mayorías. A partir de ahí, si en Cataluña al PSC le va bien y consigue gobernar, eso va a ser un espaldarazo muy importante de cara a las elecciones europeas. Estamos a la espera a ver qué candidatos deciden Partido Popular y PSOE. Parece que se andan mirando todo el rato, no solo por las comisiones, sino por ver quién presentan a en la lista.
La política hoy más que nunca es muy coyuntural, muy fluctuante, muy gaseosa, podríamos decir. Hace seis meses el Partido Popular parecía que venía a gobernarlo todo y lo que parecía un ciclo de victoria se ha convertido otra vez en un ciclo en la oposición. Por tanto, hay que ser humildes en el análisis y no querer anticipar el futuro con un voto cada vez más coyuntural”.
El espacio a la izquierda del PSOE
“El votante español medio cada vez es un votante más politizado. Sabe diferenciar perfectamente cuando vota a su municipio, cuando vota autonómicas, cuando vota unas europeas, cuando vota a las generales. Nuestra democracia es joven, pero se va consolidando y la media tiene una cultura política bastante importante. El voto que llamábamos antes identitario, que era ese voto de decir ‘yo soy de este partido político’, solo pertenece a las generaciones más mayores, que se socializaron en la Transición. Por lo tanto, no se puede pedir a Sumar en este caso, o a Podemos, que tenga los mismos votos o que se acerque a un momento muy determinado, el 15M, en el que se generó un contexto político muy especial, en el que había un entusiasmo por una nueva forma de entender la política. Eso ya no está y, por lo tanto, los resultados ya no van a estar”.
Multipartidismo
“Claro que tiene cosas positivas. El Congreso de los Diputados seguramente nunca representó de una forma tan real la sociedad española. Hay una parte que es de ultraderecha, hay una gran parte que es nacionalista de sus territorios con matices. No es lo mismo Bildu que el PNV, Esquerra Republicana que Junts o Coalición Canaria que el BNG. Ese ‘no nos representan’ ya no lo escuchamos porque hay una sensación de que determinadas identidades y sensibilidades están todas presentes. Es difícil tejer acuerdos y creo que falta cultura política de sentarse a la mesa con un montón de actores diferentes. Pero, cuando se sientan y se llegan a acuerdos, tienen más legitimidad, más nivel de representación y mayor perdurabilidad. Prefiero eso a una cámara como el Senado, donde hay un partido que decide, juzga y ejecuta. Eso no es la sociedad española. La sociedad española está mucho más representada políticamente en el Congreso que en el Senado”.
Liderazgos en el PP
“En el libro hablo de que el liderazgo no es un fenómeno individual sino grupal. Para que emerja tiene que haber gente que decida que esa persona merece ser seguida. Las bases que sustentan a Feijóo y Ayuso son muy diferentes. Me cuesta mucho ver emerger el fenómeno del liderazgo Ayuso en otras comunidades autónomas. Como he vivido fuera de Madrid casi toda mi vida, veo el fenómeno electoral del Partido Popular madrileño muy diferente de otros contextos, del andaluz, del gallego, del catalán. En cambio, Feijóo tiene un liderazgo, si lo pudiera ejercer, que es lo que siempre le cuestiono, con una base más heterogénea y seguramente más homologable a lo que podría ser la media española, si quitamos a la Comunidad de Madrid. Cada vez que Feijóo ha intentado ser ese Feijóo que en Galicia funcionaba tan bien, desde los poderes fácticos madrileños que sustentan y son las bases de Ayuso le han parado los pies y le han avisado cuál sería su salida”.
Liderazgo de Pedro Sánchez
“Sánchez es justo lo contrario. El liderazgo de Sánchez emerge de la base del Partido Socialista. Por eso él ha podido hacer lo que ha querido con el PSOE, porque sabe que su legitimidad no viene de una mesa camilla, de que cuatro se pusieran de acuerdo o no, sino de que hubiera unas primarias y por dos veces consiguiera revalidar el liderazgo del partido en situaciones muy adversas. Por eso Sánchez tiene la fuerza que tiene a nivel interno y esa es la solidez de su liderazgo. Y Feijóo necesita sí o sí el poder para consolidar ese liderazgo. Son cosas complejas porque son muy teóricas, pero creo que es evidente que la fortaleza deviene de lo mismo, de lo que emerge el liderazgo, que son las bases”.
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“El fenómeno de las fake news es el gran problema que tienen las democracias en estos momentos, porque se ha demostrado que cuando un partido político compite electoralmente con fake news no tiene penalización social y tampoco tiene penalización en el poder. No pasa así, por ejemplo, con los deportistas. Si un deportista corre dopado y la gente se entera, le quitan la medalla y es el hazmerreír, la vergüenza de su profesión. En política no pasa así y las fake news son una tentación. Está clarísimo en la extrema derecha, tienen su propio ecosistema de medios de comunicación que está generando bulos de forma permanente. Por eso, un sistema de medios de comunicación fuerte, creíble, es fundamental para las democracias. El otro día una encuesta de la Fundación Alternativas decía que chicos jóvenes, un grupo reducido todavía pero no menor, empezaban a ver los regímenes dictatoriales no democráticos como algo socialmente aceptable”.
Consecuencias de los medios tóxicos
“Ahora mismo hay una pelea a nivel internacional por defender las democracias occidentales. Es muy raro que en España escuches las principales emisoras de radio y no tengan nada que ver una con otra, que no haya un consenso sobre qué es noticia y qué no. Sin un sistema de medios creíble y legítimo, la gente creerá en quienes les digan lo que quieren escuchar. Nadie nos ha dicho cómo leer una noticia, que si un contenido no viene firmado tienes que sospechar, o que una cabecera debe tener todos los editores de forma visible. Eso forma parte de una cultura política, cívica, mediática que nadie nos enseña. Siempre me acuerdo de la asignatura que intentó poner Zapatero, Educación para la Ciudadanía. Debería existir y enseñarnos a librarnos de las fake news porque son el germen de las dictaduras. Hay nuevas formas de difundir falsedades y los que no quieren ciertas cosas buenas para la sociedad son quienes más dinero tienen para ser creativos en el engaño”.